Respuesta a Business is Business: especulación y mercado en la obra de Óscar Murillo

El mercado global esta valorando a Murillo como un artista global independientemente de su nacionalidad. Posiblemente si el mercado estuviera haciendo una valoración de su nacionalidad, estaríamos viendo una actividad limitada a las subastas de mercado latinoamericano, como de hecho sucede con los artistas modernos Latinoamericanos mencionados por el autor. En otras palabras: el aspecto colombiano en este caso parecería ser irrelevante.

Introducción

El texto titulado “Business is business: especulación y mercado en la obra de Óscar Murillo” por el investigador y curador independiente Halim Badawi evalúa el mercado actual del artista de origen colombiano Oscar Murillo con base en los resultados de la subasta “Post-War and Contemporary Art” de Christie´s en Londres.  Alguno de los aspectos que Badawi cuestiona en su texto son: la formación de precio, el respaldo al valor de la obra (diferente a precio), y los jugadores de este mercado y sus motivaciones. Badawi utiliza estos puntos para hacer un análisis general del mercado global de subasta actual y en el cual concluye que las obras de arte vendidas en subasta son esencialmente mercancías, incluyendo la de Murillo, cuyo precio se forma de la especulación de sus participantes. Este texto amplia algunas observaciones pertinentes hechas por Badawi, y contribuye con información nueva para precisar algunos de sus hallazgos, así como para aclarar algunos puntos desarrollados en su análisis.  Este texto, sin embargo, no va a discutir el valor artístico de la obra en cuestión, ya que la manera  en que esta planteado este punto en el texto deBadawi es subjetiva.

Clasificación de subastas

El mercado global de subasta es complejo y esta diversificado. Solo para efectos de este texto, pensemos en un sistema de clasificación del mercado del arte  en términos de alcance global (es decir obras ofrecidas y coleccionistas) y precios.  En dicho sistema, las subastas de arte contemporáneo y posguerra que realizan Sotheby´s, Christie´s y Phillips en Nueva York y Londres son subastas de categoría A. En la categoría B se incluyen las subastas regionales América Latina (solo en NY), Medio Oriente (Londres, Dubai y Doha), y Rusia (Londres) – China es otra historia que no vale la pena discutir en este texto. La clase C son las subastas por segmentos nicho que incluyen fotografía y diseño.

El hecho de que esta obra de Murillo se hubiera ofrecido y subastado en la subasta de arte contemporáneo de Christie´s, en vez de la subasta de arte Latinoamericano (en la que también se ofreció una obra de Murillo el mes pasado) indica:

  • El mercado global esta valorando a Murillo como un artista global independientemente de su nacionalidad. Posiblemente si el mercado estuviera haciendo una valoración de su nacionalidad, estaríamos viendo una actividad limitada a las subastas de mercado latinoamericano, como de hecho sucede con los artistas modernos Latinoamericanos mencionados por el autor. En otras palabras: el aspecto colombiano en este caso parecería ser irrelevante.
  • Que el mundo del arte internacional si sabe quien es Oscar Murillo, así sea un desconocido para el autor y su definición de mundo del arte. Esto lo reconfirma el hecho de que Phillips también ofreciera y subastara exitosamente otra obra de Murillo un día después de la venta en cuestión.
  • Que la comparación del desempeño en subasta de Murillo con la de aquellos artistas Latinoamericanos (Botero, Lam, Matta, etc), que se venden en las subastas regionales (clase B), es un análisis altamente cuestionable porque se están comparando dos mercados completamente distintos en términos de estructura, tamaño y composición.

El precio del Murillo

La primera observación sobre el texto de Badawi es que el precio real en el que se vendió la obra de Oscar Murillo es $322,708 – aproximadamente 70 mil dólares por debajo del precio publicado en Christie´s, el cual incluye el “Buyer´s Premium”. Las casas de subastas tienen la costumbre de publicar estos precios por una razón muy sencilla: suena mejor.

Esta diferenciación es de vital importancia si se va analizar el resultado según los estimados de pre-venta, los cuales no incluyen este costo adicional de hasta el 20% sobre el precio martillo. Como se menciona anteriormente, dicho análisis es altamente cuestionable porque se están analizando dos valoraciones distintas. El hecho de que el precio martillo superara en un 82% el estimado máximo de pre-venta, da pie a algunas de las preguntas relevantes que bien se hace Badawi – a pesar del tono –, sobre las motivaciones de los compradores: ¿este precio esta reflejando un crecimiento en la valoración social sobre la obra de Murillo o es un indicativo de especulación? De cualquier manera hay que tener en cuenta que en la sala de subasta hubo al menos dos personas en los  últimos segundos que hicieron una valoración similar de su obra.

También hay que evaluar la verdadera magnitud del precio que estamos discutiendo. Aunque para nosotros, de manera individual sea un precio enorme, vale la pena tener en cuenta que las subastas clase A desde junio 2011 a junio 2013 han visto su mayor actividad concentrándose en los segmentos de obras superiores a $1 millón (conocidos como el “top end”) y $10 millones (conocidos como el ultra top end”).

La segunda observación que hace el autor es de corte nostálgica: “esta cifra representa un cuarto más de lo que el Banco de la República pagó en su momento por la celebérrima Violencia (1962) de Alejandro Obregón, la pintura más influyente del arte colombiano”. Este comentario desconoce los cambios estructurales del mercado del arte en los últimos 10 años con la globalización del mismo, la multiplicación de ferias y el Internet. Más aún desconoce el boom y vertiginoso proceso de polarización del mercado del arte global entre junio 2011 a junio de 2013. En pocas palabras: el mercado del arte global que vemos hoy, es incomparable con el mercado del arte de Colombia en ese entonces[1].

Respaldo institucional y formación de precio

Análisis e informes elaborados con metodologías académicas y financieras por ArtTactic, Tefaf, Artprice, y Portafolia entre otros, indican que la validación institucional continúa siendo el factor primordial de la formación del valor tanto social como económico de los siguientes mercados: Estados Unidos, Europa y Latinoamérica[2].

Por eso mismo es que algunas preguntas que se hace el autor respecto a la carrera del artista son legítimas, no en cambio su comentario categórico sobre la casa de subasta como máximo validador de estos mercados hoy. En general, aunque excepciones cuentan, las subastas en estos mercados tienden a reflejar la valoración que individuos hacen hoy del valor histórico, institucional y social que tienen artista y obras, y no viceversa[3]. Sin embargo, algunas preguntas fundamentales respecto al mercado de Murillo con base en su actuación reciente en subasta y que de cierta manera concuerda con las inquietudes planteadas por el autor son:

  • ¿En qué valoración institucional se esta fundamentando la valoración económica de la obra de Murillo?
  • Con base en el tipo de validación que su obra esta obteniendo actualmente, ¿qué tan sólido es su mercado?
  • ¿Es un mercado del corto plazo o largo plazo?
  • La visibilidad que ha alcanzado gracias al mecenazgo de prominentes coleccionistas privados podría desencadenar una valoración institucional similar? De esta pregunta queda excluido Charles Saatchi, el cuál no es necesariamente el coleccionista principal impulsando la carrera de Murillo. Los Rubell han jugado un papel fundamental en este proceso. De paso vale la pena aclarar que Saatchi no tiene una galería comercial y por lo tanto no representa a Murillo. Es posible que la confusión venga del concepto “gallery” que en inglés también significa museo o espacio museístico. Eje: Tate Gallery.

Conclusión

Oscar Murillo esta teniendo una participación en el mercado global, así como en el regional.  El mercado del arte esta compuesto por varios mercados del arte, los cuales tienen distinta estructura, tamaño y composición. El análisis de los mismos debe tener en cuenta estas diferencias. Los factores anteriormente mencionados indican que es esta por fuera de contexto concluir que Murillo es “uno de los cinco artistas más costosos del arte colombiano”, ya que el mercado global no parecería estar haciendo una valoración de este artista con base en su origen. El ascenso comercial de Murillo no se le atribuye tan categóricamente a Charles Saatchi, quien colecciona al artista pero no lo representa ya que no tiene una galería comercial. La valoración de la obra del artista que esta haciendo el mercado institucional (museos e instituciones públicas), no esta reflejando por ahora su creciente valoración comercial. Esto podría ser indicativo de una especulación y un mercado de corto plazo. Sin embargo, estas indicaciones tienen que revisarse semestralmente o trimestralmente para establecer tendencias de mercado. Ni este texto, ni el de Badawi están en capacidad de ofrecer conclusiones categóricas.  Para finalizar, el análisis contribuye más que la condena moral a resolver, discutir y entender cuestiones del mercado del arte, incluyendo la pregunta: ¿estamos frente a una valoración común de esta obra o una especulación de la misma?

 

Francesca Bellini Joseph

 

 


[1] Sin embargo, si el autor quiere continuar con dicha comparación debe entonces debe ajustar el precio de adquisición del Obregón a inflación para ofrecer una lectura legítima: el peso hoy no vale lo mismo que el peso en a época de esta adquisición.

[2] Esta estructura esta invertida en el Medio Oriente debido a la falta de museos e instituciones públicas. En este mercado la casa  de subasta ha actuado como principal validador del arte. Es por eso que el precio de artistas del Medio Oriente ha caído en el último año (Opinión de Philip Hoffman en el próximo reporte de Estados unidos y Europa de Kingston Smith, Portafolia y ArtTactic). Esta situación debería cambiar con los recientes desarrollos de infraestructura cultural en Dubai, Abu Dhaby y Qatar.

[3] Este texto comparte algunas de ellas desde el punto de vista del análisis académico pero discrepa absolutamente con el tono que ha empleado esta evaluación.