Las condiciones del arte contemporáneo

La expresión «arte contemporáneo» se entiende a partir de la expresión «arte moderno»: El arte contemporáneo es lo que viene después del arte moderno. El problema está en saber si existe una ruptura entre ambos.

La expresión «arte contemporáneo» se entiende a partir de la expresión «arte moderno«: El arte contemporáneo es lo que viene después del arte moderno. El problema está en saber si existe una ruptura entre ambos.

¿Qué es el arte moderno? Es un arte que supera lo clásico sin llegar a ser romántico.

¿Qué es el Romanticismo en el arte Y más allá del arte? El arte romántico afirma la novedad de las tomas, el movimiento creador, la existencia del » genio» artístico. El romanticismo sale del clasicismo, pero conserva la idea de que lo bello está ligado a la infinitud trascendente, conserva la idea de que lo bello nos comunica con el infinito, de que hay algo sagrado en la obra de arte. Para el romanticismo, la belleza artística Es una representación finita de lo infinito y sigues siendo eterna.

El arte moderno va a conservar del romanticismo la idea de la novedad de las formas, la idea del movimiento creador, la idea de que existe una verdadera historia del arte y no sólo la repetición de formas antiguas, pero va a abandonar la trascendencia y lo sagrado. El arte moderno es un testigo terrestre de lo real obtenido por el movimiento de las formas.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX el movimiento artístico se vuelve una búsqueda de la simplicidad de las formas. En este sentido el arte moderno supera al arte romántico, lo instala en una temporalidad terrestre, pero conserva la idea de la eternidad de la obra cómo realización finita del arte.

El arte contemporáneo va a combatir la noción misma de obra. Este arte es una crítica del arte mismo, una crítica artística que crítica ante todo la noción finita de la obra. La noción de lo contemporáneo va a estar sometida a dos normas:

  • La posibilidad de repetición: Un motivo introducido desarrollado por Benjamin mediante la idea de la reproductibilidad de la obra de arte, la idea de que la obra da lugar a la producción industrial. Se trata del primer ataque contra la noción de obra porque la obra en el clasicismo y el romanticismo era algo único. Esta unicidad era la traducción de la relación del artista con la idea. Entonces, la repetición, la reproducción y la serialización son procedimientos para destruir la idea misma de obra única.
  • Ataque contra la figura del artista: En el romanticismo el artista es una figura Sagrada, pero en el arte contemporáneo se producen ataques contra esta figura mediante idea de que cualquiera puede ser artista, es decir, mediante la idea de que el gesto artístico no sólo puede ser reproducido, sino que puede ser producido de manera anónima, la idea de que la obra de arte puede no tener firma.

Duchamp pensaba que instalar un objeto era un gesto artístico y que todo el mundo era capaz de realizarlo, el arte no es una técnica particular, sino que es una elección de medios que no está determinada de antemano.

Antes había artes precisas y definidas. Lo contemporáneo va a combatir con esta separación de géneros. Va a decir que el gesto artístico no está determinado por sus medios y que se pueden mezclar varias técnicas conjuntamente y hacer desaparecer las fronteras artísticas. De ahí que la figura del artista desaparezca pues ya no es un técnico superior, no hay razón para que constituya una aristocracia. Por lo que el contemporáneo ataca la nación romántica del Genio del artista

  • La tercera crítica es renunciar a la permanencia de la obra y proponer, por el contrario, una obra frágil, momentánea, que va a desaparecer. Lo cual va en contra de una gran tradición de la eternidad del arte: El arte era lo que se elevaba por encima de la desaparición sensible.

Lo contemporáneo va a criticar Esa visión iba a decir que el arte debe mostrar la fragilidad de lo que existe, el paso del tiempo. Debe compartir la muerte en lugar de pretender estar por encima de ella. El arte contemporáneo acepta la finitud y se opone al arte moderno que abandonó a Dios, pero conservó la idea de la eternidad.

Contemporáneo: La posibilidad de la repetición, de la reproducción y de la serie, la posibilidad del anonimato y, en tercer lugar, la crítica de la eternidad y la voluntad de compartir la finitud.

Esta es una filosofía de la vida y lo es porque la vida también se repite y se reproduce, la vida es una suerte de fuerza anónima, es frágil y habitada por la muerte. Una ambición de lo contemporáneo es crear arte viviente, es decir, reemplazar la inmovilidad de la obra por el movimiento de la vida. Si el arte debe compartir la vida, ¿cuál es su función propia? El arte va a dejar de ser algo que no contempla, porque lo que había que contemplar era justamente lo que tenía la vida, lo que iba Más allá del tiempo. Sin ahora comparte la vida, la relación con la obra de arte ya no podrá ser una relación de contemplación. El arte contemporáneo estará ligada a los efectos que produce: No será un espectáculo y una detención del tiempo, será lo que comprometen el tiempo mismo y produce efectos en él. El arte clásico es una instrucción para el sujeto mientras que la obra contemporánea apunta hacia la transformación de este. Lo que le aporta una nueva característica: La ambición política del arte contemporáneo que intenta producir una transformación subjetiva. Por esta razón el arte contemporáneo se preocupará por lo inmediato, no punta a la contemplación sino la transformación.

Dos características de lo contemporáneo:

  • La performance: Sólo existe en el instante, y lo que se muestra en un momento dado. Es un lugar de encuentro de las Artes, el paso de la emoción artística y no su detención.
  • La instalación: Cumplen en el espacio lo que la performance cumple en el tiempo y disponen en el espacio un conjunto de elementos, colores, objetos que es efímero. Es un arte satisfecho con su propia desaparición; todo lo contrario al arte contemplativo porque lo que se contempla no desaparece.

La palabra contemporáneo quiere decir todo esto.

3 críticas del autor a este arte

  1. Crítica ontológica: La filosofía de este arte es una filosofía de la finitud, pero también del tránsito y la desaparición. Puede suceder que acepte lo infinito y también puede suceder que el tránsito y la movilidad no sean más que apariencias.
  2. Crítica estética: Rechazo de la diferencia entre la forma y lo informe. Conocemos la existencia de un arte del desecho, un arte de lo que aparece como informe, conocemos esa tendencia artística que aspira de formar todas formas. Esta equivalencia entre la forma y el informe es también una trascendencia escondida porque recuerda la dialéctica del arte romántico entre lo sublime y lo abyecto. El hecho de que lo inferior también pueda ser superior es una dialéctica romántica y buena parte del arte contemporáneo es un Romanticismo escondido. Esta dialéctica ha formado parte del cristianismo, donde los monjes vivían en la pobreza para que su pensamiento estuviera dirigido a Dios y así lo abyecto se transformará en Sublime. El arte contemporáneo siente este cristianismo estético.
  3. Crítica política: el modelo de todo esto es la mercancía. La ideología de la finitud, la equivalencia de las cosas, inmediatez, circulación anónima, nada contemplado, todo consumido, es la ideología de la mercancía: La existencia del mercado del arte contemporáneo en donde la valorización no genera ningún problema pues obedece a las mismas leyes de la oferta y la demanda, leyes que regulan la circulación de las mercancías. En el arte clásico y moderno la obra de arte es un tesoro, es aquello que podemos guardar y contemplar, y que se expone en los museos.

El arte contemporáneo es el arte de la época financiera del capitalismo, admitiendo que el arte clásico era el arte de la época del tesoro. El arte contemporáneo es tanto su ilustración como su crítica.

 

Alain Badiou