Desde hace dos años que estoy de nuevo en el país, como profesor de artes veo con gran preocupación la confusión reinante sobre la investigación, sobre la teoría y sobre la crítica de arte que se lleva a cabo en Colombia.
A propósito de este debate en Esfera Publica, observo que muchas veces se descubren hoy propuestas reflexivas donde es evidente la falta de precisión tanto en la terminología como en los conceptos utilizados por los ensayistas más visibles.
A partir de la reflexión de Andrés Hoyos, desde mi punto de vista, creo también que existen algunos problemas y deficiencias bastante recurrentes en los ensayos críticos sobre arte que se dan hoy en Colombia, fallas que me gustaría enumerar a continuación:
1-Excesivo abuso de un tipo de argumentación donde se privilegia la oscuridad del discurso, para finalmente traer a colación ideas muchas veces más bien banales.
2-Excesiva confianza en un tipo de corriente intelectual que en el mundo anglosajón ha sido denominada «Estudios culturales» o «Antropología culturalista». Esta corriente intelectual actualmente tiende a acentuar su ingerencia en la reflexión sobre arte, pero cabe anotar que esto ocurre sobretodo en el tercer mundo y por consiguiente en Colombia.
3-Falta de claridad entre la diferencia de un texto de carácter literario y otro de carácter académicamente argumentativo: muchas veces se utiliza un estilo donde se mezclan indiscriminadamente estos dos géneros, para producir una serie de reflexiones que no son ni literatura ni análisis crítico.
4-Abuso del argumento de autoridad. Se citan autores y términos muchas veces a la moda, para hacer pasar juicios dudosos por argumentos de verdad.
5-Adherencia excesiva a cierto tipo de «relativismo estético», es decir adherencia a la idea por la cual no existe juicio estético valido alguno, pues toda obra de arte solo y únicamente puede ser analizada en relación a su contexto, a su cultura y a su autor. Se desconoce de esta forma los estudios científicos sobre la percepción humana y los análisis biológicos contemporáneos sobre nuestra condición particular como pertenecientes a una misma especie.
6-Confusión y falta de claridad sobre el desarrollo de las ideas en Occidente y sobretodo desconocimiento visible sobre las condiciones culturales que hicieron posible la emergencia del pensamiento de ciertos autores contemporáneos en Francia.
En ese sentido, en la crítica del arte que actualmente se lleva a cabo en Colombia, se da por entendido que la humanidad comenzó a pensar con autores como Michel Foucault, Gilles Deleuze o Jacques Derrida.
Volvemos aquí de ese modo, al argumento de autoridad, por el cual se cae en la ingenuidad de pensar que por citar cualquiera de los nombres anteriores y algunos otros – por ejemplo Lyotard, Foster, Kristeva y algunos más – se esta haciendo «teoría contemporánea».
Dimo García.
Maitrise Arts, Université Strasbourg II, Francia. D.E.A. Arts, Université Marc Bloch, Strasbourg Francia. Doctorado en Teoría y practica de las artes (en curso) Université Strasbourg II, Francia.