Hasta finales de la década de los noventa, gran parte de los debates sobre el Salón Nacional giraban en torno a los mecanismos de selección y premiación, vinieron luego las discusiones sobre alternativas al modelo expositivo, como la del Salón con curadurías y temas, con desarrollos como el proyecto Pentágono y el Salón realizado en la Estación de la Sabana con el tema de la memoria.
Desde que se implementó el modelo curatorial hace cerca de cinco años, los debates siguen teniendo un carácter estructural donde se cuestionan –como sucedió en el último salón- decisiones curatoriales que afectan la museografía y visibilidad de los proyectos regionales.
Estas discusiones se dan una vez se abre el Salón al público y cuando ya no es posible hacer ajustes al evento en curso, por lo que terminan aplicándose, si es el caso, al siguiente esquema del Salón.
Por esta razón, y con el ánimo de propiciar una discusión antes de su apertura al público, en el último magazine de esferapública se hicieron una serie de entrevistas con algunos curadores de los últimos Salones Regionales y el director del 42 Salón Nacional.
El objetivo era articular una reflexión sobre temas como el diálogo entre los curadores de los Regionales y el Nacional, el problema de la visibilidad, la curaduría internacional y generar un espacio para que el Comité Curatorial tuviese en cuenta observaciones y críticas para implementar, en caso de considerarlo pertinente, ajustes a este evento antes de abrirlo al público y no después, cuando ya todo está consumado.
Del Salón de Curadores al Salón de Artistas
Una vez se abrió el Salón Nacional el pasado mes de noviembre, continuó la discusión sobre su producción y aparecieron otros temas como el que el que propuso la Ministra de Cultura cuando afirmó en una rueda de prensa que “tenemos toda la percepción, que es compartida por un grupo significativo del país, que los Salones Nacionales de Artistas ya no son propiamente de artistas, sino de curadores”
Es cierto que desde que se inició el modelo de Salón con curadurías se ha destinado un presupuesto importante a la investigación curatorial y desmontaron los premios, lo cual transmite la idea de que se hubiesen eliminado los estímulos a los artistas.
Sin embargo, en el modelo anterior del Salón los estímulos a la creación (premios) eran otorgados por un jurado. En el actual, estos estímulos a la creación (bolsas de trabajo) son distribuidos por los curadores.
En el Proyecto de Artes Visuales del Ministerio de Cultura para el 2010 se le dió un lugar relevante a los estímulos a la creación, los cuales se otorgaron a través del Programa Nacional de Estímulos (Becas de Creación), los Salones Regionales y el Salón Nacional.
Cada una de las nueve investigaciones curatoriales recibió un rubro de cuarenta millones ($40.000.000) para apoyar a sus artistas con bolsas de trabajo. Si a futuro se logra incrementar este rubro y se hace visible en la convocatoria de los Salones Regionales que hay un apoyo a los artistas, el Salón va a resultar más estimulante para los artistas.
En relación con el modelo de Salón anterior ¿no es un mayor estímulo a la creación que todos los artistas participantes reciban por igual una bolsa de trabajo en vez de que tres artistas se lleven un jugoso premio?
Es cierto que los artistas necesitan un mayor estímulo, incluidos los de mediana y larga trayectoria, ¿por qué el Ministerio de Cultura no lidera un proceso de concertación con otras instituciones del Estado y la empresa privada para incrementar el presupuesto de los estímulos a la creación y hacer que participen en el Salón artistas de todas las generaciones?
Si esto no se lleva a cabo, los más posible es que para fortalecer el apoyo a los artistas se reduzca el presupuesto y el papel que juega en los salones la investigación curatorial. En ese caso estaría el Salón Nacional en proceso de convertirse en un evento por convocatoria en que veinte o treinta seleccionados por un jurado recibirían una importante bolsa de trabajo para llevar a cabo sus propuestas.
Curar o producir
Dentro de los procesos de descentralización que han llevado a cabo las entidades del Estado durante los últimos años, el Ministerio de Cultura ha pasado de producir eventos que apoyen las manifestaciones artísticas a estimular los procesos de creación e investigación.
En este contexto -y con la implementación del modelo de Salón con curadurías- el Ministerio de Cultura creó estímulos para la investigación curatorial y trasladó con ello parte de sus responsabilidades en temas como la gestión y producción de los salones.
De esta forma, los proyectos curatoriales asumieron una serie de funciones que en realidad son competencia de otras áreas, pues un curador –en especial el Comité Curatorial del Salón Nacional- no tiene por qué estar capacitado para emprender labores de producción de exposiciones y concertación de presupuestos con la empresa privada y otras entidades del Estado.
Aunque para esta versión de los Salones Regionales los límites entre producción e investigación curatorial estuvieron más claros y se contó con un mejor apoyo, es urgente instituir una oficina de producción, así como de elaboración de un portal con documentación de los Salones Nacionales en medios electrónicos.
Igualmente, una vez se asigna a un Comité Curatorial la realización del Salón Nacional, se le debería dar un tiempo suficiente para implementar su propuesta. Hasta la fecha, este Comité debe realizarlo en menos de un año y sin el apoyo de un equipo de producción profesional que lleve a cabo la compleja labor logística y de planeación que implica un evento de estas dimensiones.
Esto hace que todo el proceso de llevar a cabo el Salón afronte innumerables problemas de organización (1) y terminen los curadores exhaustos luego de sortear las dificultades y tensiones que surgen por la falta de experiencia del Comité Curatorial en términos de producción, que va desde conseguir los espacios de exposición para cada curaduría regional, planificar y ejecutar el presupuesto de acuerdo a los procesos burocráticos propios del Ministerio de Cultura, solucionar los requerimientos de cada propuesta curatorial y concertar los apoyos presupuestales de otras entidades como gobernaciones, alcaldías e instituciones culturales.
Documentar, archivar y divulgar
En relación con la cultura de archivo y documentación el Ministerio de Cultura emprendió desde el 2010 la digitalización de documentos, catálogos, diapositvas, fotografías y material gráfico del Centro de Documentación de Artes Visuales que llevará a la puesta en marcha de un centro de documentación del Programa Salones (2).
Sería de vital importancia que este espacio de documentación sobre los Salones se pudiese acceder por Internet, de este modo aquellos que siguen los procesos artísticos (estudiantes, artistas, docentes, investigadores, periodistas, coleccionistas) se enterarán de lo que ha sucedido en los distintos Salones y, lo que es más relevante, se convertirá en un archivo de consulta permanente.
A esto se suma el hecho de que el Salón Nacional se ha descentralizado en el tiempo y en el espacio: ocurre en varios lugares y varias ciudades, lo que hace muy difícil visitarlo, hacerse una imagen global del evento y entender dónde, cuándo y cómo sucede, pues hay varios seminarios previos, extensiones curatoriales, procesos in situ y encuentros académicos.
Aunque hay grupos en Facebook que llevan el nombre de “Independientemente” y está el blog “Salones de Artistas” no hay un portal donde se presente -una vez se abre el Salón- el registro organizado en imágenes y texto de las exposiciones del Nacional y los Regionales (3).
A nivel de mediación con pequeños grupos es necesario destacar la labor realizada por la Escuela de Mediadores que el Comité Curatorial ha puesto en marcha para crear vínculos entre distintas comunidades y el Salón Nacional, de esta forma sus propuestas van generando relaciones y construyendo públicos a través de talleres y ejercicios de mediación en colegios, casas e instituciones culturales, así como visitas guiadas a las distintas exposiciones del Salón.
Artistas, estímulos y procesos in situ
Además de las exposiciones y los temas curatoriales, otro proceso que necesita un buen registro y presentación en la web es el de los artistas invitados a realizar trabajos in situ en cada una de las ciudades anfitrionas. En principio, parte de la documentación de estas experiencias –imágenes, textos, videos- se presentó en las exposiciones, otras se verán en el Encuentro de Lugares el próximo mes de febrero.
Estos artistas hacen parte del programa de los DAE (Desarrollo Acompañamiento Extensiones) que según el texto curatorial de Maldeojo concede un apoyo económico a propuestas desarrolladas por artistas de “proyección nacional o pasante académico que sirva de resonancia a las extensiones curatoriales en las ciudades anfitrionas. El invitado por el programa de los DAE, desarrolla una propuesta creativa, de carácter abierto y experimental y cuyo fin contemple la participación y o formación de público con una duración de tres días”.
Con el programa del DAE los curadores del Salón Nacional enfrentan el problema de la poca convocatoria que ejerce el evento en artistas de mediana y larga trayectoria, lo que ha llevado a que sean los artistas jóvenes y recién egresados los que más participen en las convocatorias de los Salones Regionales.
A finales de noviembre del año pasado asistí, invitado por el Ministerio de Cultura, a la inauguración del Salón Nacional en Santa Marta (4) -en esas fechas publiqué Escenas del Salón , video recorrido con breves testimonios de artistas y curadores- donde algunas curadurías utilizaron los recursos del DAE para apoyar proyectos de proceso, como fue el caso de MicroMACRO con las propuestas de Rolf Abderhalden, Santiago Escobar y Libia Posada.
Dentro de los trabajos presentados en el marco de este programa durante el mes de noviembre en Santa Marta, me llamó especialmente la atención lo que sucedió en el Liceo Celedón con la propuesta de Rolf Abderhalden por la forma como abordó un tema que, además de las reacciones que generó al interior del plantel, hizo visible el carácter abierto y plural de esta tradicional institución educativa de Santa Marta.
En una fase inicial este artista dispuso en uno de los espacios del Liceo su obra “De carne y hueso”, performance instalación sobre el arte del transformismo que ya tiene su trayectoria: recibió inicialmente un apoyo económico por parte de la Universidad Nacional y participó en el Festival de Performance de Cali.
Como lo señala Abderhalden, su interés por los shows de transformistas interpela directamente su práctica del performance. Conoció a Lynda Lucia, Charlote y Cristal en distintas presentaciones y concursos de transformistas en Bogotá.
El trabajo tomó forma a partir “de encuentros, conversaciones, documentos, viajes y recorridos por el mundo del transformismo, donde la esfera íntima de tres transformistas es atravesada por la esfera pública y la dimensión política de su presencia en el espacio de la ciudad” (5).
A partir del debate e interés que suscitó en el Liceo, el trabajo inicial de Abderhalden desbordó las expectativas del artista al ser apropiado por otras personas que decidieron organizar un reinado en el patio del Liceo para seleccionar el Artista del Año del transformismo.
El evento llamó la atención de estudiantes, docentes y personas cercanas al colegio, unos se habrán preguntado por qué se presenta -así se encuentre en periodo de vacaciones- un show de transformistas en un plantel de menores, otros señalaron la forma abierta y no excluyente como el plantel abordó y apropió la propuesta de Abderhalden, entre ellos, el periodista Cristian Valencia quien publicó en las páginas editoriales de El Tiempo su artículo Mi Liceo Celedón es tu Liceo .
Una vez tienen lugar los eventos in situ ¿se cierran los procesos y se dan como hechos cumplidos?, ¿además de las imágenes hay alguna reflexión o relatoría que acompañe a estos procesos y se comparta tanto con la comunidad implicada como con los públicos del Salón Nacional?
Es aquí donde entra en juego el tema de la documentación, la postproducción y la forma como se presentarán estos procesos en el Encuentro de Lugares, concebido por el Comité Curatorial como “el espacio en el que se podrán observar los resultados de esta movilización artística en el Caribe colombiano, a través de exposiciones regionales, una muestra internacional y una agenda académica de conferencias y debates alrededor de las prácticas artísticas contemporáneas”.
Antes de que se inicie el debate sobre el Salón Ideal –el 42SNA aún no termina- sería importante que todos aquellos interesados en este evento pudiesen acceder a sus procesos a través de la red, más aún si se ha hecho tanto énfasis en pensar el Salón Nacional como lugar de relaciones y diálogo entre distintos territorios, comunidades y públicos.
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Jaime Iregui
(1) En el proceso de producción del Salón Nacional actual se dieron otras variables que intensificaron aún más sus problemas de organización: el cambio de gobierno, la ley de garantías y la interinidad de Area de Artes Visuales del Ministerio, la cual no tuvo Director de Artes ni Asesor de Artes desde junio hasta noviembre del 2010 .
(2) Según el Proyecto de artes Visuales del 2010 se asignó un presupuesto de $33.000.000 para levantar el archivo de los salones nacionales: “Para el 2010 se busca intensificar esta acción mediante el levantamiento de un archivo-centro de documentación sobre el Programa Salones, entendido este como un patrimonio vivo de la cultura y las artes del país. Se trata de continuar esta labor e incrementar acciones de digitalización, montaje de archivo físico, etc.” http://salonesdeartistas.com/2010/03/proyecto-artes-visuales-2010/ consultado el 12 de enero de 2010
(3) El Área de Comunicaciones del Ministerio de Cultura afirma que a partir de la tercera semana de enero se actualizará el portal del Salón Nacional con imágenes y textos de sus exposiciones. Este tipo de información la necesita el público desde el inicio del evento y no al final. Durante los meses de noviembre y diciembre el portal salonesdeartistas.com funcionó básicamente como archivo de comunicados de prensa. En su menú lateral había una galería de Flickr con sets de imágenes de los Laboratorios desde el 2005, un set de 21 fotos de los pasados Salones Regionales y otro set de 72 imágenes de los últimos Salones Regionales. Cada set se podía recorrer, pero no había información sobre la imagen y el Salón al que pertenecían.
(3) En Santa Marta se presentaron cuatro proyectos curatoriales y el Comité Curatorial -a cargo de Maldeojo- organizó un recorrido inaugural el 26 de noviembre para visitar Micro-macro (Zona Centro Occidente, curaduría de Fernando Arias), La Perseverancia (Zona Centro, curaduría de Mariangela Méndez), (Claudia Bueno y Carlos Cortés) y De aquí del otro lado (Zona Oriente, curaduría de Germán Toloza y Eduard Martínez). Como ya se ha señalado anteriormente, cada proyecto curatorial redefinía su propuesta de cara al Salón Nacional, bien haciendo una selección de lo presentado en sus respectivas regiones o haciendo una nueva curaduría, como sucedió con los proyectos de la Orinoquía y la Zona Centro.
(4) Tomado de la presentación del proyecto en la página web de la curaduría MicroMACRO. http://www.masartemasaccion.org/proyectos.php?pro_pk=29
3 comentarios
Es bien notoria la falta de centralización de la información, esta se producía fragmentada y en la medida que se implementaban los pasos y provenía de diversas fuentes…
Tal vez el sentido del tema promocional de Sistema Solar tuvo la capacidad de síntesis suficiente para generar la espectativa correspondiente, más no suficiente para cumplir su cometido y la prueba de ello estuvo en la rueda de prensa con la Sra. Ministra donde los comunicadores samarios no teníamos la información completa porque sencillamente el ministerio con sus flamantes equipos de prensa trabajó para sí y para sus memorias que se verán posteriormente a la hora de los balances de gestión. Este punto es necesario destacarlo ya que se hizo notorio en una nota de Victor Hugo en su BLOG DE ARTISTA ZONA ORIENTE el «despiste» de la prensa local que hablaba un lenguaje general -el que hablan sus lectores,televidentes y escuchas- Todo ello pese a los intentos del grupo de comunicación del Museo Bolivariano -sede del evento también- O de los amables intentos de Mal de Ojo. Pero la verdad al Ministerio le faltó decir: Esto es y Acá está, es más no lo ha hecho aún.
Me parece muy bueno, por oportuno, por coherente e informado, el balance histórico que ha hecho Jaime Iregui de la etapa abierta por las curadurias en el Salón nacional. Contribuye a matizar la afirmacion de la flamante ministra de cultura de que existe una opinión mayoritaria que cuestiona la transformacion del Salón en un Salón de curadores y no de artistas, como si durante todos los años recapitulados por Iregui no se hubieran expuesto, tanto en los regionales como en el nacional, obras de los artistas sino apenas las entelequias de los curadores. Como si muchos de los curadores no hubieran sido artistas que habían asumido que curar, que ‘componer’ una muestra colectiva, puede ser hoy una forma de expresión artística. Idea y práctica que no son enteramente nuevas porque en el siglo XIX – el siglo de la ¨ explosión ¨en Europa de los museos de bellas artes – el cuidado de las colecciones y la composición de las exposiciones permantes de los fondos de dichos museos se encargaron con frecuencia a pintores o a escultores. Sólo despues vinieron los historiadores del arte y/o los funcionarios y gestores culturales.
Subrayo finalmente la importancia del llamamiento de Iregui a expandir y fortalecer las plataformas digitales y on line que nos permitan a los aficionados e interesados acceder a toda la documentación e informacion disponibles sobre los salones pasados, presentes y futuros. Se ha hablado tanto de la ‘memoria’ en los últimos años que hasta Beatriz González se queja de los abusos cometidos en su nombre. Pero, poco, muy poco en comparacion, de los medios con los que es indispensable contar para impedir que siga imperando en nuestra cultura y en nuestra historia la amnesia. Las sugerencias de Iregui en torno al archivo y la documentacion del Salón son una valiosa contribución al combate contra la misma. Ojalá el ministerio de cultura tome nota y decida ponerlas en práctica.
Artículo publicado en El Espectador acerca de la obra presentada por Libia Posada en el 42 Salón Nacional de Artistas, Curaduría ‘MICROmacro’:
http://www.elespectador.com/impreso/cultura/articuloimpreso-241530-mi-cuerpo-mi-territorio