Los profesores del programa de Artes Plásticas de la Universidad Nacional, reunidos el día primero de diciembre de 2005, analizamos la situación actual y expresamos a la comunidad académica los siguientes puntos:
1. Es claro que la Universidad Nacional enfrenta una aguda crisis que solamente puede ser diagnosticada teniendo en cuenta las distintas miradas que sobre ella confluyen. El sentimiento de exclusión que sectores de la comunidad universitaria perciben en los procesos de discusión y de toma de decisiones respecto a las reformas en curso, obedece a factores reales que no pueden ser ignorados por sus directivas. Esta percepción se agrava con la exclusión total de la presencia de los estudiantes en el campus, sin la cual la universidad pierde su razón esencial de ser.
2. El sentimiento de alarma que ha expresado recientemente la comunidad se relaciona en parte con el hecho de que los procesos de reforma se han adelantado de manera fragmentada a través de decisiones que se acumulan desde hace varios años y en las cuales la comunidad no ha percibido un modelo general; solamente ahora la acumulación de estas decisiones empieza a mostrar un cuerpo evidente. Igualmente, muchos sectores de la comunidad no perciben que su participación en los procesos sea muy clara ni que los análisis que alcanzan a ser expresados tengan un tránsito hacia las instancias a quienes correspondería conocerlos.
3. Sin embargo, este cuerpo no revela claramente que exista un modelo específicamente pedagógico que guíe la reforma académica y, en cambio, sí cómo se traslapan permanentemente aspectos parciales de la reforma académica y de la reestructuración académico ó administrativa.
4. Es difícil también para la reestructuración académico administrativa comprender su sentido esencial, en la medida en que en el año 2002 ya fue realizada una.
5. Estamos de acuerdo en que el procedimiento de bloqueos es altamente perjudicial para la Universidad, en la medida en que es esencialmente autodestructivo; sin embargo, nos sorprende la fuerza del cierre ejercido por las directivas, que de hecho produce un bloqueo mayor, en la medida en que se ha ejercido simultáneamente en todas las esferas de su actividad. No comprendemos cómo puede esta medida defender la Universidad.
6. La noción de bloqueo compromete varias instancias que es necesario definir mejor. Una cosa es la alteración de la normalidad académica, otra la suspensión de clases, otra el impedimento de realizar cualquier modalidad de deliberación en el campus o de actividades académicas de orden pedagógico o administrativo.
7. En la actual situación, todos estos elementos se confunden y no son tratados específicamente. Una vez más, encontramos la ausencia de una voluntad de considerar la historia de la Universidad. Las circunstancias y los conflictos dados en el pasado no son consultados para ofrecer alternativas: invariablemente, la universidad termina cerrada y bloqueada.
8. El programa de Artes Plásticas había construido una dinámica de participación y debate que involucraba ampliamente a su comunidad: el edificio estaba abierto y habitado, sus espacios eran altamente deliberantes y la discusión académica constituía su cotidianidad. Esta condición ya no existe, al reducir la complejidad de la situación actual midiendo sus múltiples particularidades con el mismo rasero; así, se produce una vez más la pérdida de un espacio de diálogo en el cual el ejercicio de la comunicación -con todos sus riesgos inherentes, pero también con sus riquezas- pasaba de la posibilidad al acto.
9. Hoy en día, en cambio, nos enfrentamos a una cotidianidad que no contribuye a la construcción de sentido, el campus vacío, las fuertes restricciones las múltiples condiciones para el acceso y la ausencia de mínimos servicios básicos hace que este no sea un contexto digno para retomar el trabajo sobre los detalles de las reformas en curso, por lo cual no podemos asumir que estemos en normalidad, y más bien nos hacen volver a la reflexión acerca del sentido esencial y social de la Universidad en general y de nuestra Escuela en particular.
Los profesores del programa de Artes Plasticas*
*El comunicado lo firman hasta la fecha: David Lozano, Martha Combariza, Oscar Gutierrez, Gloria Merino, Luis Giraldo, Ramon Vanegas, Ramon Uribe, Guatavo Zalamea, Miguel Huertas, Margarita Monsalve, Maria Teresa Pardo, Omaia Abadia.