Numerosos eventos prueban que el arte colombiano se incluye progresivamente en la globalización.
Más allá de lo que implica el desvanecimiento de los límites a través de la comunicación y que ver lo que sucede en las artes locales o extranjeras se hace rápidamente a través de la tecnología, existen acciones que han permitido la visibilización de lo que aquí ocurre, ampliando las posibilidades de que el país sea tomando en cuenta, como anfitrión o invitado presencial.
Aun cuando son muchos los que han gestionado su inclusión en el escenario artístico internacional, parte de los resultados que se manifiestan hoy como la emergencia del arte colombiano en el ámbito internacional, han sido producto de la gestión y financiación de entidades públicas que implementan dentro de sus políticas culturales componentes para el estímulo de la circulación internacional de lo que da el país.
Estrategias que apuntan hacia el fomento de la internacionalización artística, que incluyen el incremento de recursos destinados al crecimiento de la oferta de becas o residencias para la creación y la circulación del arte nacional en escenarios fuera del país. Labores que también se nutren de la diplomacia o en los proyectos de cooperación internacional.
Con todo esto, en los últimos años se ha visto un incremento de los artistas colombianos que hacen parte de proyectos internacionales, ya sea como artistas o como curadores. En lo corrido de 2013, la presencia del arte colombiano en otros lugares del mundo, se ha enmarcado en muestras originadas por diferentes iniciativas y con ejes conceptuales diversos.
Aún es posible visitar en Casa Daros, de Río, su muestra inaugural, Cantos cuentos colombianos, que hace parte de Daros Collection, con base en Zürich, Suiza, y que reúne uno de los acervos más consistentes del arte latinoamericano de Europa; contando con cerca de mil 200 obras. La exposición incluye obras de Fernando Arias, José Alejandro Restrepo, Juan Manuel Echavarría, Doris Salcedo, María Fernanda Cardoso, Miguel Ángel Rojas, Nadín Ospina, Óscar Muñoz, Oswaldo Macía y Rosemberg Sandoval.
Esta muestra se presentó inicialmente en 2005 en Suiza, siendo, hasta ese momento, la exhibición más importante de arte colombiano que se haya visto en Europa y que representa, para su curador Hans Michel Hezog, un reflejo de la realidad nacional: “los colombianos no solamente deben lidiar con una amenaza latente constante, sino que también deben sobreponerse a ella con algo que haga que la vida valga la pena. Las personas, enfrentadas a una situación tan precaria buscan alternativas significativas que no solo garanticen la supervivencia, sino que generen también valores duraderos. Esta es la razón para comprometerse de esta forma tan intensa y apasionada con el arte y la cultura colombianas”.
Alrededor de esta exposición han sido organizadas diferentes actividades educativas, enmarcadas en las situaciones, reflexiones y referencias sobre el arte del país, como el Encuentro de Editores de Revistas de Arte en Colombia, previsto para la primera semana de julio con apoyo de la Dirección de Artes del MinCultura.
En Lima, en la Galería Municipal Pancho Fierro y con participación de 15 artistas nacionales, se realizó la muestra Cuerpo en disolvencia. Flujos, secreciones, residuos / Arte colombiano contemporáneo, proyecto desarrollado por el artista y curador peruano Emilio Tarazona, ganador del concurso Residencia para un curador internacional en Bogotá, auspiciado por la Fundación Gilberto Alzate, Fuga. Como parte de esta misma convocatoria, la curadora Susana Quintero presentará Para artistas y por artistas, exhibición que será vista en simultáneo a finales de año en los espacios Al borde de Maracaibo, Venezuela y Atelier 89 de Oranjestad, Aruba.
Por su parte, Mariángela Méndez y Bernardo Ortiz, fueron curadores de El Dorado, propuesta ganadora del Proyecto curatorial sobre la producción artística de Bogotá para la circulación internacional (también de la Fuga) que se exhibirá en la Fundación TEOR/éTica de San José, Costa Rica, hasta mediados de junio.
Pero mientras eso sucede en Suramérica, Europa no podría quedar por fuera y desde febrero comenzó en Oslo el proyecto Colomborama, que ha reunido exposiciones, conciertos, residencias artísticas y charlas con participación de 16 artistas nacionales y tras la gestión del artista noruego Marius Wang, con colaboración de la colombiana Olga Robayo y el apoyo de entidades noruegas y del MinCultura.
Bajando por el mapa europeo y como parte de las becas de circulación internacional organizadas por la Fuga, está la muestra Erinnerungsfelder/ campos de memoria, acerca de las intervenciones artísticas realizadas en Colombia entre 2000 y 2011 y que, con curaduría del colombiano Óscar Ardila, residente en Alemania, se presentará entre septiembre y octubre en la Galerie im Ratskeller de Berlín; con obras de Felipe Arturo, Alberto Baraya, María Buenaventura, Elkin Calderón, Wilson Díaz, Jaime Iregui, María Linares, Gabriel Posada, Nelson Vergara, Fernando Pertuz, Edwin Sánchez, Mapa Teatro, Carlos Motta y Miler Lagos. Este último también hará parte de una muestra colectiva de dibujo en la Saatchi Gallery de Londres a inaugurarse el próximo 15 de junio.
Terminando el recorrido por Europa, está París, donde fue exhibida a comienzos de año La Estrategia, muestra individual de Iván Argote en la que el artista recrea, en video, los diferentes momentos de la realidad sindical que se vivía en Colombia durante los setenta y ochenta. Para julio, esta misma sala, el Palais de Tokio, recibirá la exposición de Juan Fernando Herrán.
Está visto que los viajes que ha dado y dará este año el arte nacional por el mundo son varios, pues más allá de lo mencionado también se desarrollan los proyectos de Residencias en México y Valparaíso. Vale la pena destacar la Beca nacional de proyectos curatoriales para circulación internacional del Idartes, las becas Fulbright–MinCultura, las becas para colombianos en proceso de formación artística en el exterior y las Residencias artísticas en Argentina, México y Canadá, entre otras.
Pero después de tanto viaje queda mucho qué decir, A Trip from Here to There exhibición abierta desde marzo y hasta finales de julio en el MoMA de Nueva York, explora la creación a partir de los procesos de traslación, incluyendo obras del bogotano Mateo López como único participante del país y que fueron realizadas por él tras un viaje en moto entre Bogotá, Cali y Medellín.
Si mientras por fuera del país Colombia da de qué hablar, al interior del territorio nacional también llegan apreciaciones, reflexiones y formas de ver, habitar y cohabitar la contemporaneidad desde otras perspectivas. Hasta finales de abril, se presentó en Nce Arte de Bogotá, la muestra colectiva LARA, que en sus siglas en español traduce Arte viajero de América Latina. Un proyecto financiado por la fiduciaria Asiaciti trust, de Singapur, que reunió a 8 artistas del sur del continente: Chile, Perú, Brasil, Argentina, Uruguay y Colombia, bajo la curaduría local de José Roca y la curaduría general de la chilena Alexia Tala. LARA se inició con el desarrollo de una residencia en Honda, en agosto, invitando a este grupo de creadores a que exploraran sobre la historia, idiosincrasia y geografía de la región y, posteriormente, crearan sus obras a partir de esta experiencia. Durante la muestra, fue premiado el colombiano Nicolás Consuegra, quien viajará a final de año a Manila, Filipinas, a realizar una residencia artística. Como memoria de este proyecto, fue realizado un libro que será lanzado próximamente en la Feria de arte contemporáneo de Buenos Aires, Arte Ba.
Y mientras LARA se exhibía, el Museo de Arte Contemporáneo del Minuto de Dios, MAC, recibió a un grupo de artistas de origen holandés, alemán, suizo, finlandés y peruano, que llegó con el propósito de trabajar con la comunidad del barrio y desarrollar en equipo Working VOICES, proyecto curado por el alemán Harm Lux, enfocado en la exploración de lo local y hacia el reconocimiento y valoración de las costumbres, tradiciones y posturas críticas a habitantes de zonas circundantes al museo.
Ante la importancia del diálogo continuo entre diferentes marcos teóricos y el campo del arte colombiano, resulta crucial el componente internacional del 43 Salón Nacional de Artistas, cuya realización prepara MinCultura en Medellín, del 6 de septiembre al 4 de noviembre. Así, con presencia de 5 curadores, 3 de ellos nacionales y 2 extranjeros, Florencia Malbrán (Argentina) y Rodrigo Moura (Brasil), la apuesta del Salón apunta a la realización de exposiciones en tres lugares de la ciudad contando con la participación de alrededor de 100 artistas tanto del país como de fuera, planteando una revisión de las prácticas artísticas contemporáneas en Colombia y su relación directa con ideas y conceptos originados en otros contextos y lugares del planeta.
Nelly Peñaranda*
*Maestra en Artes Plásticas y licenciada en Historia. Directora de la Fundación y el Periódico Arteria. Columnista de la sección de Arte de EL TIEMPO
publicado por El Tiempo