Lógicas paraconsistentes y ríos voladores. Una posible crónica del 46 Salón Nacional de Artistas

Este salón fue presentado en el periodo que se bautizó como “post pandemia”, luego del desarrollo y la aplicación de las vacunas contra el COVID 19, y se planteó como la empresa imposible de llevar a cabo un evento internacional de arte con un fuerte contenido regional a lo largo de las cuencas alta, media y baja del río Magdalena con el título: Inaudito Magdalena, en un contexto de casi ninguna actividad del medio artístico en Colombia, en medio de la ley de garantías y de las dos vueltas de las elecciones presidenciales.

“El curador regional / Aquellos curadores en países marginales que se encuentran desempleados y/o ignorados por el Mundo del Arte (MA) internacional, siempre pueden encontrar trabajo presentándose como “expertos regionales”. Si bien en el MA un curador periférico rara vez puede conseguir curar una exposición sobre un tema internacional, siempre se le darán amplias oportunidades para hablar de su localidad. Solo se deberán de cuidar en estos casos de no desarrollar amarguras o resentimientos hacia el medio mismo que le otorga su diaria subsistencia”.

Manual de estilo del arte contemporáneo, Pablo Helguera.

 

01 El poeta Luis Vidales fue uno de los precursores de la curaduría en el Salón Nacional de Artistas (SNA). Hizo parte del jurado de selección del primer SNA, ejercía el oficio de crítico de arte y escribió la única reseña que se conserva del evento, en septiembre de 1940, para la Revista de las Indias. Este quindiano también sería el primer y único exponente de la vanguardia en Colombia con la publicación de su poemario Suenan timbres en 1926 (1). Los poetas en Colombia tuvieron una relevancia política al lado de los regímenes conservadores y liberales a comienzos y mediados del siglo XX; sin embargo, la singularidad de Vidales estaba en su valor literario y en su filiación política (fue fundador del partido comunista). Los servicios propagandísticos y sus adhesiones simbólicas les sirvieron a los poetas para aspirar a cargos públicos por medio de favorecimientos, una tradición que revivió por unos instantes el poeta William Ospina en 2014 (apoyando desde su columna de opinión a Oscar Iván Zuluaga) y en 2022 (como ministro de Cultura y Ambiente del gobierno imaginario de Rodolfo Hernández). El Salón Nacional fue también un producto de la agitación poética y política colombiana que se tradujo en secretarías, ministerios, embajadas y presidencias. Entre estas últimas se destaca la de Belisario Betancourt (1982-1986), el último presidente «poeta». A pesar de que Vidales era uno de sus mayores críticos, el ministro de educación Jorge Eliécer Gaitán lo llamó para su primer salón nacional de artistas. Ambos compartían entonces el interés por la modernidad y la modernización de Colombia. Vidales describiría el poder lingüístico y pragmático en la comunicación con las masas del caudillo liberal (ahora que vivimos un retorno a la oratoria gaitanista) después de su asesinato: «Su oratoria era una arquitectura móvil, flexible, bella, todo por la desnudez que la enseñoreaba. Por eso era un orador eminentemente moderno, con esa modernidad que en arquitectura está representada por el muro liso» (2).

02 En abril de 2021 el Ministerio de Cultura realizó una convocatoria de curadores regionales para su 46 Salón Nacional de Artistas (46 SNA). Las investigaciones curatoriales propuestas fueron seleccionadas por un jurado externo al ministerio (de la Universidad Nacional) con el tema “Arte y Naturaleza”. Cada aspirante debía presentar, además, una lista probable de diez artistas y sus obras que se incluirían en el 46 SNA en abril de 2022 (la fecha cambió luego a junio de 2022). En septiembre de 2021 se anunciaron los nombres de los seleccionados. Por la Zona Caribe (Cesar, Guajira, Magdalena, Córdoba, Sucre, Atlántico, Magdalena y Bolívar) el ganador fue Jaider Orsini (Director de Plataforma Caníbal en Barranquilla, curador asistente en la XIII Bienal de la Habana, curador invitado en la Documenta 14) quien presentó La línea negra, un título en referencia a un área de protección espiritual y cultural de la Sierra Nevada de Santa Marta que incluye tres resguardos indígenas y dos parques naturales; en la zona centro occidente, que incluye a Antioquia y los departamentos del Eje Cafetero (Caldas, Risaralda y Quindío) ganó Santiago Vélez (Artista y miembro de la VI Expedición científica de Colombia a la Antártida en 2020) que propuso Geopoéticas del agua; en la zona centro (Bogotá DC, Cundinamarca y Boyacá) el ganador fue Federico Daza (La Decanatura y Director del Validadero Artístico Internacional) con la propuesta Cuando el río suena Piedras lleva; en la zona sur occidente (Cauca, Valle del Cauca y Chocó) la ganadora fue Erika Flóres (ex Lugar a dudas, fundadora de la Casa en el aire y co directora de La Nocturna en Cali) quien propuso Epistemologías vibrantes; y, por último, el ganador de la zona oriente (Santander y Norte de Santander) fue Alberto Borja (Artista, ex Galería LaMutante y curador regional) con la propuesta Asimetría.

03 En Neiva e Ibagué (las ciudades más grandes a orillas del Magdalena y más cerca de Bogotá y del público del centro del país) en los departamentos de Huila y Tolima (que constituyen junto a Nariño, Putumayo y Caquetá, la zona sur) no hubo una curaduría regional. En esa zona estuvieron ubicadas las exposiciones de la curaduría central Inaudito Magdalena (Cerón, Chois, Gama y Sanín), Caudal Adentro en Neiva y en Ibagué Tierra en tránsito. Por la zona de la Amazonía y la Orinoquía (Amazonas, Arauca, Vaupés, Guainía, Vichada, Casanare, Meta y Guaviare) la curadora seleccionada por el jurado fue María Camila Montalvo (Candidata a Doctor en Antropología de la Universidad Nacional, Ex Directora de Liberia y pionera del Distrito del arte en Bogotá según el portal Arteinformado) que ganó con una propuesta de investigación con el título Nuevas cartografías para nuevas rutas de comunidad, la cual planteaba, según la misma Maria Camila: “una exploración de las prácticas artísticas indígenas de las regiones de la Orinoquía y la Amazonía desde la cartografía social y el trabajo de campo”. Sobre esta última investigadora, Isabel Cristina Díaz anotó: “Al tiempo que escribo este texto, María Camila Montalvo Senior, denuncia al Ministerio de Cultura y al equipo curatorial del 46 SNA”. Diaz se refiere después, en el mismo artículo, a este fenómeno tradicional de los salones nacionales de Colombia: “Históricamente, alrededor del Salón,  -antes, durante y después-, se generan diversos tipos de crítica institucional. Algunos se limitan al rumor, otros pretenden en cambio, acercarse a modelos de discusión académica. Independiente del modelo utilizado, lo que allí ocurre, olvida a propósito discutir sobre las obras que en esa versión particular -cualquiera que sea- se presentan. Lo cierto es que, en esta recurrente dinámica social (verbal, corporal, espacial y simbólica), protagonizada por personajes que integran el campo del arte, podría existir una práctica artística” (3).

04 La tradición que “olvida a propósito discutir sobre las obras” y que se centra en los debates institucionales como «práctica artística» hace parte de los salones nacionales de artistas casi desde el comienzo. En 1969, por ejemplo, cuando esos debates se desarrollaron a través de las páginas de El Tiempo y El Espectador, se dio una memorable batalla por el XX Salón Nacional de artistas en el contexto del inicio de las labores de Colcultura. Hasta 1968 los salones eran organizados por la Dirección de Extensión Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Educación Nacional. Unos meses antes, el 26 de diciembre de 1968, el presidente Carlos Lleras Restrepo había firmado el Decreto 3154  para la creación del Consejo Nacional de Cultura y del Instituto Colombiano de Cultura que se conoció en adelante como Colcultura. La iniciativa estaba firmada por el ministro Octavio Arizmendi (miembro numerario del Opus Dei y hermano mayor del periodista Darío Arizmendi) pero había sido una iniciativa de su predecesor Gabriel Betancourt Mejía (el padre de la excandidata Ingrid Betancourt), ministro de educación de Lleras de 1966 a 1968 que también había sido ministro de educación entre 1955 y 1957 durante el gobierno de Rojas Pinilla (1953-1957). La dictadura de General Rojas Pinilla inauguró, entre otras obras e infraestructuras, la Televisión Nacional de Colombia en 1954.

05 En 1954 llegó a Bogotá Marta Traba en compañía de su esposo Alberto Zalamea (periodista e hijo del poeta colombiano Jorge Zalamea) y comenzó a presentar un programa sobre viajes en la recién inaugurada Televisión colombiana. En 1955 Marta Traba ya era una reconocida presentadora de programas sobre arte (en realidad el tema era el museo) en la televisión: El Museo Imaginario y Una Visita a los Museos (4). Ese año también llegó a Colombia el crítico de arte uruguayo Aristides Meneghetti quien conformó una organización efímera de artistas plásticos con el nombre “Movimiento Nacional de Artes Plásticas” (MNAP). De este movimiento hicieron parte, entre otros artistas:  Alejandro Obregón, Cecilia Porras, Enrique Grau, Jorge Elías Triana, Manuel Hernández y Fernando Botero (5). El ministro de educación Gabriel Betancourt refrendó un acuerdo con los artistas reunidos por Meneghetti.  Entre las iniciativas acordadas entre el MNAP y el gobierno de Rojas Pinilla estaba la creación de un Museo de Arte Moderno. Durante la dictadura de Rojas Pinilla no se realizó el Salón Nacional de Artistas y la mayoría de los acuerdos entre el gobierno autoritario y el MNAP fueron incumplidos y el crítico uruguayo salió del panorama colombiano (dejando solo un señalamiento del artista Luis Fernando Robles). Después de la caída de Rojas y del reinicio del salón nacional, en 1958, Marta Traba ya contaba con una presencia constante en la radio, la televisión, la prensa y el respaldo directo del poeta Álvaro Mutis (Jefe de relaciones públicas de la Standard Oil ESSO) y del crítico cubano José Gómez Sicre (Director de Artes Visuales del Museo de las Américas de la OEA en Washington), lo que le sirvió para tener una influencia directa sobre los salones, los eventos y las selecciones de artistas colombianos más importantes hasta mediados de la década de 1960. En su mayoría estos artistas serían los señalados originalmente por Gómez Sicre, con la excepción de Beatriz González. En 1963, en el cenit de su hegemonía, Traba inauguró su Museo de Arte Moderno gracias a los aportes de la ESSO (ese año presentó allí a Beatriz González). En esta década pierde fuerza la reacción americana frente al ataque soviético, en la guerra cultural que sostenían en medio de su guerra fría por latinoamérica, luego de la adhesión de la revolución cubana a la URSS. En 1966 el poder de la curadora argentina decae  y ella da un giro hacia la nueva izquierda latinoamericana (6).

06 Marta Traba  se enfrentó con la breve Sociedad Colombiana de Artes Plásticas (SCAP) y con el rector de la Universidad Nacional (el Museo de Arte Moderno estaba instalado al interior de esta universidad) para asestar un golpe al Salón Nacional de Artistas al inaugurar su propio salón en su Museo: el “Salón Nacional 1969”. El precio que pagó por su derrota en el pulso por el SNA fue su renuncia al Museo de Arte Moderno, la mudanza a hurtadillas de este espacio de la Universidad Nacional al Planetario Distrital (bajo la dirección de Gloria Zea) y su salida definitiva del país a un exilio que duró hasta 1978. En su artículo de 2011 XX salón de artistas nacionales vs. salón nacional 1969: botín de guerra entre la sociedad colombiana de artes plásticas y museo de arte moderno, Maria Mercedes Herrera Buitrago describe y expone los detalles de este episodio (7). En el archivo sonoro de la inauguración de este salón, grabado originalmente por la emisora HJCK  (8) (Gloria Valencia de Castaño voz oficial de la emisora era también miembro de la junta directiva del Museo de Arte Moderno en ese momento), se escuchan las palabras del gerente de PROPAL, Rudolph Smith, empresa patrocinadora de los salones nacionales de artistas desde 1965. Después vienen las declaraciones del ministro de educación Octavio Arizmendi, la renuncia de David Manzur a su mención de honor por “la exclusión de artistas y la ausencia de muchos dentro de las categorías premiadas” y por último, la lectura de la carta de la SCAP en la que se le retira la mención especial a Álvaro Barrios por sus declaraciones en contra de esta sociedad y del XX salón al diario El Tiempo. El debate mediático incluyó varias notas de prensa y declaraciones de artistas (la mayoría en defensa de la crítica argentina) en los dos diarios bogotanos ya mencionados.

07 La tradición más duradera de los salones continúa con el escándalo silencioso de la curadora de la Orinoquía y Amazonía de Colombia en el 46 SNA (12 semanas continuas de publicaciones en medios y redes sociales) con la inauguración de su exposición en el Centro Cultural García Márquez de Bogotá, el 26 de agosto, con la presencia de la ministra de cultura Patricia Ariza. El asunto “Montalvo” parece haber perdido la fuerza y el ímpetu que exhibía la curadora, y sus defensores, que no fue la única en proponer obras producidas por artistas indígenas o miembros de comunidades ancestrales. En este sentido basta mencionar a Eider Yangana, maestro en artes plásticas de la Universidad del Cauca y perteneciente al resguardo ancestral Yanakuna, de la curaduría Epistemología Vibrátil de Érika Flóres y el Colectivo Realizaciones Yosokwi, perteneciente a la comunidad Arhuaca de la Sierra Nevada de Santa Marta, de la Curaduría La línea negra de Jaider Orsini. De otra parte, lo que parece desafortunado en el asunto Montalvo no son solo las injusticias y reveses, que denuncia la curadora, sino su manejo de los distintos asuntos que tuvieron que enfrentar todos los curadores del salón (recuerda el título del ensayo de Robert Hughes La Cultura de la Queja). Sobre su exposición De selvas, mitos y canoas: un viaje por el arte de la tierra solo apareció un comentario con intención crítica, en términos occidentales, en Facebook firmado por Jorge Sarmiento (9). Pero el debate más extenso con el que se pudiera hacer una comparación lejana, por el tipo de acusaciones que se hicieron por parte de la curadora, ocurrió en la última edición de la Documenta desde enero de este año (10).

08 El tema “Arte y la naturaleza” unido al río Magdalena, anunciado en Honda para un año de trabajo desde abril de 2021 a abril de 2022, parece conectado con el tema de la 13 Bienal de Shanghai Bodies of Water a lo largo del río Huangpu y dialoga, sin proponérselo, con la sequía actual de los grandes ríos de Europa en el verano que parece confirmar la llegada al punto de no retorno del cambio climático global. Isabel Cristina Díaz además anota en su artículo: “Recordemos que la inauguración del 46 SNA debería haberse realizado en el mes de abril, seguramente coincidiendo con el  macro-proyecto del Mintic, Mincomercio y Fontur Colombia, alrededor del río”. La fecha coincidía con la apertura y cierre de la licitación para recuperar la navegabilidad del río Magdalena, un proyecto frustrado y expuesto en su historia y contexto por Ángela Patiño en Lógica Paraconsistente de un Naufragio (11). ¿Cómo abordar este tema (Arte y naturaleza) sin recurrir a una apropiación cultural, a la Cultura de la queja o a los lugares comunes del folklore artístico contemporáneo? Algunos de los investigadores curatoriales y artistas de este 46 SNA se orientaron por la relación entre arte y ciencia en distintos contextos. Así se puede leer en el texto curatorial de Santiago Vélez para el catálogo de su exposición Geopoéticas del agua (12). En Asimetría se encontró una primera coincidencia entre el arte y la ciencia en Colombia con el mencionado XX Salón Nacional de Artistas. Es preciso asociar el salón de 1969 con la coyuntura del nacimiento de las instituciones rectoras del arte y de la ciencia en Colombia en los últimos cincuenta años. El 20 de noviembre de 1968 el presidente Carlos Lleras Restrepo firmó el Decreto 2869 para la creación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Fondo Colombiano de Investigaciones Científicas y Proyectos Especiales “Francisco José de Caldas” conocido en adelante como Colciencias. Colcultura y Colciencias, adscritas al ministerio de educación en principio, fueron iniciativas hermanas promovidas y ejecutadas por el gobierno Lleras después de lograr la aprobación, por parte del congreso, de una significativa reforma constitucional.  El primer director de Colcultura, el abogado, empresario y poeta Piedracielista Jorge Rojas, publicó 160 títulos nuevos en la Colección Popular de la Biblioteca Colombiana de Cultura, con la edición de María Mercedes Carranza. Colcultura organizó por primera vez un SNA en 1969 cuando ocurrió el episodio «Traba» descrito antes. Por su parte el primer director de Colciencias, el capitán de corbeta de la Armada Nacional e ingeniero eléctrico Alberto Ospina Taborda, convocó una misión de cien sabios (Grupo Colombia año 2000) para pensar la educación del futuro. Las comisiones de sabios aparecen cada cierto tiempo en la historia reciente de Colombia.

09 En 1993 el gobierno del presidente César Gaviria (1990 -1994) convocó la “Misión de sabios” denominada Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo conformada por 10 sabios entre los que estaban: Manuel Elkin Patarroyo, Rodolfo Llínas y Gabriel García Márquez. En 2019 la  Vicepresidencia de la República y el nuevo MinCiencias propusieron la Misión Internacional de Sabios para el avance de la ciencia, la tecnología y la innovación, compuesta de 47 sabios con 8 focos de interés. Ese mismo año el presidente Iván Duque firmó el decreto para crear el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación y el nombre de “Colciencias» desapareció de la razón social estatal (en 1995 el presidente Ernesto Samper firmó el decreto para crear el Ministerio de Cultura que reemplazó a Colcultura). Entre los temas de la nueva Comisión se encontraba el foco de Industrias Creativas y Culturales donde el pintor inga Carlos Jacanamijoy, con un equipo de apoyo y una relatoría, fue el único artista comisionado entre los 6 sabios que generaron las propuestas para el sector englobado como: Arte, Cultura y Conocimiento. De nuevo el arte y la ciencia se ponían en el centro de las políticas públicas. ¿Cómo se relacionan la ciencia y el arte en Colombia, que solo invierte el 0,3 % de su PIB en ciencia, el segundo país con más conflictos ambientales en el mundo? A propósito, Santander es el departamento con más amenazas de muerte a líderes ambientalistas de Colombia.

10 La economía creativa o naranja fue promovida por la UNESCO desde hace dos décadas y esto trajo consigo una serie de cambios y transformaciones en la forma de ver las prácticas artísticas. Junto a sus metodologías para capitalizar y monetizar todos los elementos en el circuito de la producción y comunicación artística, establece también la forma de operar en el campo de la ciencia en diálogo con el arte. La Comisión de sabios elaboró un documento con propuestas en este sentido. Lucy Estefany Cifuentes, de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, es la autora de una de las relatorías de la Comisión con el título: “Integración de Cadenas de Valor». En su texto se hace una referencia a la investigación, la ciencia y el arte en el subtítulo: “Investigar y experimentar”. Según la profesora y relatora: “La creación de contenidos requiere investigación y experimentación, y debe estar enriquecida por las características de la práctica creativa propia de cada una de las artes involucradas en los diferentes eslabones de la cadena de valor, así el producto final se enriquece y se dota de un sello de singularidad (…) Esa experimentación, propia de los procesos artísticos, pero también de la ciencia, permite avances en el conocimiento y posibilita conexiones inéditas entre ideas, disciplinas, materiales y estéticas” (13). A pesar del desgaste del tema de la economía creativa en el gobierno anterior, en la actualidad la mayoría de los artistas y curadores que circulan en los eventos institucionales y académicos de Colombia han ganado becas o estímulos para realizar sus proyectos artísticos a partir de procesos de creación, investigación o investigación + creación, en el sentido que los definen las políticas públicas emanadas de Colciencias, ahora MinCiencias, desde 2017 (14).

11 La investigación curatorial Asimetría contiene una selección de algunas prácticas artísticas, vinculadas a la creación, investigación o la ciencia participativa, que se han llevado a cabo en la zona oriente de Colombia. Como punto de partida se conformó un atlas de prácticas artísticas desde la investigación y de prácticas científicas participativas de la Zona Oriente de Colombia que generó, entre otros productos, una propuesta expositiva. Se plantearon como fuentes de información los repositorios documentales de los principales eventos de Artes Visuales que se desarrollaron en los departamentos de Santander y Norte de Santander entre 2010 y 2021. Se propuso además el término “Prácticas científicas participativas” como la unión de dos conceptos: las prácticas científicas y la ciencia participativa que está más relacionada con la definición derivada del trabajo de Rick Bonney en el laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell (15). Entre los casos que se consultaron relacionados con este tipo de prácticas también llamadas “ciencia ciudadana” se conocieron, entre otras iniciativas y proyectos: un semillero de investigación en ictiología; el proyecto Santander BIO del Instituto Humboldt, la UIS, el DNP y la Gobernación de Santander; el Primer Simposio Internacional para la Gobernanza del río Lebrija y Humedales del río Magdalena;  el Fondo de Agua del Nororiente Colombiano de la Alianza BioCuenca en Norte de Santander; un proyecto de etnobotánica en el museo casa natal del General Santander; y finalmente, el proyecto Fibras (Investigación del Instituto Humboldt sobre iniciativas de bioeconomía y biotecnología en esta zona del país financiado por Ecopetrol) que aportó un gran volumen de información nueva y actual sobre este tipo de proyectos.

12 El listado de obras de la exposición de Asimetría finalmente incluyó: El vuelo del chavarrí, un proyecto de ciencia participativa y turismo científico. Este documental del fotógrafo Jaime Harnache (Barrancabermeja) fue producido para ser presentado en Mompox y se desarrolló a lo largo de varios meses en la ciénaga de El Llanito, el caño San Silvestre y el río Sogamoso entre el año pasado y este, por un equipo que incluyó a Olga Celis y a Eduard Egea (16); Cartas al río  del colectivo Casa Cultural Kussi Huayra de Piedecuesta, el único proyecto de arte del salón que se desarrolló en Barrancabermeja en el marco del trabajo local de la Comisión de la verdad que promovió el Manifiesto a Colombia sobre la verdad del río Magdalena. En una amplia entrevista, Miguel Ángel Gélvez cuenta la historia de este colectivo y casa cultural, su propia historia y el contexto de Cartas al rio dentro del proyecto Poéticas de la memoria desarrollado en Barrancabermeja para dicha comisión (17); y finalmente, Banco de semillas de Jorge Torres (Bucaramanga), un proyecto presentado por primera vez en la Bienal de La Habana en 2020. Jorge Torres, creador y director de la Bienal Desde Aquí, hace parte de la generación de artistas de comienzos de los 90 que se decidieron por un arte más conceptual, más de veinte años después que lo hiciera el artista bumangués Gustavo Sorzano. El Banco de semillas es un pequeño museo de artista que conjuga escultura, joyería, logística inversa, entomología y botánica, confeccionado delicadamente hasta el último detalle (18). Estos tres proyectos se presentaron en la sala de la Academia de Historia de la Casa de la Cultura de Mompox, frente a la sede del Museo Religioso y el Claustro de San Agustín.

13 En el Colegio Nacional Pinillos se presentó la otra parte de la exposición de esta curaduría. Allí se montó, en una valla propuesta y diseñada por la museografía del SNA, Daño a nacimiento de agua, una fotografía del escultor Carlos Julio Quintero (Bucaramanga), que además de ser un referente del arte en Santander, es un líder ambiental en la defensa del páramo de Santurbán y de la resistencia frente a los daños causados por la nueva vía Bucaramanga – Cúcuta (19). Esta obra ya se había presentado en la III Bienal desde Aquí en Bucaramanga (2016) y en la exposición De HidroItuango a SanTurbán (2019) del curador Santiago Rueda. En la parte externa de la sala, un largo patio atravesado longitudinalmente con una línea de palmeras, estaba la obra Fragmentos figurativos de Juan José Cobos. La enorme cabeza de tres metros de altura era un fragmento de la escultura monumental de poliestireno y plastilina que hacía parte de un proyecto de 45 metros de alto en Floridablanca (esta obra se incluyó por la relación que tenía con el arte religioso y la tradición de sus oficios en Mompox). A la entrada de la sala del Colegio, que es un monumento nacional, estaba la obra El Trópico de José Ricardo Contreras, un proyecto que había sido presentado originalmente en 2017 cuando ganó una beca departamental. El nombre proviene de un periódico comunista que se editó en San Vicente de Chucurí en la década de 1960 por cuyas páginas pasó la historia de Anita Larrota, una anciana líder social que promovió la invasión de un terreno y la posterior construcción de un barrio en este municipio santandereano. Toda la investigación para esta obra partió de algunas fuentes de la investigación que realizó Daniel Ferreira (San Vicente de Chucurí 1981) para su novela Rebelión de los oficios inútiles (Alfaguara 2014) que ahora presenta la última novela de su pentalogía de la violencia en Colombia: Recuerdos del río volador. Entre los dos espacios, el patio y la sala, estaban instalados los seis bonsai de Memorias de las ceibas de Edinson Centeno. Las plantas instaladas sobre troncos pintados (que eran los residuos de un pequeño bosque invadido recientemente en Barrancabermeja) atravesaban, sobre un andamio, una enorme ventana de madera que funcionó como un eje a partir del cual se evidenciaba la asimetría de la exposición. A unos metros colgaba del techo una bandera multicolor confeccionada por un grupo de costureras de Barrancabermeja con el título Jardines cromáticos. Clemente Martínez, un diseñador gráfico y gestor cultural del puerto petrolero, la concibió como una síntesis de una cartografía social que comenzó hace unos años, mientras trabajaba con ONGs internacionales y la alcaldía del Distrito, en la que se relacionan colectivos, artistas y miembros de las comunas de Barrancabermeja.

14 Entre las obras de este espacio también se encontraba la obra transmedia Alfabeto Sabía del artista  Carlos Beltrán Arismendi (Bucaramanga), candidato a doctor de la Universidad de Caldas y profesor de la Universidad de Santander UDES donde dirige un grupo de investigación en el Departamento de Mercadeo y Publicidad y dos macro proyectos de investigación + creación, apoyados por la universidad y el MinCiencias. El primero se desarrolla en el Barrio Café Madrid de Bucaramanga y el segundo en el corregimiento de la Playa aguas abajo de Hidrosogamoso en el municipio de Betulia. Alfabeto Sabia consistía en una serie de proyecciones de video, intervenidas en la imagen y sonido por un algoritmo programado originalmente por el artista, del páramo de Santurbán. Este proyecto se presentó originalmente en el Museo de Arte Moderno de Bucaramanga como el producto de una Beca Departamental de creación en 2016. En el proceso trabajaron Frank Rodríguez, en el registro audiovisual, y Ricardo Barreto, en la ingeniería de sonido y la programación. Para la versión presentada en Mompox se eliminó la parte interactiva de la instalación debido a los límites presupuestales que tenían todos los artistas de las curadurías regionales. Ensayos corpográficos de la artista Adriana Vera (Pamplona) presentaba un registro de video y de fotografía de una residencia que la artista realizó en 2019 en el espacio Plataforma Caníbal de Barranquilla, gracias a una Beca de residencias nacionales del Ministerio de Cultura. El concepto de “corpografía” fue usado por primera vez en 2006 por Jordi Planella en su artículo Corpografias: Dar la palabra al cuerpo. Vera le dió la palabra a su cuerpo en el contexto de la ciénaga grande de Santa Marta en medio de la comunidad de Tasajera, que se visibilizó nacionalmente luego de la tragedia de 2020, y en algunos paisajes de Bocas de ceniza en la desembocadura del río Magdalena. La obra de Vera terminó siendo la única obra de una artista nortesantandereana en la exposición de Mompox. En la investigación, y los acercamientos previos de este curador, la selección incluía a otras dos artistas, de Tibú y Cúcuta, y a una curadora de Venezuela que fueron declinando sus participaciones por distintas razones en distintos momentos del proyecto del salón.

15 Este salón fue presentado en el periodo que se bautizó como “post pandemia”, luego del desarrollo y la aplicación de las vacunas contra el COVID 19, y se planteó como la empresa imposible de llevar a cabo un evento internacional de arte con un fuerte contenido regional a lo largo de las cuencas alta, media y baja del río Magdalena con el título: Inaudito Magdalena, en un contexto de casi ninguna actividad del medio artístico en Colombia, en medio de la ley de garantías y de las dos vueltas de las elecciones presidenciales. El tema epidémico en relación con la destrucción de los ecosistemas en la cuenca del río Magdalena se puede leer en el municipio de El Banco (Magdalena), a 70 kilómetros de Mompox desde Cartagena. En una de sus calles se ve la entrada a la ruinosa edificación del Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria (SEM). Esta institución fue creada el 5 de diciembre de 1956 con un decreto legislativo firmado por el General Gustavo Rojas Pinilla (20). A propósito de la pandemia, de la post pandemia y del SEM, en su artículo Tierra caliente: trópico, infección y violencia, Óscar Hernando Sierra Rusinque anota: “La minería, la tala de árboles, las plantaciones y la extracción de petróleo y gas, actividades particularmente intensas en el trópico, se han relacionado con la aparición de la leishmaniasis, la fiebre amarilla y la tripanosomiasis americana (…) los niveles de violencia fueron causados para forzar el desplazamiento de la población y lograr la posesión de la tierra para la siembra de palma africana y la explotación minera. La siembra de palma africana constituye un monocultivo de gran extensión que junto a la explotación minera son considerados efectos antrópicos. Lo que se intenta señalar acá es que hay casos donde el conflicto armado participa activamente en el efecto antrópico sobre el medio ambiente». Si se toma uno de los vuelos de Easyfly que salen de Mompox hacia Medellín (la ruta se suspendió hace unas semanas por falta de pasajeros) puede verse desde el aire la devastación del paisaje en toda la zona del bajo Cauca, el Nordeste y el Magdalena Medio antioqueño, por causa de la minería, rodeada de la tragedia humana de las inundaciones anuales en la Mojana Sucreña y la Depresión Momposina que ocurrieron mientras se montaba el 46 SNA en Mompox.

16 El equipo de producción y montaje de este 46 SNA era el mismo del 45 SNA que se llevó a cabo en Bogotá, en 2019, y la mayoría de estas personas tenían una extensa experiencia en estos salones y en otros eventos de esta naturaleza en Colombia. En el Magdalena Medio Santandereano se produjo la exposición de la curaduría La línea negra en el Hotel Pipatón de Barrancabermeja. Esta edificación fue un proyecto del gobierno nacional que se inició en 1936 y que se inauguró en 1943. En esta época se construyeron en distintas ciudades una serie de hoteles para albergar el nuevo turismo internacional en Colombia. El Hotel fue abandonado y posteriormente invadido por personas desplazadas del Magdalena Medio a finales de la década de 1980, hasta hace veinte años cuando se restauró. Actualmente es una propiedad privada declarada Monumento Departamental que cerró al público definitivamente en 2018, luego de la cancelación del proyecto para la ampliación de la Refinería de Barrancabermeja.  Para esta exposición se adaptaron el lobby, el salón de eventos, el antiguo restaurante, la fachada, el parqueadero (allí se instaló la obra de Adrián Balseca A flote comisionada por la curaduría Inaudito Magdalena del 46 SNA que unió temporalmente una balsa de emergencia de una plataforma petrolera extraída temporalmente de la colección del Museo del Petróleo con dos canoas de pescadores locales) y el corredor de la piscina (ahí se ubicó la mesa de Radio Manigua de las artistas Silvie Ojeda, Laurie Sauloy y Alejandra Robledo). Entre los artistas que asistieron a la inauguración se destacó Amado Villafañe, director del documental Nonuba de Producciones Yoksowi, miembro de la comunidad ancestral Arhuaca de la Sierra Nevada. Así mismo hicieron presencia varias representantes de las tejedoras de Mampuján, (una de ellas improvisó un desgarrador canto de bullerengue en esa noche que es imposible de borrar la memoria) cuyas obras hacen parte de la Colección del Museo Nacional. De esa misma colección hace parte la obra de Óscar Leone (Santa Marta) que participó en este salón con Biofilia Sierra Nevada de Santa Marta. Desde Magangué llegó Eduardo Butrón quien presentó la tradición de las alfombras, que se mantiene en Mompox. Esta es una forma  de arte efímero en el que se disponen materiales sobre el piso a manera de tapete. Para su proyecto Pisoteados recolectó cientos de pares de zapatos arrastrados por el río.  Este trabajo, que fue portada de la última edición de la revista Miradas de la UNESCO, también tiene una relación con la historia del salón nacional de artistas por su conexión con la obra Alacena con zapatos. El Sindicato (Ramiro Gómez, Alberto del Castillo, Antonio Arrieta, Luis Stand, Carlos Restrepo, Efraín Arrieta, Guillermo Aragón y Aníbal Tobón) de Barranquilla ganó el premio compartido del jurado del XXVII Salón Nacional de Artistas con esta obra en 1978, luego de ganar ese mismo año el primer premio en el II Salón Regional de Artes Visuales otorgado por Eduardo Serrano, Álvaro Barrios y Beatriz González. Desde Cartagena hizo presencia Dayro Carrasquilla, más específicamente desde un proyecto de etnobotánica en el barrio Nelson Mandela. En una instalación de video se podía observar Esparcir, una acción de repartir plantas medicinales entre los habitantes de este sector de La Heróica, mientras que empuja un carrito (que reproduce las formas de una pequeña casa tradicional urbana africana) donde guarda y exhibe los ejemplares que anuncia en un pregón interminable. Carrasquilla presenta desde el 27 de agosto una retrospectiva de su obra en el MUZAC de Montería que incluye también el proyecto Sitiados, producido con una beca del ministerio de cultura de Colombia para el espacio del Túnel de escape en el baluarte de Santa Catalina de la ciudad amurallada.

17 En la cuenca alta del Magdalena se destacó la presencia de la Caravana Nacional: Cuando el río suena piedras lleva que presentó un Renault 4 Master tipo Rally como espacio expositivo ambulante de la curaduría. La imagen para la divulgación y la expectativa se apoyaban desde la primera fase del proyecto, que fue merecedor también de una Beca de Idartes en 2021, en el eslogan de la campaña publicitaria (Propaganda Sancho) para Colombia del R4 de 1975 “el amigo fiel” y en la animación realizada por el pionero de este medio Nelson Ramírez, dirigida al público infantil de la época. En Cuando el río suena piedras lleva hay una referencia a la infantilización televisiva de la opinión pública, mientras el narcotráfico, la guerra antidrogas y la narcopolítica se tomaban a Colombia en las décadas de 1970, 1980 y 1990. A propósito del inicio consciente de la publicidad enfocada en los niños, en 1975 también se publicó un hito de la historia musical infantil de Colombia: Canticuentos (Marlore Anwandter – Codiscos), un producto cultural que marcó varias generaciones colombianas. Con respecto a la Caravana Nacional, el modelo Renault 4 es un veterano del Rally más famoso del mundo. El Renault 4L (Cuatro Latas) modelo 1967 de los hermanos Marreau, modificado por ellos mismos en su garaje para convertirlo en un 4×4 en 1978, logró el quinto puesto en el primer Rally París – Dakar de 1979 y el tercer puesto en el segundo Rally París – Dakar de 1980. El viaje del Renault del curador Federico Daza Marín (21) con su exposición portable y su mensaje anti extractivista con una denuncia amplia de los horrores ambientales del gobierno Duque, por las calles de Bogotá, Barranquilla, Honda e Ibagué, fue el proyecto más ambicioso, interesante y complejo del 46 SNA (Arte y naturaleza e Inaudito Magdalena en su conjunto). Su breve periplo hizo un guiño a las historias de viajeros por el Magdalena que comenzaron con Humboldt, pasando por Bolívar, Saffray y André hasta el recorrido de Wade Davis para su libro The River en este siglo XXI.

18 La selección de artistas para la exposición de esta curaduría incluyó cuatro colectivos y seis artistas, pero en realidad eran cuarenta artistas en total. Es imposible poder hablar de cada uno de ellos y de sus proyectos sin extenderse mucho más allá de los límites de este texto. Es imposible hablar del salón en este sentido sin reducir a opiniones o comentarios lo que se diga de él, especialmente de sus artistas y proyectos múltiples y simultáneos, como lo han sido en general los salones desde 1990. Corina Lipavsky presentó Flor de Agua una imagen algorítmica que simula una flor “una taxonomía mestiza compuesta por abstracciones orgánicas, generadas con código a partir de datos biológicos” según la misma artista. Samir Elsener (Curador invitado al 45 SNA Pastas El Gallo) presentó sus cohetes y misiles bélicos que estaban a bordo del pequeño automóvil desde sus primeros recorridos el año pasado. Ángela Reyes (una de las artistas graduadas del programa Estudios Culturales en utopías artísticas y derechos fundamentales con énfasis en pactos históricos desde contextos naturales de la última cohorte del Validadero Artístico Internacional) presentó una pieza gráfica, en la micro curaduría que se tituló Subdirección de educación a distancia en la sala del Banco de la República de Ibagué y el R4, junto a otros treinta artistas. El colectivo Faca + Manga de viento (Beatriz Toledo y Leslie Revely) presentó Faca que incluía piezas gráficas y una acción en una instalación (una peluquería portátil) a la salida del Banco de la República de Ibagué, atendida por la artista brasileña Beatriz Toledo. El colectivo Frente Post Punk Revolucionario (FPPR) (compuesto por Santiago Echeverry pionero del video arte en Colombia, Sandra Rengifo y el fotógrafo griego Kostas Tsanakas) presentó Huellas de la travesía: Río Negro, compuesta de: una video proyección titualada Marcha del Silencio, fotografías en blanco y negro (imágenes de un viaje por el río y de algunos escenarios del antiguo Ferrocarril de Girardot, entre otras) y una pieza sonora radial. El colectivo Los Chingues (Henry Güiza, Chac Rodriguez, Marcelo Verastegui, David Torres, Santiago Castro) presentó Cornucopia, una instalación que viajó temporalmente en el techo del R4 y consistía de dos inflables; uno era el cucharón amarillo de una pala hidráulica para minería y el otro representaba un arrume de rocas, con una impresión de una fotografía en color dorado.

19 El curador designado como director artístico del 46 SNA fue Jaime Cerón. Su equipo estaba conformado por tres curadores principales: Yolanda Chois, Ximena Gamma y José Sanín. Luego estaban otras cuatro curadoras en distintos roles: Paula Leuro, Mónica Torregrosa, Melissa Aguilar, Laura Rodríguez y Juan Flórez como asistente de la dirección artística. Un total de nueve curadores que desde el 2021 tenían la tarea de dar presencia y contenido a la curaduría principal del 46 SNA con el título Inaudito Magdalena a través de las exposiciones de Huila y Tolima y una serie de proyectos artísticos (Estaciones – Puerto, Laboratorios y conferencias) diseminados por distintas ciudades y poblaciones de la cuenca del río. De todo ello conocí, desde la superficie, solamente algunos proyectos. Hippos in Gravitas (de los artistas bogotanos Elkin Calderón y Diego Piñeros) se presentó en la Casa Taller El Boga. Se trataba de la proyección de una película en la sala de exhibición de la hermosa casona del siglo XVIII donde se dispusieron varias mecedoras momposinas para el público por parte de la museografía. La producción se realizó en el  Magdalena medio antioqueño. En el documental se pudieron ver imágenes de los alrededores de la Hacienda Nápoles, de distintos municipios de la zona y de las motomesas que recorren la línea Ferrocarril del Atlántico (que está activa entre La Dorada y Santa Marta). Los hipopótamos de Pablo Escobar (sus descendientes) conforman la población más grande de estos animales salvajes fuera de África. Los animales se convierten en la película en inflables fantasmagóricos blancos que realizan un periplo por la subregión, una metáfora, tal vez, de la actualidad del proceso de paz. La atmósfera de las imágenes de los escenarios naturales hacen referencia al problema ambiental y a la memoria violenta más reciente de este lugar trascendental en la historia del narcotráfico y el paramilitarismo colombiano en el río Magdalena.

20 Malibú se presentó en el muelle de San Francisco en Mompox y era una de las Estaciones / Puerto del 46 SNA. Los Malibúes eran el pueblo ancestral que habitaba la depresión momposina. Para su autora, Liliana Andrade (arquitecta, diseñadora de exposiciones y museógrafa), “ésta exposición, instalación, construcción es un mecanismo de apropiación en el que la comunidad ve su propio trabajo y descubre otras formas de valorarlo por fuera de su vida cotidiana”. En este proyecto participaron los artesanos momposinos: Glenys Rocha Pupo, Wilfran y David Coronado, Juvenal Coronado, Rosmary Muñoz, Maria Eugenia Dávila, Carolina y Rosario Martínez y Don Abundio. En Medellín hay un barrio ubicado en la cabecera de la pista del Aeropuerto Olaya Herrera que se llama Malibú, construido entre 1950 y 1970 para los intelectuales de esa ciudad. Atravesado por la quebrada La Picacha, el barrio tomó el nombre de las palmeras que se encontraban allí y que recordaban la idílica playa en Santa Mónica, California. En el otro extremo de Mompox, en el «Bosque de los areneros» al frente de la plaza de Santa Bárbara, se instaló durante una semana el artista mexicano Hector Zamora. Su misión consistió en construir, junto a un maestro albañil y una cuadrilla de areneros, su obra efímera Sobre Derivas, una serie de cinco canoas cargadas con estructuras arquitectónicas que partían de las tipologías coloniales de las casas de Mompox. Las embarcaciones fueron presentadas y derruidas en pocas horas porque así lo establece el código estético de Zamora que incluye la destrucción de las construcciones de ladrillo efímeras que ha realizado a lo largo y ancho del mundo, así como lo ha hecho con las embarcaciones de madera de su proyecto transnacional Orden y Progreso. En una entrevista en el lugar Zamora se refiere a las posibilidades de libertad al trabajar en países como Colombia, donde las regulaciones todavía no limitan este tipo de producciones. El diálogo con Héctor Zamora y con otros artistas presentes en Santa Cruz de Mompox quedó registrado por el equipo de producción de la galería Totem de Bucaramanga, dirigida por Mauricio Ariza Quiroz, que se desplazó también a la inauguración de la exposición en Barrancabermeja.

21 Mónica Naranjo presentó en el Colegio Pinillos Cartografía de Mompox, el resultado de un laboratorio de esta artista y su par local María Fernanda Márquez. Mónica desarrolló este año dos cartografías antes de llegar a Mompox, una en Honduras con la comunidad de Simpinula y otra en una residencia en Casa Wabi en México. De esta última el resultado fue un mapa de las lagunas de Zapotillo, Pastoria, Palmarito y Chacahua en Oaxaca realizado en colaboración con las comunidades de Zapotillo y Cerro Hermoso. Al respecto Naranjo escribió en Instagram: “De la mano de personas que viven en el territorio y sus historias, cruzada por mi exploración directa del lugar, construimos una versión que refleja (a mi modo de ver) la imagen que ellos tienen del lugar que habitan. Evocada a partir de fragmentos de historias, otros seres y presencias que también habitan el lugar, la diversidad de especies tanto de fauna y flora que están, otras que cada vez son menos o que desaparecieron, pero que aún desde su ausencia hacen parte también del territorio”. Sobre la experiencia de Cartografía de Mompox, Mónica Naranjo escribe en Instagram: “Desarrollada a partir del conocimiento, creencias, afectos, experiencias y memorias de diferentes generaciones de Mompox, ilustradas por niños y adultos mayores de la región (…) Una experiencia que resumo como ejercicio de escucha afectiva, tanto del lugar como de sus habitantes” (22). La artista cita, también en Instagram, un texto de Maria Fernanda Marquez al respecto de su laboratorio que sirve para cerrar la primera parte de esta crónica imposible: ”El mapa construido a varias manos nos habla del Mompós cotidiano, aquel que no se ve en la foto de portada de la revista de turismo sino en las palabras y trazos del niño, el viejo, el tendero, la matrona, el artesano, la cocinera o el pescador cuando se sientan a recordar en esta cartografía las historias, augurios, remedios, animales, plantas y tantos otras materialidades e inmaterialidades que resultan ser verdaderamente representativas y significativas para la identidad de los momposinos”.

 

Alberto Borja

 

 


Notas:

(1) Carlos Granés (Doctor en Antropología) escribe en Delirio Americano (Taurus 2022): “Luis Vidales fue quien retomó las consignas políticas y estéticas de Tejada. En 1926 publicó el único poemario realmente vanguardista que se escribió en Colombia, Suenan timbres, con esos versos vivos y descoyuntados, curados del exotismo y de nostalgias interiores, que invocaba el cronista”.

(2) Luis Vidales escribe en Gaitán está más vivo que antes. De “la insurrección desplomada” sobre las características de la oratoria de Jorge Elicer Gaitán:  Semanario Voz, 31 marzo 1988.

(3) Isabel Cristina Díaz escribe en Garzas y cucarachas para Esfera Pública, el 1 de junio de 2022: En: http://esferapublica.org/nfblog/garzas-y-cucarachas-algunas-expectativas-sobre-el-46-sna-inaudito-magdalena/

(4) Nicolás Gómez Echeverri. En Blanco y Negro. Marta Traba en la televisión colombiana, 1954 – 1958.

(5) Óscar Delgado. Pequeña historia del Movimiento Nacional de Artistas Plásticos (MNAP). Revista Indice Cultural (Bogota). — No. 23 (Noviembre 1955). Consultado en el Archivo Digital del International Center for The Arts of the Americas at The Museum of Fine Arts, Houston (ICAA)

(6) Alessandro Armato. Marta Traba: La construcción de un poder. Ponencia presentada en la mesa homenaje a Marta Traba en el marco del VII Congreso Internacional de Teoría e Historia de las Artes organizado por el Centro Argentino de Investigadores de Arte, CAIA, Benos Aires, 2013. En: https://www.academia.edu/12679291/Marta_Traba_la_construcci%C3%B3n_de_un_poder

(7) Herrera M. XX salón de artistas nacionales vs. salón nacional 1969: botín de guerra entre sociedad colombiana de artes plásticas y museo de arte moderno. Calle 14, Universidad Distrital V.5 n. 7 (2011). En: https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/c14/article/view/3543

(8) Señal Memoria Archivo sonoro En: https://catalogo.senalmemoria.co/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=30719&query_desc=kw%2Cwrdl%3A%20salon%20nacional%20de%20artistas%201969

(9) Post de Facebook publicado el 2 de septiembre en el perfil de Jorge Sarmiento en el pie de una fotografía de la exposición: “Esto, durante la inauguración de la cuestionable exposición del 46 Salón Nacional de Artistas: «De selvas, mitos y canoas: un viaje por el arte de la tierra». Donde, asignando la denominación de «arte» a artesanías, se museificaron, objetualizaron y exotizaron a indígenas. Entre otros agravios subsecuentes”. En: https://www.facebook.com/sarmiento.bta

(10) Documenta 15. Anatomia de un escándalo, un artículo de Jorge Sanguino publicado en el portal Artischock el 17 de julio En: https://artishockrevista.com/2022/07/21/documenta-15-escandalo/

(11) Patiño, Ángela. Lógica Paraconsistente de un Naufragio. Ediciones La Carpintería (2021) Obra ganadora de la categoría Crónica en los estímulos departamentales a la creación – 2021.

(12) Link para descargar el PDF del catálogo de la exposición Geopoéticas del agua en la página Viajelogia En: http://viajelogia.org/geopoeticas-del-agua/

(13) Relatoría comisión de sabios y todos los documentos relacionados En: https://minciencias.gov.co/mision_sabios

(14) Política Pública MinCiencias Proyectos de investigación, Investigación – creación y Creación. Link a la página: https://minciencias.gov.co/investigacion-creacion

(15) Entrevista a la investigadora Viviana Ruiz Gutiérrez, a propósito del tema de ciencia participativa desde la Universidad de Cornell, para la Revista Pesquisa de la Universidad Javeriana En: https://www.javeriana.edu.co/pesquisa/ciencia-ciudadana-una-alternativa-de-investigacion-colaborativa/

(16) Link para ver el documental El Vuelo del chavarrí de jaime Arnache En: https://www.facebook.com/jaime.harnache/videos/1464795447374277

(17) Entrevista a Miguel Angel Gelvez, Representante del Colectivo Casa Cultural Kussi Huayra y la Escuela de Teatro Mario González, para el programa Otro día más del Periódico Arteria En: https://www.facebook.com/arteriap/videos/727118418575670

(18) Entrevista a Jorge Torres para el programa Otro día más del Periódico Arteria En: https://www.facebook.com/watch/live/?ref=search&v=1432900000511462

(19) Video con testimonio del artista y líder ambientalista Carlos Julio Quintero sobre el conflicto y el daño ambiental producido en la construcción de la vía Bucaramanga – Cúcuta En: https://youtu.be/rEfjuEEIEKw

(20) Nota sobre el Servicio de Erradicación de la Malaria (SEM) en el Noticiero cinematográfico, archivo Señal memoria. En: https://www.senalmemoria.co/piezas/noticiero-cinematografico-colombia-al-dia-casas-esfericas-erradicacion-de-la-malaria-viii

(21) Entrevista a Federico Daza para el programa de Facebook Otro día más del Periódico Arteria En: https://www.facebook.com/watch/live/?ref=search&v=996012081040194

(22) Nómada Ediciones En: https://www.instagram.com/nomada.ediciones/