Aclarando que Oscar Muñoz es un artista serio e importante en la escena artística contemporánea colombiana, sorprenden las exageraciones e imprecisiones en la última edición de Arcadia acerca del artista en mención. Lo que inmediatamente nos sitúa en la crisis de nuestro periodismo cultural y en la falta de objetividad y rigor para informar acerca de temas que lo ameritan -como hacerles entender que no se debe «farandulizar» la información cultural para «venderla»- ni «direccionar» al lector a partir de falseamientos para crear «mitos y héroes» en aras de cumplir con metas y/o intereses económicos (ventas, ratings, influencias..,) o imposiciones de anunciantes para lograr un posicionamiento a partir de estas quimeras mediáticas. En la esfera de la cultura y muy seguramente entre los lectores de Arcadia hay mentes lúcidas y bien informadas, luego una publicación que se quiere posicionar como seria y objetiva en el campo cultural, no puede cometer errores que denotan una clara falta de profesionalismo y rigor investigativo e informativo.
En primer lugar, Oscar Muñoz no fue «seleccionado como el único colombiano que participará en la Bienal de Venecia en junio próximo.», es vox populi que hay invitados tres artistas más en igualdad de condiciones que Muñoz. Esta pifia informativa adrede, además de injusta e irrespetuosa con los otros tres artistas, crea un manto de dudas de porqué, a sabiendas, Arcadia publicó algo que a todas luces no era cierto. Podría sospecharse que el logo (de Juan Valdez) al final del recuadro de la nota pudiera tener algo que ver – «les damos la platica, pero en nuestra sección queremos que sea el único cacao, perdón café que bla,bla,bla., así no sea cierto – no importa, pues luego, si hay quejas, rectifican en un pequeño e invisible recuadro al final de la revista y no paso nada, pero logramos mientras tanto, nuestro objetivo, cual es el de tener «el único y mejor producto» asociado a nuestro logo (sea el de Juan Valdez, el de Arcadia o ambos)». Estas frívolas estrategias suelen ser usadas por otros medios no especializados, para «vender» a un/a actor/actriz de farándula, a un futbolista, a un cantante pop del momento o a uno de nuestros «inflados» pintores, como de hecho sucede a diario – pero cuando se trata de un medio «especializado» que escribe acerca de un artista «serio» cuya obra trata temas de desapariciones y muerte, hay que tener más cuidado con la información que se divulga.
En segundo lugar, tampoco es cierto que su obra » .fue la mejor cotizada en la pasada edición de art Basel en Miami», esta aseveración suena más a información promocional suministrada por su asesor de imagen (o galería?) y es más acorde a un tabloide sensacionalista y folklórico que a la publicación que Arcadia pretende ser. Cae en el eterno complejo de grandeza que tenemos en Colombia, siempre tratando de sobre-dimensionar los logros de nuestros compatriotas. La Feria de Art Basel en Miami no es la panacea para el arte, ni el termómetro del buen arte, indudablemente es una de las ferias más serias, pero -feria es feria y a vender se dijo, mijo- el buen arte también se mide en otros escenarios. Pero de ahí a aseverar que la obra de Muñoz fue la mejor cotizada, raya en el ridículo, la exageración y la pena ajena, pues no olvidemos que estas pomposas revistas son leídas por uno que otro lector internacional conocedor de estos temas, y que saben el calibre de artistas que se presentan en la feria – muchos de ellos, por encima del millón de dólares, cifra que Muñoz, está muy lejos de alcanzar. Artistas como: Mauricio Cattelan, Kabakov, Gerhard Richter, Matthew Barney, Tom Friedman,.etc; solamente de Latinoamérica hay muchísimos artistas participantes cuya obra se cotiza -si de cotizaciones hablamos- muy por encima que la de Muñoz: Gabriel Orozco, Vik Muniz, Oiticica, Doris Salcedo, Santiago Sierra, Francis Allys, Valeska Soares, Carlos Amorales, Rosangela Rennó.etc., mesura señor Junca – hay que primero visitar los eventos antes de soltar semejantes inpresiciones que lo único que dejan es un manto sospechoso de favoritismo o de dócil obediencia a los patrones y/o patrocinadores.
Y en cuanto a que Muñoz es el artista de mayor proyección del arte colombiano después de Doris Salcedo, pues hay varios estudiosos de estos vaticinios, que piensan que existen otros artistas que con un trabajo serio y juicioso, están en este selecto grupo de sucesores pero que no necesariamente, le juegan a cotizar en bolsa. Se pediría, entonces, al apologético artista y ahora columnista Humberto Junca, más modestia y menos adulaciones sin fundamento para no perder credibilidad en su columna de arte -pues no es la primera vez que lo hace- Ahora bien, en cuanto a la información referente al espacio que Muñoz abrió en Cali es, sin lugar a dudas, un importante aporte para dicha ciudad.
Por último, lo menos que se espera de una publicación como Arcadia, es una aclaración y rectificación en primera página -ojala con logo incluido- para los lectores y artistas sospechosamente excluidos.
Juliana vé, oye y comenta
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«La consagración»
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http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=101126
¿quienes son los tres?
¿Quienes son los otros tres artistas que también van a participar en la Bienal de Venecia?
Interesante crítica. Con aquellas observaciones es cardinal retomar la idea de que el sostenimiento y la vigilancia en los sistemas de poder corresponden a la permanencia de un status-quo, que en el arte se logra muchas veces bajo la honra constante y mutua o a través del elogio entre camaradas. ¿Qué hay de corrupción en ello? ¿Hasta cuando Venecia y Kassel? ¿Importan para Colombia o para un país pobre y convulso como el nuestro? ¿Conoce a Muñoz el señor de la esquina, a quien le compramos el pan, el bom-bom-bum y los huevos? ¿Hace falta que algún ingeniero descubra a Muñoz por casualidad al hojear aburrido la revista de letras rojas en la cola del supermercado?
Sobre el articulo, no hay que estar en contra del enaltecimiento recíproco, ya que es costumbre sana, unos a otros se aman y aquello muchos cristianos lo abogan, pero es bueno sospecharlo sobretodo cuando por fuera de su importancia, se mantienen aseguradas los dotes, produciendo en conjunto la historia.
De esta manera para el arte en Colombia: ¿Cuál debate, cual crítica? Entre más tu nombre suene así sea citado de soslayo en un pequeño apartado, sigue produciéndose el espiral deseado en la papa de nuestro rizoma. (Ver citaciones y cocos tangenciales que hace Junca en el artículo).
Por fuera de lo que pueda decirse sobre la crítica a dicho documento periodístico, lo que se delata aquí es una consid
eración lucida, al percibir aquel malestar general. ¿Nuevas luces y nuevos aires al abrir en la mañana la ventana?
Aun no creo que se den.
Dicho sea de paso, es necesario que algún día haya cambios, después de tanto tiempo mirando hacia afuera, rogando y rezando en la oscuridad, en secreto, tras la espera de algún vuelco…
La arena sobre la plaza esta lista, el mercado aún amarrado, los fanáticos aún creciendo en las academias.
¿Saltaran acaso nuevos leones o gallos sobre los jamelgos y enflaquecidos gladiadores hijos de los sesenta´s?, los mismos que en los noventa han hecho muy bien de las suyas. ¿Podremos sobre el balcón, cual doncella presagiar por fin rupturas, tanto tiempo deseadas? ¿Incluso soñador romántico tras la pradera, con pasto salido en la boca, en búsqueda de nuevas vanguardias?
Posiblemente NO.
Simplemente: Una nueva desilusión… la oscuridad… dejar hacer, dejar pasar. Terminamos perdonando: «Amémonos una vez más» -parece decirnos ese artista bogotano que en el fondo tanto nos odia, y que guarda por esto en la otra, su pasado de azadón, en forma de bate gringo de béisbol. ¿Lo usará sobre nuestro computador? ¿Sembrará algo en nuestras mentes?
Esperemos futuras noticias.
Carlos Gutiérrez
Se vale todo
La información cultural de este país (Arte), me parece, si se podría farandulear, (siempre se ha hecho), pero teniendo como principio de fondo la veracidad. A juliana vé, oye y canta le faltó hacer su propio top ten de los artistas colombianos (el vigente) o esto es imposible? Para que los que tengamos poca lucidez nos podamos enterar de lo impublicable.
Ahora, todas las estrategias comerciales de este mundo son válidas, el problema es de quien las divulga…que tiene que enfrentar a los que sí saben…unos se aguantan, otros como Juliana se pronuncian…
Gabriel Castillo, desde la periferia (Cúcuta)
Periodismo laudatorio
En medio de noticias como la de «Botero Global», que anuncia una nueva arremetida mercadológica del maestro, y unas semanas después del laudatorio «artículo» del artista-periodista H. Junca, nos llega la noticia -El Tiempo de hoy martes 10 de abril- de lo que promete ser una de las propuestas más interesantes que le haga un museo a un artista colombiano: el encargo que le hace a Doris Salcedo la Tate Modern.
Los dejo con la nota de El Tiempo:
Cada año la prestigiosa galería elige a un artista del mundo para ocupar el enorme Turbine Hall, en el programa Unilever Series. Primera latinoamericana elegida. A partir de octubre próximo, una de sus obras ocupará durante seis meses el Turbine Hall, la comisión anual que desde el año 2000 ha albergado trabajos monumentales de los más destacados artistas del momento.
El director de Tate Modern, Vicente Todoli, afirmó que la colombiana fue elegida en parte por su habilidad excepcional para ligar sus obras al espacio que las rodea. «Esperamos ver cómo la obra de Salcedo se relacionará tanto con la arquitectura icónica del Turbine Hall como con la trascendencia simbólica de Tate Modern dentro del mundo contemporáneo internacional del arte», dijo.
Salcedo, nacida en Bogotá en 1958, es la primera artista que no proviene de Europa o Estados Unidos elegida para realizar esta comisión. Es la octava creadora invitada para llenar ese espacio, que ha contado con obras de artistas como Louise Bourgeois, Anish Kapoor, Olafur Eliasson y Bruce Nauman.
El trabajo de Salcedo tiene un fuerte contenido político y constantemente hace alusión a la violencia y la memoria. Dentro de sus piezas públicas se encuentra una instalación sobre la fachada del Palacio de Justicia, en Bogotá. Durante casi dos días de noviembre del 2002, hizo descender 280 sillas para recordar a los muertos y desaparecidos en la toma violenta realizada por el M-19, en 1985, y la posterior operación militar.
Así mismo, es famosa su torre de 1.550 sillas sobre un lote vacío, con las que evocaba los miles de trabajadores ilegales que sostienen la economía global, que hizo parte de la octava bienal internacional de Estambul, en el 2003. En el 2004, Salcedo realizó Neither, en la que recubrió las paredes de la galería londinense White Cube con una reja de metal, parecida a las de la cárcel de Guantánamo, en Cuba; y en el 2005, en Turín (Italia), la artista colombiana hizo Abyss (Abismo), una especie de pared falsa en ladrillo y cemento con la que cubrió las paredes originales del espacio de exposición del Castello di Rivoli.
Carolyn Alexander, de Alexander and Bonin, la galería de Salcedo en Nueva York, dijo que en su obra la colombiana «maneja de manera increíble la arquitectura». Además, calificó la invitación como «un inmenso honor».
-Tate, moderna y contemporánea Tate Modern fue inaugurada en el 2000 en el edificio de una vieja planta eléctrica que fue remodelado por la afamada firma suiza de arquitectos Herzog & de Meuron.
Turbine Hall, el pasillo de las turbinas, queda en el primer nivel y era el lugar que albergaba los generadores en el edificio original. Tiene cinco pisos de altura y un área de 3.400 metros cuadrados, aproximadamente.
Desde su inauguración, la firma anglo-holandesa Unilever destinó el equivalente a más de mil millones de pesos anuales para las comisiones que siempre han ocupado el Turbine Hall. El compromiso inicial fue hasta 2005, pero la popularidad de la serie llevó a una ampliación hasta el 2008.
La primera en abordar el monumental espacio fue la francesa Louise Bourgeois con I Do, I Undo, I Redo (Hago, deshago, rehago), tres torres de acero que los visitantes podían escalar, y la araña Mamam, cada pieza de unos nueve metros de alto.
En el 2001, el trabajo correspondió al español Juan Muñoz, con Double Bind, seguido por el británico nacido en India Anish Kapoor, con Marsyas, y Weather Project del danés-islandés Olafur Eliasson.
Una obra auditiva titulada Raw Materials (Materias primas) fue el aporte del estadounidense Bruce Nauman, en el 2004, mientras que Rachel Whiteread -la primera mujer en ganar el codiciado y controversial Premio Turner- realizó Embankment, el año siguiente: una instalación de cajas blancas que simulaba paisajes agrarios y urbanos.
Actualmente, el Turbine Hall
aloja Test Site del artista y biólogo alemán Carsten Höller. Es una serie de toboganes que parecen hélices de ADN y que invita a los visitantes a deslizarse en su interior.
Los detalles de la obra que presentará Salcedo en el icónico Turbine Hall todavía no se conocen, si bien en algunas de sus obras recientes buscó crear ambientes, por encima de objetos. Su pieza estará en exposición hasta marzo del 2008.
-Tate Modern, una galería con historia y resonancia mundial Tate Modern es la galería de arte moderno más importante en el Reino Unido. Desde el año 2000 funciona en una antigua central eléctrica y tiene una colección de arte moderno internacional con obras desde 1900 a la actualidad, que incluye a algunos de los artistas más destacados del siglo XX, entre ellos, Picasso, Warhol y Dalí. La galería también ofrece exposiciones temporales de los artistas o movimientos importantes del arte moderno.
La Modern, de Londres, es en realidad, la cuarta de una ‘familia’ de galerías conformada por la Tate Britain, Tate Liverpool y Tate St. Ives. La original Tate Gallery fue abierta en 1897 y se llamó oficialmente Galería Nacional de Arte Británico, pero se conoció como Tate Gallery por su fundador, Sir Henry Tate, quien regaló su colección de pintura y escultura británica del siglo XIX. En 1917 se le comisionó albergar arte moderno de todo el mundo. Por su parte, la multinacional Unilever patrocina hace ocho años la expo- sición Unilever Series, que invita a un artista destacado en el ámbito contemporáneo mundial a exponer en un salón de cinco pisos, con casi 3.400 metros cuadrados: el Turbine Hall.
-Una artista que trabaja sobre la violencia de Colombia
Según el especialista Charles Merewether, en la página de la Biblioteca Luis Ángel Arango (Blaa), desde la década de 1980 Doris Salcedo utiliza objetos recobrados, materiales industriales y orgánicos, como camillas y bancas, que usa como metáforas del cuerpo.
Al final de esa década la artista entró en contacto con familias y amigos que perdieron seres queridos y empezó a usar elementos del ámbito doméstico como cunas, mesas o un saco masculino, para señalar las experiencias de las desapariciones y la muerte.
Tres obras suyas ya hacen parte de la colección de la Tate Modern. Allí definen estas esculturas como «testigos de la experiencia traumática de las víctimas de la violencia en la guerra civil en Colombia».
Gloria Cristina Samper cita a Salcedo en un artículo publicado en la página de la Blaa, acerca de una muestra de la Tate en la que estuvieron dos de estas obras: «Cada testigo de una muerte violenta de una persona querida experimenta la tragedia y, al igual que cualquier héroe trágico, su vida está definida por este encuentro con la muerte… Es en la tragedia donde lo puramente humano se manifiesta de manera más clara. El arte está íntimamente ligado a la tragedia».