La reflexión de Saúl Sánchez sobre el viaje, los lugares de pertenencia, la identidad, el contexto y los trayectos, sólo por citar algunos de los temas o conceptos que se tocan a través de esta obra, me parece más que interesante. Sin embargo, creo que su fuerte sigue y seguirá siendo la pintura. Lo digo ya que las fotografías expuestas en la Alianza colombo francesa de Chicó carecen de fuerza tanto como obras, como registros. No sé si es por lo obvio de sus montajes o por lo poco dinámico de los ángulos. Planos aburridos y poco dramáticos en los que este maravilloso objeto color magenta está Ahí, aunque en realidad no lo está. No lo demuestran las sombras en las superficies y las sobre expuestas luces en las flechas.
Y no sé quien hizo el plotter de corte con su nombre pero poco o nada sabía de diseño gráfico ya que al poner una S gigante debía omitir la s pequeña. No lo hizo. Pequeños detalles que me demuestran que a veces estos ciclos son más un proyecto obligatorio en los que los curadores y organizadores no se esmeran en la búsqueda de nuevos artistas sino que se conforman con traer los que ya saben que les ha ido bien. Como quien dice: “más vale bueno conocido que malo por conocer”. Hay que cambiar eso.
1 comentario
Es decir, Lolita; -y para ser más exactos-, se escenifica aquí el dicho que mejor expresa la mediocridad: «Más vale malo conocido que bueno por conocer», lo que revela, -una vez más-; que en una inmensa minoría, en su mayoría; los curadores son, al igual que antaño se decía de los artistas, mediocremente creativos. También, máximo si lo que hacen es ser muy creativos al curar.
(¿Quién es el autor? ¿Quién el artista?)
De Saul, no puedo afirmarlo, pero; quizás se ha entregado al curador, porque dejó(?) su oficio para entrar en el juego de la validación cuasiautomática que da un medio como la fotografía hoy.
Me consta sí, su buen oficio; sin embargo, aunque sea su pintura hecha a partir de fotografías, y aunque a veces llegue a simularlas con éxito, no puede pensar que al hacer fotografía, él se encuentre ante el mismo problema de generar imágenes, con las herramientas necesarias para una fotografía producto del «buen oficio», con esa otra herramienta llamada cámara. Así pues, allí el virtuosismo (que sí existe, pero que también es más difícil de detectar) está absolutamente ausente, y su ausencia, revela de paso otra ausencia más seria….