Señor(a) Boom:
Es risible ver cómo usted y yo nos enfrascamos en una peleíta de la cual sólo se benefician, según usted, la corte de diez años de la gerencia de artes anterior, y según yo, los nuevos funcionarios que aun no se sabe quiénes son, peor cuya jefa ya está en actividad. Nuestras diferencias no resultan más que malas caras en el salón de clase (o de exposiciones, en este caso).
Le hago una aclaración: su imagen de escudero(a) es la de un(a) Sancho(a) Panza mercenario(a), dispuesto(a) a ofrecer sus servicios de arrastre en procura de un arribismo burocrático que (no lo entiendo) ejerce bajo la protección de un pseudónimo: si quiere ser reconocido(a) como defensor(a) de los derechos de quienes usted considera “dueños naturales” del poder en el sector cultural de Bogotá, no entiendo porqué lo hace sin que se le reconozca públicamente. (¿Teme ser nombrado(a) como gerente sucesor de la “corte de 10 años”?)
Si usted quiere incluirme en la nómina de “La montaña mágica” de la Alzate, le comento que no me interesa. Todavía puedo hablar por mis propios medios y la ventriloquía me parece una ciencia difícil. Tan difícil que para aprenderla debería recibir un salario mejor de las miserias que pagan allá para poder pagarme un buen instructor. Pero el tema no tiene que ver conmigo, sino con quienes podrían hablar. Hasta donde sé, ninguno de los que trabaja en la curaduría de allá está dispuesto a atacar directamente a su jefa. Como creo que eso usted lo sabe pero se niega a reconocerlo le pregunto ¿Es una opción el silencio cómplice de Guillermo Vanegas, como asistente de curaduría de esa institución? ¿Es una opción el trabajo juicioso (juicioso como el de quien hace bien la tarea) de Jorge Jaramillo, al dedicarse a seguir inaugurando exposiciones en la interinidad en que está la secretaría dentro de esa institución sin pronunciarse al respecto? ¿Serán ellos dos quienes releven a “la corte de 10 años” en una esquema de continuismo ceronista? O ¿Se dedicarán a hacer el trabajo sucio de Ana Alzate, en un nuevo esquema autocrático? Por lo que se ve, están dispuestos a hacer esto último sin ponerse a pelear con nadie allá (o sin arriesgar su cargo, que es lo mismo). Problema de ellos.
Antes de terminar le recomiendo que para conocer todos los intríngulis del asunto, es necesario antes que nada que deje de leer tanta prensa española y se acerque al pasquín de la alcaldía llamado “Ciudad Viva”(creo que se publican 7000 ejemplares, dicen. Tal vez pueda encontrar uno cuando vaya a reunirse con Ana Alzate), en cuyo último ejemplar se habla de la reforma administrativa para el sector de la cultura y el deporte. Si quiere, también puede llamar al conmutador de la Fundación Alzate (en el directorio telefónico aparece como 2829491) y preguntar (es simple, nadie la(lo) va a castigar por hacerlo) quiénes son los gerentes de artes, literatura y arte dramático. Si quiere, también puede preguntar si alguien sabe allá qué pasa con la secretaría de cultura, cuándo va a empezar a funcionar, etc. Cosas básicas. Luego de que averigüe todo eso, guárdeselo y no se lo diga a nadie, para no hacer alarde de estar muy bien informado(a) ni de conocer los intríngulis del asunto y de no poner en discusión un tema en una comunidad que no tiene nada que ver con esa fusión, ni con su dirección. De hecho, si se caen las pocas estrategias de fomento dirigidas hacia el sector de artes (de las que, no sé porque lo pienso, pero creo que usted habrá recibido algún dinero), no importará, porque esa plata “naturalmente” el gerente que llegue y su corte y la directora de la Alzate la sabrán invertir en actividades que personas como usted les dirán al oído.
Ivan Espitia