Documento a propósito de las últimas publicaciones de rectoría en distintos medios como «Carta Universitaria» y El Tiempo
La Universidad Nacional de Colombia afronta una de las peores crisis de su historia. La crisis, ha tenido su fundamento en el estilo y en las características que han utilizado las directivas para implementar una serie de reformas las cuales violan varios de los principios de la organización de la Universidad siendo el principal el Principio de Participación «entendido como el ambiente y los mecanismos para que la comunidad universitaria intervenga en las decisiones, procesos y acciones que la afectan» tal como lo establece el Estatuto General. Un ejemplo claro del manejo que se le está impartiendo a la Universidad se evidenció el domingo 18 de Diciembre de 2005 con la publicación de UN Periódico siendo difundido masivamente con el diario «El Tiempo».
Posteriormente, en la publicación número 12 de Carta Universitaria de Enero de 2006, nuevamente, la Dirección de la Universidad presenta una serie de textos, con verdades acomodadas a la realidad actual tal como se observará en varios ejemplos en este escrito. Este manejo maniqueo de los medios de comunicación de la Universidad Nacional incluyendo el manejo de UN Radio y el manejo de la página web de la Universidad para tratar de legitimar las decisiones de las directivas es rechazado por gran parte del profesorado en forma enfática. No se puede aceptar que las directivas expongan de manera falaz sus criterios y que utilicen los medios de comunicación de la Universidad para la propaganda oficial. Miremos algunos ejemplos: En la sección Mentiras y verdades sobre la reforma académica publicado en el último número de Carta Universitaria se plantea como «Mentira» que «Para reducir los costos se eliminan facultades que se reunifican con otras». «La verdad es que no se propone ninguna fusión de facultades» indica el texto. Verdad de perogrullo señores. Con gusto les remitiré el documento que muy inteligentemente las directivas colocaron en la página web de la Universidad con el plan de fusiones de facultades, así como el número 11 de Carta Universitaria (Diciembre de 2005) en un documento en la página 2 titulado «La propuesta sobre integración de Facultades». La verdad es que el plan de fusiones de las facultades fue uno de los grandes detonantes de esta crisis. Aún recuerdo que como resultado de dichas propuestas, para la fusión de la Facultad de Medicina (Humana) y la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia un profesor presentó (como mofa a esa propuesta) la creación de novedosos departamentos para la nueva facultad.
Otra «mentira» «La reforma busca pensionar a toda costa a los buenos profesores y reemplazarlos por profesores de cátedra». «La verdad es que se derogó la resolución que hacía obligatorio para los Consejos de Facultad……» indica el texto. Por favor señores, todos sabemos que la derogatoria de las resoluciones 1454 y 829 se debió a la protesta generada por considerar a los profesores mayores de 55 años como desechables académicos, además de no ser viable económicamente para el Gobierno y la Universidad al aumentar la carga prestacional existente. De la misma manera, las resoluciones 1454 y 829 se prestarían a todo tipo de prácticas «clientelistas» en al universidad pensionando a los profesores que pensaran diferente a las directivas y reteniendo a los amigos. Una práctica rosquera a todas luces.
Pero retomemos uno de los puntos álgidos. El de las Ideas. En aviso de página completa publicado en el diario «El Tiempo» el pasado 10 de Enero (a todas luces un gasto innecesario y una posible malversación de los recursos públicos) las directivas nos indican que la Universidad está abierta a las Ideas y no a las amenazas y agresiones. La Universidad nacional está abierta a las ideas. Otra mentira. La realidad es que cualquier opinión contraria es rechazada. Un buen número de artículos se han generado por parte de miembros del profesorado y del comité de representantes profesorales contrarios a las reformas, pero estos no han sido publicados en el periódico de la Universidad o en carta Universitaria. La Universidad abierta a sus ideas. Llama mucho la atención la diferencia que se observa entre UN Periódico, Carta Universitaria y «Alma Mater» el diario de la Universidad de Antioquia. Todo nivel de crítica ha sido eliminado de las páginas de los periódicos de la UN. Por el contrario, Alma Mater se caracteriza por ser un espacio de discusión no solo de temas de interés para dicha Universidad con voces y opiniones desde las diferentes posiciones, sino de los problemas Nacionales. El daño a la imagen de la Universidad, a su cuerpo profesoral, con miras a fortalecer a la Directivas en una situación de conflicto creada por ellas
que debe terminar. Las directivas reclaman que estamos en un ambiente democrático, participativo, pero niegan cualquier espacio para la discusión. Argumentan que todo ha sido discutido y se desestima el pensamiento del profesorado, expresado algunas veces a través de sus asambleas consagradas en la constitución política, o lo peor, se descalifica sistemáticamente al profesorado y se refieren al mismo con calificativos que distan de aquellos que deben ser utilizados por altos directivos de la Universidad. Es el estilo, la forma y los procedimientos utilizados por las directivas para implementar las reformas (y uno de los detonantes de la crisis) lo que ha llevado a un grupo de profesores (no pequeño) a exigir la renuencia de las mismas, por anti-académicas y anti-democráticas.
Es este estilo de administración, el dictatorial, el que ha generado el descontento general de profesores, estudiantes y trabajadores. El principio de participación y el carácter democrático que debe predominar en la universidad es desestimado continuamente por las directivas. La crítica es acallada utilizando la descalificación sistemática de la misma. Existe un desconocimiento sistemático de los aspectos positivos en la Universidad Nacional tales como la calidad del profesorado, el número de grupos de investigación existentes, los reconocimientos nacionales e internacionales, el número de publicaciones (que deben aumentar por supuesto), y los resultados en los exámenes de estado para los estudiantes de pregrado entre otros. No es que no se deba mejorar, por supuesto que se debe hacer, es más, es una obligación, de hecho la situación actual (reforma) es vista por un gran volumen del profesorado y estudiantado como una desmejora de la calidad en la educación.
Juan José Yunis Londoño, MD
Profesor Titular
Universidad Nacional de Colombia
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