la lucha por el reconocimiento

Hay varios tipos de reconocimiemto* por los que lucha el artista a través de su obra: el que se premie su talento, reconozca la pertinencia de su obra, lugar en el medio artístico, capacidad de aportar, atacar cánones y normas…

Si este reconocimiento no llega, si ya pasa de los 35 años y no ha sido aceptado en ningún concurso, salón o exposoción, lo que se reconoce es que eres un artista «no reconocido», categoría para la que también no sólo está el limbo del olvido, tiene también sus instituciones, como el Museo de Arte Malo de Boston.

MB

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«Un museo de Boston exhibe únicamente obras de «arte malo» Ya lleva diez años funcionando y su colección permanente tiene 250 piezas.

Coleccionar, preservar, exhibir y celebrar el arte malo «en todas sus formas y en toda su gloria». Esa es la misión del MOBA (Museum of Bad Art o Museo de Arte Malo), fundado en 1993 por una pareja de Boston entusiasmada con juntar cuadros que nadie quería.

La historia comenzó cuando Scott Wilson, un anticuario que solía buscar objetos de valor en mercados de pulgas y basureros, encontró en la calle el cuadro «Lucy en el campo con flores», un retrato de una mujer con pelo blanco sobre un fondo amarillo. Sabiendo que la obra carecía de valor, le interesó el marco, pero cuando se dio cuenta que estaba unido a la pintura decidió desecharlo. Pero antes de tirarlo a la calle, se lo mostró a su amigo Jerry Reilly, que lo aceptó considerando que la obra era tan mala que merecía ser
exhibida.

«Lucy» se convirtió en el centro de atención de todas sus reuniones (hoy es el emblema del museo). Con el tiempo, Reilly y su esposa fueron recibiendo más piezas de arte malo, a la vez que aumentaba el número de personas que asistían a sus reuniones. En dos años acumularon decenas de obras sin valor, y las visitas ya resultaban molestas.

En 1995 el museo encontró nueva sede en el Teatro Comunitario de Dedham, en las afueras de Boston, donde aprovecharon un lugar público con muchos espacios vacíos. La colección siguió creciendo y el siguiente paso fue lanzar el sitio www.museumofbadart.org. Internet fue clave para concretar la misión de Reilly: «Acercarle lo peor del arte a una audiencia global.»

El fundador hoy no deja de sorprenderse por los más de 6.000 suscriptores del boletín de noticias del sitio, que se reconocen como fieles devotos del «arte malo». Un público especial capaz de pagar 16 dólares por remeras del museo y agotar la 1 edición del libro MOBA: Arte demasiado malo para ser ignorado. Mike Frank, miembro del comité directivo, cree que con el dinero recaudado se podría aumentar de 6.50 a 10 dólares cada obra que adquieren.

«Pero eso aún lo tenemos que discutir con el resto del directorio», le dijo al diario Boston Globe en tono bromista; el dinero que recaudan apenas les alcanza para mantener este hobby y todos los miembros del staff tienen trabajos serios.

La mayoría de las 250 piezas de la colección permanente proviene de gente que encuentra objetos de arte abandonados en la calle, que adquieren por poca plata en negocios de reventa, o que las descuelgan de las paredes de un familiar fallecido.

Los creadores son artistas sin talento, o amateurs que aún no han desarrollado buena técnica, y quizá nunca lo hagan. Pero no todas las obras son aceptadas: «Ser un mal artista no alcanza para entrar en la colección ‹explica a Clarín en una charla telefónica Louise Sacco, actual directora y hermana del fundador Reilly‹. El trabajo tiene que ser interesante y sincero. Por eso resulta sospechoso cuando un artista envía su propia obra.»

¿Existen artistas que buscan el reconocimiento del MOBA?
Sí, son muchos los que quieren mostrar lo que hacen de cualquier manera.

¿Cómo seleccionan las piezas?
Formamos un staff de curadores, con quienes evaluamos las piezas y determinamos si pueden formar parte del museo o no. Una selección curada ya ha viajado a Winston, Carolina del Norte, donde compartió una galería con trabajos de Yoko Ono, y hasta tienen una obra robada, «Eileen», una tela que ha sido recortada de su marco con una navaja, y por la que ofrecen una recompensa de 6 dólares.

La pregunta obligada es si esto es una broma. «Es divertido, pero no es una broma ‹se defiende Sacco‹. Y si nos reímos de algo, es del circuito del arte, no de los artistas. Este es un verdadero museo que ya lleva más de 10 años funcionando y que ha sido reconocido en todo el mundo.»

La popularidad del museo logró que se realizara hace dos meses una subasta benéfica donde se recaudaron 1.902 dólares, destinados al Ejército de Salvación. El plato fuerte del remate fueron las pinturas y esculturas de la selección No tan malo, una serie de obras que fueron rechazadas por ser relativamente buenas. Sacco fue la ideóloga y ahora planea expandir su iniciativa a otros museos. «Creo que, al igual que el MOBA, todos los grandes museos del mundo deben tener piezas rechazadas juntando polvo en los sótanos. En este último tiempo se han reducido enormemente los subsidios para el arte y una subasta puede generar un ingreso extra para la institución, al mismo tiempo que ayuda a limpiar el depósito.»

Con ese fin, Sacco lanzó el programa «De una oreja inmunda», un servicio de consultas abierto a todos los museos con el que pretende recolectar todas esas obras que, de tan feas, son abandonadas. «La meta es que el MOBA crezca, y de paso, ayudar a que otros museos ahorren plata manteniendo sus depósitos limpios.» Sacco concluye señalando que «la gente que se toma el arte como una cosa seria se divierte con estas pinturas feas, porque muestran que el artista disfrutó en la creación. Nosotros mostramos arte malo, pero también único, libre y entretenido. Y ésa es, en definitiva, la verdadera función del arte».

Museo de Arte Malo de Boston
http://www.museumofbadart.org/

(*) «En el Hegelianismo la fuerza motriz de la historia es una “lucha por reconocimiento” que causa competencia entre los hombres y sus estados, lo que resulta en la evolución de la democracia liberal. La historia se caracteriza por estalucha por dar a luz a algo más grande.» Samson, Steven. «Modelos de interpretación histórica» 2002