¿problemas de traducción?

Nada mejor para un artista y docente universitario que su exposición genere un debate. La universidad es un espacio para la confrontación de ideas y una exposición como «ámbitos» también lo puede ser. En cuanto a las «ideas», están las que plantea Miguel Huertas con su obra, las que interpretaciones elaboradas como las de Lucas Ospina y Jorge Peñuela plantean, y las opiniones un tanto más espontáneas de Dimo García, Federico Casas, Juan Carlos Vergara y José Horacio Martínez, entre las que me incluyo.

Me parece llamativo el señalamiento a la condición de docente de Huertas, cuando casi todos los artistas que han presentado o presentarán su obra en el Luis Caballero, tienen vínculos con la docencia. Si la idea es discutir esta relación, puede ser interesante, dado que la casi totalidad de los artistas que exponen periódicamente en los espacios institucionales la tienen con distintas universidades. En cuanto a la posición de Miguel Huertas de enfatizar la «actitud política» en sus estudiantes, está en todo su derecho. Este énfasis no hace que el valor estético desaparezca. Cuando el énfasis está en el valor estético, no implica tampoco la desaparición de la actitud política.

Y en cuanto al impacto de las ciencias sociales en el ‘campo del arte’, no creo que se trate de una estrategia construida desde las disciplinas que la conforman -antropología, estudios culturales, sociología, etc- sino de problemas de traducción, interpretación y abuso de sus herramientas -etnografía, cartografía- tal y como se ha reflejado en varios de los debates en esta esfera, como fueron el de la octava bienal, y los salones regionales y nacionales. Otra cosa es que las principales instituciones de nuestro medio estén mapeando la producción desde los marcos de los estudios culturales. O que las facultades de arte estén dominadas por los discursos sociologizantes.

Y no se trata de que nos cerremos a estos discursos, el asunto es cómo los traducimos, cómo los apropiamos. Creo que ese podría ser un tema para reflexionar… desde el arte, claro está.

MBoom