#PensarLaEscena: ¿Se estudia arte para buscar trabajo?

En una discusión reciente en torno a las opciones laborales para un artista recién egresado un lector escribió «No se estudia arte para buscar trabajo».  Esta afirmación la convertimos en pregunta y la hicimos a nuestros lectores en una encuesta, así como al artista y curador William Contreras-Alfonso, quién ha venido investigando sobre distintos temas que tocan lo laboral en el arte.

Uno de los temas de conversación recurrentes en esferapública es el relacionado con vivir del arte. Hemos publicado varios artículos, entrevistas y realizado encuestas en nuestro perfil de Instagram.

En una discusión reciente en torno a las opciones laborales para un artista recién egresado un lector escribió «No se estudia arte para buscar trabajo».  Esta afirmación la convertimos en pregunta y la hicimos a nuestros lectores en una encuesta, así como al artista y curador William Contreras-Alfonso, quién ha venido investigando sobre distintos temas que tocan lo laboral en el arte.


Discusión (en el post de Instagram)

David Vélez: Sobre la respuesta que obtuvo el 50%, el asunto de la doble vida del artista (diseñador, operario industrial, mesero, operador de call center…) plantea muchas preguntas. Desde un potencial canibalismo laboral desde el arte donde los artistas sin ingresos por su práctica se ven obligados a aplicar sobre-calificados a trabajos con títulos que no los requieren. Se puede incluso hablar de una “gentrificación laboral” (Ivonne Guadalupe Garza Rodríguez).

Más allá de esto, la obra de los artistas que desempeñan otros oficios, abre las puerta a maneras de crear muy interesantes y relevantes, entre otras cosas, porque es un arte que se micro autogestiona, y que puede operar con autonomía frente al mercado y la maquinaria que lo mueve. Surge un arte desligado de la academia en su producción pero no necesariamente en su investigación. Es un arte que en la academia puede ser percibido con condescendencia y desde la maquinaria como algo de interés solamente desde su romantización. Este arte dialoga no sólo con otras disciplinas sino también con otros oficios. Surgen saberes inusuales: artistas con habilidades en panadería, impresión litográfica, boxeo, hospitalidad, mensajería, etc… Aparecen entonces experiencias y materiales que conectan los mundos que habitan estos artistas, lo cual puede ser muy enriquecedor. Ya no es esa mirada distante del artista antropólogo que sale de su burbuja pero retornar. Este artista ya no tiene nada que lo separe del mundo de los no-artistas, no mira a este mundo desde la distancia sino desde su núcleo. En este sentido, lo interesante también es cómo estos artistas gestionan los lugares de exhibición de sus obras. ¿Los negocian con galerías y museos? ¿Crean nuevos espacios? Finalmente, y según esta encuesta, estamos hablando de un gran número artistas que no necesariamente tienen la visibilidad correspondiente.

Mauro Bustos: Desde mi punto de vista y a la fecha! sentir – pensar y producir arte (s) excede los procesos mediáticos de un «trabajo» convencional (convencional quien sabe para quién). también considero que estudiar (lo que sea) es parte del trabajo (no remunerado… lastimosamente). En síntesis, parece que nos hacen «conejo». mi lectura de la frase «no se estudia arte para buscar trabajo» o en modo pregunta; es inviable en cuanto parte del trabajo del artista es observar, describir, correlacionar y analizar (aunque sea mentalmente) fenómenos del objeto de estudio en cuestión o la inquietud que lo motiva a expresar, llevándolo de modo creativo y «sujeto» a los códigos establecidos con sus contrapuntos si los hay y con el talento o técnica desarrollada a x producto. es decir, no se busca trabajo; el trabajo está ahí. Y no necesariamente tiene que ser industrializado. La vuelta es que no quieren remunerarlo. Y es (siento io) porque momias temen que todes nos volvamos artistas y se acaben los obreros, médicos, ingenieros, abogados, etc., etc. (falacia). Teniendo la idea errónea que esto es simplemente divertido. Momias que parecen desconocer los riesgos y las curvas emocionales que el proceso de producir obra conlleva. Por qué, quien dedica su vida a producir un sólo cuadro no puede vivir dignamente?