Debo decir antes que nada, que habiendo aplazado los últimos dos semestres en mi carrera de artes en la nacho, no puedo hablar como una actor, sino más bien, como un espectador afectado.
Y esto me resta concoimiento directo de las cosas pero también me concede cierta perspectiva.
Son varias las personas que han criticado a Zalamea y entiendo que ante la gravedad de esta reforma, los ánimos se caldeen, pero un hecho que nadie puede negar es que el director de la carrera de artes plásticas es una de las personas con mayor trayectoria y sentido político que ha pasado por ese cargo en los últimas décadas. Tampoco se puede negar que Zalamea es un caballero, con un talante a prueba de la grosería que manejamos muchas veces en la nacho cuando estamos desesperados por la situación que cada día se presenta mas angustiante, y de la cual algunos se agarran para acudir a la violencia verbal y física tan improductivamente.
Por eso me parece de un inmenso valor que una persona como Camilo Calderon tenga el valor de dirigir esta carta abierta en medio de un ambiente tan polarizado. Valdría la pena que esta carta estuviera tambien en las paredes del edificio de artes.
Por otro lado ya me venía pareciendo absurdo que nadie se pronunciara sobre lo que esta pasando en la U.N. y en especial con la carrera de artes. Cuántas veces se gasta teclado en este espacio para hablar de cosas menos pertinentes… sí, es un reproche.
Al respecto lo único que puedo aportar es que la reforma tiene como todo su más y su menos. Lo primero es que en la nacho muchas personas se echan siete y ocho años para terminar una carrera y a veces ni se graduan, también es cierto aquello del ‘exceso de informarción’, no digamos conocimiento, que no lo es, en carreras que perfectamente duran cuatro años en cualquier otra universidad de Bogotá. Lo de los créditos pues es clave y no vamos a decir que es malo solo porque es importado. Y otra cosa que Caro deberá recordar de su paso por la U.N. es que como en toda entidad estatal, son varios los que tienen sus feudos y se oponen con uñas y piedras a soltar su terrenito, eso no es un secreto para nadie, como no lo son las trabas que se ofrecen a cada cambio (la U.N. lleva decadas aplazando la creación de una carrera de artes escénicas) como menos secreto es que hay profesores que son mas malos que pegarle a la mamá y que se quedan eternamente en la nacho hasta que los pensionen sin que se pueda hacer nada (una minoria, afortunadamente).
Ahora, los menos. Los créditos no pueden ser 160 ni 180 por carrera, eso es absurdo, al menos 220 que es el promedio en Europa. Lo de los trimestres, medio catastrófico porque es empujar solo con afan, una cosa es que una carrera como artes quede de nueve semestres, que prefectamente puede quedar porque el ultimo año de carrera se desperdicia con mucha frecuencia, y otra es que le embutan a uno diez semestres es tres años y medio.
Lo otro es que sí, casi todo viene de arriba, digase uribe et orbi. Eso tambien es clarísimo, la desgracia del TLC tambien acá repercute. Por eso decía mas arriba que la situacion se veía cada ves mas preocupante, porque al final lo que va a pasar con este pais es que después de ocho años de Uribe, el pais se dará cuenta que la guerrilla si quedo golpeada pero que la gerra no se acabó, porque Colombia no es uno de esos paises pobres donde la gente se aguanta tanto.
Lástima que a esta gente por ahora, le sobreviva la adoracion por Uribe a pesar del hambre y la miseria.
Luis Daniel Abril