entrevista con Kuitca en RCN

Estar ausente en el momento en que se ocupa mas sitio
(Roberto Arlt). La presencia ausente.

Transcripción imprecisa de la entrevista con Kuitca por RCN
Por: Maria Posse*

Periodista: Buenas Noches. Hoy, con nosotros, un artista contemporáneo importante. Gracias por aceptar la invitación. Bienvenido.

Kuitca: Gracias a usted por invitarme.

Periodista: ¿Cómo fue su infancia, su adolescencia, cómo supo que sería artista?

Kuitca: No. Niño, adolescente. Símbolos de la paz, flores, arco iris, payasos, color, intensidad, aconsejados para estudiar pintura. No se si pedí esto, me sucedió. Conjugar la vida del artista con la vida de niño. En la noche me vestía de negro y tenía la vida de artista. No me resultaba tan cómodo conjugar ese mundo con mis compañeros de colegio. Trataba de inventar cualquier cosa para no mezclar esos mundos; resultaba muy complejo. Estudiante mediocre. Ninguna maestra sospechaba que yo era un pintor. Tuve la suerte de poder darme cuenta que ser artista servía para que los profesores fueran tolerantes. Logré sacar un provecho que no esperaba.

Periodista: ¿La dictadura… cómo fueron esos años, cómo era el arte en ésa época?

K: En realidad mi formación más intensa, donde vi mas arte, más cine, fueron los años más duros de la dictadura. Era como estar jugando en un campo minado. Gran parte de todas las desgracias de esa sociedad; uno no sabía, hacía que no sabía, yo no era por suerte (…) mis amigos, el círculo de amigos estaba afectado. Uno seguía siendo adolescente y al mismo tiempo sabiendo que todo estaba sucediendo (…) una mina que podía explotar en cualquier momento, año 68. Darle una imagen a todo eso. La obviedad de poner cruces, números, una imagen que venía muy convencional y me sentía satisfecho con eso. Un artista muy escéptico, mi obra estaba siendo tremendamente literaria de todo eso. Clichés, lugares comunes. Los clichés de otros artistas. Especie de repertorio a veces muy superficial. Que uno esté conectado a lo que está pasando, es una caricatura, una imagen superficial. Eso es basura….Lo que yo estoy haciendo, dije. Dije no, esto es lo que está pasando me estoy dando cuenta de lo que me rodea. Y después de dos años de no darme cuenta de lo que estaba pasando (…). De un modo muy íntimo conectarme con todos esos años horribles que habíamos pasado.

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Periodista: ¿Qué deben esperar los espectadores de su obra con usted?

K: Generar gestos en el otro. Justifican el esfuerzo que es para uno hacer la obra. Me interesa mas que se produzca cierta privacidad. Que haya intimidad como en un encuentro de dos. Me da la sensación que yo soy quien tiene que correr. A mi no me gusta estar entre mi obra y el espectador. Me gustaría que el espectador estuviera frente a mi obra, no frente a mí. Eventualmente eso puede ser lo mismo. Que la descifre de modos analíticos particulares. Pero que se produzca cierta intimidad. Eso es lo que yo espero del espectador. El miedo así clásico de no entender. Que el espectador esté muy tenso acerca de saber lo que hay que ver. Me da la impresión que una de las cosas que frustra como espectador es que hay unos que si saben y otros que no saben tanto… eso es letal. Que esperen un poco, que entren a esa muestra como cuando van al cine. La crítica, el trabajo intelectual, yo no soy un artista que se mezcla donde mas dificultad se produjo donde mas cosas (…) donde me encontré que el mundo del arte era muy complejo y no del todo sensible. (…) el mundo del arte estaba armado y que no había nada más. Europa, Estados Unidos y no como si no hubiera mas arte en el mundo. Uno tenia de algún modo que irse a vivir a Europa, a Estados Unidos. Pasar como a otra ciudad. Eso siempre me dio mucho fastidio. En un mundo en donde aparentemente estaba muy ofuscado tenía que probarme a mi mismo. Aun viviendo en la Argentina.

P: Sobre el mercado del arte

K – (…) es una de esas especies de pulpo de lo que se tiene mil brazos y mil caras. El mercado del arte es una cuestión cínica. Justamente por el agotamiento de estar mirando a EEUU y Europa. Ellos comenzaron a mirar hacia fuera. El agotamiento produjo que miraran hacia fuera. Por lo tanto la apertura era apertura, quiero decir que había mercado.

P: Otras formas de expresión…

K: Mi pintura siempre fue otra cosa. Referencia cinematográfica. Visible, yo había hecho escenografías para ópera. Enfrentarse con un público que ya no es el público íntimo del que hablaba al comienzo, sino que es un público que abuchea. Me salgo de la arquitectura. Extraño mi relación un poco mas íntima y quiero volver a mis cuadros. En realidad en donde quiero estar, es en mi pintura.

P: ¿Cómo cargar de concepto una obra de arte?

K: Es una pregunta compleja

Breve silencio (risas).

K: Es a la inversa. El arte tiende a cargarse de sentido, de conceptos. El artista hace eso que en realidad es el fluir general. Si uno tuviera (….) Cocinando creo que es al inverso. El crear conlleva a un concepto, a un contenido, excepto que uno se interponga, todo junto. Para mí es natural que mis cuadros, no me imagino, como una pintura no podría tener ideas. Es solamente poniendo (…) La contradicción: hacer de la cama que es un espacio íntimo, dibujarle un mapa que es un espacio público.

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K- La contradicción, lo contradictorio, los opuestos. La extensión de eso. Ubicar en un contexto. El mapa es ese lugar en que uno no esta. Me permitió, me ayudó, a perderme -en el buen sentido- dentro de mi propia obra. Esa es una de las cualidades del mapa que a mí me interesa mucho. Esta especie de herramienta, un artista la puede transformar casi en un opuesto. Me gusta mucho de los mapas es que van por el medio. No es ni una abstracción, ni una figuración. Me interesa mucho circular ese camino. Un mapa es algo reconocible y claramente es una abstracción. Reflexión sobre los contrarios y los opuestos. La fuerza que está dentro de la obra. Son dos cosas que en general son muy contradictorias. Una contradicción importante, todas las obras. Hacer de una cama- espacio fijo, pero que lo privado individual hacer un mapa, un espacio publico no privado colectivo móvil. Casi los extremos otra superficie tan pública, tan remota. A veces las contradicciones no son tan evidentes.

P: sobre Fernando Botero.

K: Es como una de las figuras que conoce en su infancia. Forma parte de esa memoria de Botero. Me cuesta mucho pensar en el Botero hoy. Y ver su obra en la actualidad… son excepcionales de hecho. Para mi estar en Bogotá. (…) Una de las imágenes y (…) muchas tuvieron que ver con la pintura de Botero. Me parece interesante poder imaginar la obra de Botero en el contexto de una de Kering, que hacen una pintura figurativa y ver Botero (…) la luz de estos artistas contemporáneos. En ese contexto. Me da la impresión de que en el Banco de la República, unos nombres, resultó emocionante. Con los amigos, cuanta generosidad, cuánto compromiso. Aprender de Botero un artista no es siempre estrictamente la imagen de sus cuadros. Si lo vi. Doris Salcedo. Super talentosa… obras increíbles. La admiro muchísimo. Nadín Ospina. Generación de artistas que ya son mucho más visibles y que ya tienen una presencia internacional. Vi mucho estos días… no puedo recordar los nombres. Pero noté que hay una creatividad inmensa, que una sociedad como la Argentina, tantas contradicciones, es casi inevitable que haya una generación de artistas tratando de (…)

P: Los coleccionistas de arte.

K: Están todos un poco locos en el buen sentido. Completamente apasionados, casi mucho mas que un artista. Pero poseer arte es algo que no se me pasa por la cabeza. Los coleccionistas son personajes muy apasionados con lo que tienen, con lo que obtienen, a mi me resulta fascinante.

P: Sus amigos

K: Hice amigos nuevos también. Jose Ignacio Roca con quien hemos trabajado y desarrollado una amistad. También un coleccionista con quien he encontrado enorme afinidad. Encuentros de mucho cariño. Todo el mundo que me rodea… de muchísimo tiempo, de amigos (…) Confianza (…) es eso que es el mundo afectivo de uno.

P: En el futuro.

K: No. Me gusta mantener ese abismo, no tengo la menor idea. Ni siquiera trato de imaginarla. Uno de los momentos más genuinos es ese espacio que queda entre algo que hicimos y algo que vamos a hacer. Se salió de uno mismo para entrar otra vez en uno mismo, no quiero hacerlo, acortar distancias. No tengo (…)

*Maria Posse: artista y crítica de arte. Capricornio. Actualmente vive y trabaja en Cartagena, se desempeña como docente – investigadora en la Universidad Tecnológica de Bolívar.