Jorge Acero, Sin Título (para Andrés Felipe Bernal), 2001-2010, 35mm. Imagen de la exposición El hueco que deja el diablo* Capítulo 1 (Jorge Acero, Herling Ferla, Verónica Lehner, curaduría de Érika Flórez). Sala de proyectos universidad de los Andes, marzo 26-abril 18 de 2014, Bogotá.
“… y tengo la impresión de que esos mensajes contienen letra pequeña en abundancia: la leemos en las inmediaciones del nuevo siglo.”
“-¿Cuándo me va a regalar una pintura, mami, un bodegón bien lindo pa’decorar la sala-comedor?
“-Claro mami, cuando quiera. De una.”
Conversación entre Verónica Lehner y Erika Flórez
Como se aclara en varios de los dispositivos informativos del proyecto, éste hace parte de la investigación Desde el malestar (Érika Flórez-Juan Sebastián Ramírez, 14 Salones Regionales de artistas (zona Occidente)). Es decir, amplía un inventario de prácticas que comenzó hace dos años y se ha caracterizado por la reunión de propuestas –aun- no bastante explotadas por los promotores del arte-perpetuamente-emergente-del país. Y también parece la exposición de trabajos de un mismo artista.
En El hueco que deja el diablo* Capítulo 1, el minimalismo común a los trabajos seleccionados crea una mezcla homogénea que, de no seguir las fichas técnicas podría perder al espectador descuidado en la ilusión de estar escuchando el mismo tono. Un ruido blanco que funciona como estilo. Obras de tres productores de una ciudad no necesariamente en contacto permanente, pero con un mismo acento. Si quiere leerse desde una perspectiva pre-presimismo Peterbürguiano, habría aquí una escuela: un grupo artístico cuyo manifiesto se encontraría en los impresos que se exhiben como una obra más.
La mirada de Erika Flórez intenta mostrar trabajos que superen la literalidad y el sensacionalismo que algunos curadores le exigimos al arte producido en esa región. Reúne trabajos que “no retoman el gótico tropical, no hablan del terror de clima caliente, no hay vampiros ni mitos tropicales, ni tampoco usan coca y hojas de coca para hablar de la coca”, y a la vez traza las marcas de una cotidianidad con la que trabajan los productores seleccionados y que está en la ciudad: la metáfora cruel/pragmática del humano que acoge a un animal, le brinda cuidados y/o cariño para devolverlo a la calle.
Además, hay un enfoque sociológico que pareciera no haber sido contemplado. Flórez quiere entender la metodología de cada artista, examinando las acciones que condujeron a la realización de las obras. Y por esa vía termina indagando en torno a nociones caras a la sociología del trabajo (uso de la vida despierta, estrategias de producción, utilidad de la repetición, atención al destino de los productos). Pautas dirigidas a la realización de unas obras que efectivamente se desligan de la representación y lo representativo como lenguaje/camisa de fuerza temática del arte contemporáneo colombiano. De otro lado, un trueque con el formalismo que deriva en un reclamo político. Flórez y Lehner:
“F: Es muy loco la manera en que este proyecto se ha ido dando de una manera muy orgánica. Al comienzo yo sabía que quería hacer unas publicaciones de artistas en Cali, peor nada más. Lo único que tenía claro era que como en Colombia, y en Cali, hay una cosa muy fuerte de trabajar un tema político, explícito o pretender hacer denuncias o representar temas violentos…
L: Es que hay mucha representación.
F: Sí, exacto.
L: Y yo peleo mucho con eso.
F: Y con el proyecto Desde el malestar, se trató de subvertir un poco eso, peor todavía había mucho de representación. Lo que yo quería con esta serie de publicaciones era algo así como hacer una mini-compilación de ‘artistas del silencio’.
L: Ya entiendo porqué Herling y Jorge Acero.”
En el caso de las piezas, pueden notarse los encuentros respecto a las estibas y cajas pintadas y fotografiadas de Lehner, donde se propone el concepto “serialidad imperfecta” para definir su tarea de recoger un objeto elaborado para almacenar cosas, intervenirlo y botarlo. También, Flórez se implica en el desarrollo de la hipótesis sobre la utilidad del esfuerzo y en uno de los cuadernillos señala que presentará un mismo ensayo creciendo y siendo corregido a la vista del lector, con tachones, adiciones, palabras subrayadas y comentarios que mostrarán “capas nuevas que van apareciendo con cada nuevo intento.” (Como si pintara. Y lijara lo pintado. Y volviera a pintar. Y se le perdiera la pintura luego de un mes de no hacer nada con la obra. Y cuando la encontrara estuviera seca. Y comprara otra. Y a pesar de tener la misma referencia de fábrica, el color no coincidiera. Y pintara.)
Hizo falta el enfoque hacia el trabajo de Acero. (O no lo encontré o no busqué bien en la exposición). Pero éste es el capítulo 1, de pronto en los demás haya un análisis sobre su trabajo. Ojalá. O quizá ¿no basta con las fotografías?
–Guillermo Vanegas
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Sincronicidad (sin-, del griego συν-, unión, y χρόνος, tiempo) es el término elegido por Carl Gustav Jung para aludir a «la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal». «Así pues, emplearé el concepto general de sincronicidad en el sentido especial de una coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal, cuyo contenido significativo sea igual o similar». Para evitarse malentendidos «lo diferenciaré del término sincronismo, que constituye la mera simultaneidad de dos sucesos».
Al leer su texto se me ocurren un par de ideas:
-Que el termino”apropiacion”, derivo o se expandió hacia algo mas metafisico, recorde a jung y su teoría de la Sincronicidad:”…la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal.”
“…de una coincidencia temporal de dos o mas sucesos relacionados entre si de una manera no causal, cuyo contenido significativo sea igual o similar”.
-A la salida de una exposición en una galería aquí en Cali, comente que dos de los artistas exhibieron dibujos de pequeño formato, dibujos de perros interactuando con figuras geometricas, anote también que C. A.dibujaba lobos y poliedros, y hasta llegue a citar el grabado Melancolia de Durero, en el que claro, hay un perro y un poliedro.
Herlyng Ferla Y Ericka estaban allí, y alguien le pregunto por su perro Maybe no se si habia una figura geometrica cerca. EL HUECO QUE DEJA EL DIABLO, puede ser ese estrecho espacio en el que estas cosas ocurren.