la HJCK de Prisa

Me quiero sumar a las voces de la «inmensa minoría» que clama por que en esta negociación se proceda con coherencia y responsabilidad histórica. Me resisto a pensar que el Grupo Prisa, ante todo un gigante de las industrias culturales, no pueda convertirse en socio protector de la HJCK para fortalecerla sin que tenga que ceder su sitio en el dial o cambiar la naturaleza de su programación habitual, que uno no puede concebir sin su Revista Semanal, sin las series de la BBC, entre ellas El Quijote, que actualmente se transmite, sin el JAZZZZZZ de Roberto Rodríguez Silva o sin las voces de los autores latinoamericanos recogidas por décadas por la emisora y que hoy constituyen un rico legado del patrimonio radial y literario iberoamericano. Hay varios motivos que me llevan a ser optimista con respecto al Grupo Prisa y su tratamiento frente al tema:

1. La HJCK fue en 1962, la primera emisora latinoamericana en recibir el Premio Ondas de radio y tv, que entrega cada año precisamente el Grupo
Prisa.
2. El Grupo Prisa, con Don Jesús de Polanco, se ha caracterizado desde hace muchos años por su mecenazgo hacia la cultura, para la muestra un botón: la adopción del Teatro Real de Madrid, que gracias a ello es una de las más importantes instituciones difusoras de la música.
3. Es innegable que la HJCK en llave con la Fundación Santillana, uno de los baluartes culturales del Grupo Prisa, puede enriquecer el vínculo cultural entre España y América Latina.
4. La actividad del Grupo Prisa en radio no se reduce a las 40, también ha mantenido formatos como Colorín Colorradio.

Todas estas razones, sumadas al clamor de esta inmensa minoría (que, como Juan Carlos Garay, no creo que sea tan minoritaria), me llevan a abrigar la esperanza en que la razón y el sentido de responsabilidad de los señores del Grupo Prisa los llevará a proponer una fórmula coherente con su filosofía y trayectoria en favor de la cultura.

Cordialmente,

Alberto Sanabria