El artista, Sebastián Pérez, autor de la instalación escultórica bautizada Machines, Monsters y Engalles, llegó sorpresivamente hoy a la sede de la Alianza Francesa del centro de Bogotá, y saltando de una esfera de metal color verde rana, vestido con su traje de super-star comprado en San Victorino, se abalanzó sobre la escena de los dinosaurios armado con marcadores y tinta fluorescente y les dio de comer lechugas y algas de cristal. Además sembró en los muros otras bestias, le dio pedal a la móvil, abrió un paraguas destelado, sopló los peluches, pulió las esferas, y encendió bombillos de luz negra. Al lado, dos niños coreaban una canción en francés mientras una batidora hacía jugo de guanábana. En la puerta, el hombre del carrito de dulces repartía chocolatinas con dibujitos, a sus pies un perro soñaba que comía un hueso. En la vidriera se reflejaba el cerro de Monserrate con su iglesia sin el Señor Caído, una pareja se besaba entre las esferas florecidas y los transeúntes detenían su marcha para ver este paisaje zoo-onírico, cinético, mutante, pintado en rechinante tecnicolor. En la estación de transmilenio los viajeros miraban sorprendidos la explosión de engalles y las piruetas del muchacho vestido de estrellas. Así como llegó desapareció. DJ.