Museos, gestores de la conciencia

En este momento la realidad nos exige conjugar un arsenal de saberes y acciones para provocar nuevos agenciamientos en la esfera cultural; la metodología de los museos comunitarios, la práctica artística en comunidad, el activismo cultural y el trabajo en equipo de muchas personas e instituciones han permitido crear en Granda, municipio del Oriente Antioqueño, el Salón del Nunca Mas, el cual se revela como un espacio que traspasa la misión tradicional de museo para adquirir un compromiso directo con la comunidad, para dignificar a las víctimas y reivindicar sus derechos a través de un valiente ejercicio de la memoria.

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A propósito del Salón del Nunca Mas de Granada Antioquia

«Todo museo es forzosamente una institución política” H.Haacke

En este momento la realidad nos exige conjugar un arsenal de saberes y acciones para provocar nuevos agenciamientos en la esfera cultural; la metodología de los museos comunitarios, la práctica artística en comunidad, el activismo cultural y el trabajo en equipo de muchas personas e instituciones han permitido crear en Granda, municipio del Oriente Antioqueño, el Salón del Nunca Mas, el cual se revela como un espacio que traspasa la misión tradicional de museo para adquirir un compromiso directo con la comunidad, para dignificar a las víctimas y reivindicar sus derechos a través de un valiente ejercicio de la memoria.

En el contexto colombiano, los museos comunitarios están apenas incursionando como una herramienta de acción de las comunidades, que bajo un proyecto colectivo consolidan espacios museográficos con el fin de levantar su voz frente a experiencias que históricamente han sido calladas por la impunidad y la injusticia. En Granada, los que hemos acompañado el proceso desde sus inicios y asistimos a la apertura el pasado 3 de julio, comprobamos con satisfacción como armonizaron los componentes museológicos, artísticos y sociales del proyecto, en beneficio de la propia comunidad.

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El texto de presentación de la exposición, es muy claro y contundente frente al propósito que con dicho espacio se busca:

“El Salón del Nunca Mas es un proceso de reconstrucción de la memoria de las víctimas del conflicto armado de este municipio, que busca generar un espacio físico y una dinámica social, pública y política donde de manera permanente y dinámica se exprese la voz de la sociedad que da a conocer al mundo los atropellos vividos en el conflicto armado pero a la vez vela por la no repetición de éstos, y porque sean reconocidos sus derechos a vivir en paz, así como a la verdad, la justicia y la reparación” como bien se aclara en el discurso: “Busca dar un lugar a la historia de vida de las víctimas y sus familias. Es un ejercicio necesario en la recuperación del pueblo granadino que ha logrado reconstruir parte de sus estructura físicas, y está en proceso de recuperación económica, pero que debe seguir caminando en una reparación más integral. Se abre oficialmente un espacio que hará visible y le dará mucho más sentido a nuestra labor al incluir nuestra voz en la historia de un conflicto que continua”.

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Estamos frente a una iniciativa comunitaria que urde en la realidad local para plantear la reivindicación de la memoria de sus habitantes; la cual cobra cada vez más pertinencia en la sociedad colombiana, dado que, si partimos de un reconocimiento básico de nuestra historia, es necesario la construcción de espacios que como éste, les permiten a las comunidades que han sido afectadas por el conflicto armado, dialogar con su pasado, su presente y tener la posibilidad de construir así un futuro distinto.

Notas complementarias:

– “Desde los años 80, los museos se han redimensionado como instituciones que buscan responder al desarrolla local y a la construcción de identidades incluyentes desde la Nueva Museología. De esta forma los museos intentan redimensionarse pasando de ser templos sagrados del saber a foros de múltiples lecturas y debate, de museos de espectadores a museos de actores, de museos de unos a museos de todos, de museos de grandes discursos a museos también de propuestas locales, de museos únicamente como espacios conmemorativos a museos que también incluyen memorias dolorosas” (Giuliana Borea Labarthe. La “Nueva Museología” de Flores Aráoz, García Belaunde y Cipriani. En www.esferapublica.org )

– “Específicamente, la exposiciones y los museos sobre violencia política y memoria buscan (i) fomentar el recuerdo o conocimiento de las atrocidades cometidas a sujetos y grupos específicos, siendo las víctimas de dichos sucesos recordadas y homenajeadas a través de estos actos colectivos; (ii) forjar una identidad en las generaciones siguientes construyendo una memoria histórica en la que estén considerados tanto los hechos de dolor como las responsabilidades sociales y políticas, (iii) y apelar de forma emotiva y reflexiva a las poblaciones globales y, principalmente, locales para que estos actos no vuelvan a ocurrir”. (Ibíd.)

Jorge Barco