Un testigo parcial y casual. Tan solo me gustaría aportar un posible punto de vista de un tercero (lector casual como yo y asistente en una de las conferencias de Pablo Helguera), en este caso las cosas que se me ocurrieron al leer la respuesta de Pablo Helguera a Lucas Ospina. Después de leer el texto de Lucas en un periodico que circula el Departamento de Arte de la Universidad de los Andes (el casi siempre bueno «González»), pensé que la idea de usar una fábula resultaba muy acorde con la mejor interpretacón del medio del ARTE. Además de ser diplomática, poética y elegante, cabe anotar que no noté en ella nada de indirecto. Le pregunto a Pablo Helguera: ¿que debería ser en arte (aunque mi pregunta se podría extender fuera de ella) una crítica normal?, ¿se refiere a formal y acartonada?, si es el caso, me parece un poco fuera de lugar y vergonsoza tal exigencia.
Como la opinión es libre y un proyecto como del que se está hablando naturalmente lo tiene muy claro, me parece igualmente viable que un observador enfoque su atención a los temas propuestos por el proyecto como al mismo proyecto por hablar del presente caso, ya que en teoría al observador le surgirán preguntas sin en verdad decidirlo y si las comparte es muy probable que alquien mas le interesen, en la forma que sea. Finalmente considero que si Pablo Helguera no hubiera tenio tantos inconvenientes para consolidar su travesía, hubiera podido atender de mejor genio y por ende con más sapiencia la opinion de Lucas. Es entendible el motivo de su agitación.
Cesar Camilo Realpe