Sobre la lamentable polémica generada a raíz de la situación relacionada con los muros de la fachada de nuestra sede Centro, y en aras de aportar al entendimiento y claridad de lo sucedido, nos permitimos comunicar:
El Centro Colombo Americano de Bogotá es una entidad sin ánimo de lucro, que tiene como misión generar intercambios culturales y académicos entre Colombia y los Estados Unidos. Durante más de 77 años hemos contribuido activamente al fortalecimiento del arte y la cultura. Nuestra programación cultural es permanente, gratuita y abierta a todos los públicos. En nuestros escenarios han iniciado y consolidado su carrera los artistas más reconocidos de la escena del arte colombiano y seguimos promoviendo los artistas emergentes. Por nuestras aulas han pasado más de seis millones de estudiantes, gran parte de ellos con becas para jóvenes de minorías étnicas y raizales y de sectores vulnerables.
Tan sólo en los últimos 5 años hemos ofrecido a todos los públicos más de 600 actividades culturales, como exposiciones, debates, talleres, conciertos, conversatorios, entre las que se destacan el Salón de Arte Soacha y exposiciones de arte urbano, que invitan a la reflexión y el diálogo alrededor de propuestas críticas que abordan, siempre desde el respeto, diferentes problemáticas sociales.
Con el objetivo de seguir contribuyendo al fortalecimiento del arte en la ciudad nos unimos entusiastas al 45 Salón Nacional de Artistas, proyecto del Ministerio de Cultura, operado por la Fundación ARTERIA, disponiendo nuestra sala de exposiciones sede Centro. El convenio firmado con la Fundación ARTERIA como operadora logística, financiera y administrativa, comprende el uso de la sala para la exposición: “Arquitecturas Narrativas” liderada por el reconocido curador Alejandro Martín, a su vez Director Artístico del 45 Salón Nacional de Artistas.
De manera ajena al mencionado convenio, celebrado con la Fundación ARTERIA, se habló informalmente sobre la posibilidad de que algunos de los artistas de la exposición intervinieran uno de nuestros muros de fachada durante la inauguración del salón el día 14 de septiembre o, en su defecto al día siguiente, de modo que el Colombo pudiese coordinar y facilitar dicho trabajo. Lamentablemente, por razones que escapan a nuestro conocimiento, dicha coordinación no se llevó a cabo, tampoco mediaron, en ningún momento, solicitudes, autorizaciones o formalizaciones como lo requiere cualquier operación como esta.
Sin previo aviso, sin autorización alguna y sin conocimiento formal de nuestra parte, durante el fin de semana del 21 al 22 de septiembre, fue intervenida una sección de nuestra fachada. Habiéndonos sentido asaltados en nuestra buena fe y teniendo en cuenta todas las irregularidades de información y coordinación mencionadas, en una primera reacción procedimos a restaurar la fachada, a lo cual vimos que se respondió con una nueva intervención no autorizada, que esta vez atentó directamente contra nuestra integridad, seguridad y reputación, y que permanece aún en nuestro muro.
Rechazamos las imputaciones deshonrosas y falsas que se nos han hecho, que no toman en cuenta lo expresado en este comunicado, ni mencionan el daño que se nos ha generado por cuenta de los sucesos aquí señalados.
Reafirmamos nuestro compromiso con el Ministerio de Cultura, con el 45 Salón Nacional de Artistas y con el convenio vigente que media nuestra participación. La exposición Arquitecturas Narrativas continuará abierta al público de acuerdo con el cronograma previsto y sin ningún tipo de intervención en los criterios curatoriales de la exposición, como se ha desarrollado hasta ahora.
Ofrecemos disculpas a la ciudadanía, a los artistas, a las instituciones, a los aliados, a los patrocinadores y a nuestra comunidad por esta lamentable agitación mediática que no hace justicia a lo más valioso del 45 Salón Nacional de Artistas: las propuestas de más de 150 artistas nacionales e internacionales.
Reiteramos nuestro evidente compromiso de más de 77 años con la libertad de expresión, con la cultura, con la construcción de sociedad, con la formación de más de 6.000 niñas, niños y adolescentes que semanalmente asisten a nuestras sedes, con la calidad de nuestros servicios académicos y culturales que hoy llegan a más de 12.000 colombianos al mes, y sobre todo con el fortalecimiento del intercambio cultural y académico entre los pueblos de Colombia y Estados Unidos, razón principal de nuestra existencia.
4 comentarios
Bueno, si de manera informal se había hablado, cabía hacer una llamadita al curador, como para salir de dudas… digo, que un asunto burocrático como una carta, o un permiso puede arreglarse rápido, antes de dañar el trabajo y tiempo que lleva la pintura
Emiten un comunicado sin firma? Cuando trabaje en el Colombo fui testigo de la censura de una exposición por el echo de tener desnudos, conozco muy bien la orientación política de las directivas de la institución y su funcionamiento y sé que no cualquiera llega de un día a otro a intervenir la fachada así como así
Les faltó «pispicia» a los de Arteria y al combo de logística. El Colombo Americano suele ser muy formal en este tipo de cosas, no gustan de las «sorpresas» que implican la mala planificación. Por esa razón un buen productor(a) vale su peso en oro. Pero lamentablemente en Colombia por cultura los despreciamos y perratiamos. Un saludo y ojalá se supere el «impasse» de la mejor manera para todos.
Lamentable no fue la polémica, que activó una discusión pública que ya estaba latente entre nosotros artistas participantes del Salón, lamentable y torpe fue la respuesta vacía de esos funcionarios cobardes, llena de números que a nada y a nadie interesa en esa discusión tan urgente y pertinente. ¿De qué integridad y honor hablan esos señores y señoras que no fueron capaces de reunirse con el curador y los artistas para entender lo que estaba pasando en un muro a partir de lo que ya había sido conversado, que no fueron capaces de respetar un acuerdo verbal, ni la libertad de pensamiento y expresión, ni el trabajo de artistas? ¿Cómo tienen la desfachatez de escribir que tienen un compromiso de 77 años con la libertad de expresión y la cultura en un mismo comunicado en que asumen haber destruido y censurado un trabajo de arte público que hace parte de un Salón el cual se habían comprometido a apoyar? Cabe a los artistas y a la curaduría tomar alguna decisión contundente, de no solo demandar a la lamentable y mediocre institución colombo colonizada hija de norte americanos, como de urgentemente sacar todos los trabajos ahí «protegidos» y llevarlos a exponerlos en LIA, por ejemplo, o a la casa de alguién, cualquier lugar más confiable y más público que bajo el techo de esa institución dudosa que no responde por sus actos autoritarios, antidemocráticos y violentos, que no pide disculpas a los artistas por tanto daño que les hicieron al destruir arbitrariamente su trabajo, que no tiene verguenza de escribir un comunicado tan asqueroso en lugar de informar que responderán por su grave error y pagarán los daños y la repintura del mural, con el pasaje aereo y hospedaje a la artista que vive en Argentina y los debidos honorarios en doble y daños morales a los dos. ¿Cómo pueden ofrecer hipócritas disculpas a la ciudadanía, a los artistas, instituciones, aliados y patrocinadores por la «agitación midiática» si no asumen el error que fue cometer ese crímen, ese atentado contra el arte que fingen apoyar? Cabe a todos nosotros artistas, críticos, curadores, gestores culturales, periodistas de todos los medios libres y comerciales, público en general que antes visitaba y frecuentaba ese lugar ahora impisable, hacer una gran campaña y una serie de manifestaciones de repúdio y de boicot al colombo y en contra de ese acto de censura explícita y vergonzosa. No entiendo porque eso aún no se dio. Eso no puede quedar impune y no podemos fingir que no es de lo más absurdo que puede haber pasado en este Salón después de los imponentes cortes presupuestales que tanto nos precarizó. Que mueran de la verguenza por el torpe acto de submisión a los poderes opresores instituitos y de violencia al arte y a la libertad de expresión, y también por el torpe comunicado que no podría haber sido más mediocre y desenmascarar mejor lo cuan serviles y despreparados son para dialogar con el arte y con los acontecimientos tan graves de nuestros días. Tomaron una posición seria: la de flirtear con el fascismo y asumir una posición tiránica en lugar de respetar y dialogar con el espacio de la libertad crítica de expresión; prefirieron no querer melindrar a los políticos e intereses espúrios caricaturizados en lugar de entender que justamente de evidenciar a eso trata la exposición que ellos albergan. Una cosa queda evidente a todos: no se puede confiar en ese hipócrita y contraditorio (tal vez coherente con su hipocresía) escritorio de dominación cultural. ¡Quitemos la exposición de allá y peguemos por toda la ciudad las caricaturas que censuraron!