Estimados Señor(es) Lucas Ospina, Eduardo Serrano, Gloria Zea, Jaime Cerón, Víctor Quinche Ramírez, Sylvia Suárez, William López, Camilo Sarmiento, Juan Carlos Orrego, Carla Macchiavello, Antonio Ungar, Juan Martín Prada, Bernardo Ortíz, Santiago Mutis, Efrén Giraldo, Jaime Iregui, José Alejandro Restrepo, Sol Henaro, Manuel Hernández, Beatriz González, Camilo Atuesta, Gloria Posada, Guillermo Vanegas, Mery Boom, Catalina Vaughan, Doris Salcedo, Oscar Muñoz, Juan Mejía, Pedro Manrique, Luis Ospina, Guadalupe Alvarez, Carmen María Jaramillo, Carolina Ponce de León, Jaime Borja, María Virginia Jaua, Christian Padilla, Fernando Botero, Ricardo Arcos, Orlando Contreras, Marta Traba, Bruno Mazzoldi, Fernando Uhía, Alberto Baraya, Andrés Burbano … y otros…
Agradezco mucho a los profesionales del arte que me recordasen y evaluasen en el modo en que lo han hecho. No obstante, y según mi opinión, los premios se conceden a quien (ha) realizado un servicio, como por ejemplo, a un empleado del mes.
Es mi deseo manifestar en este momento que el arte me ha otorgado una libertad a la que no estoy dispuesto a renunciar. Consecuentemente, mi sentido común me obliga a rechazar este premio. Este premio instrumentaliza en beneficio del estado el prestigio del premiado. Un estado que pide a gritos legitimación ante un desacato sobre el mandato de trabajar por el bien común sin importar qué partido ocupe el puesto. Un estado que participa en guerras dementes alineado con un imperio criminal. Un estado que dona alegremente el dinero común a la banca. Un estado empeñado en el desmontaje del estado de bienestar en beneficio de una minoría internacional y local.
El estado no somos todos. El estado son ustedes y sus amigos. Por lo tanto, no me cuenten entre ellos, pues yo soy un artista serio. No señores. No, Global Tour.
¡Salud y libertad!
Pablo Batelli (via fake fake Santiago Sierra)
4 comentarios
Un Estado de Arte
(01:03″) Marta Traba quiso crear una cosa muy bonita que yo me la he apropiado: ella quiso crear un Estado de Arte…
Beatriz González
(H)errata de la Escritura del Arte Nacional
[–] de vanguardia, si no todo lo que…
Beatriz González: soy Beatriz González, una defensora del Salón Nacional que ojalá no se acabe nunca! (Sonrisa. Corte) El salón ha, ha presentado cambios que son naturales, en primer lugar nace con un gobierno liberal, nace con el gobierno de Eduardo Santos y con el impulso del ministo de educación que es Gaitán, eh, Gaitán no sabe exactamente qué es el arte (sonríe) pero tiene una visión de, de cuál es la relación con el espectador. Eso dura, podemos decir, dura desde el gobierno de Eduardo Santos hasta que aparece en escena Marta Traba. Entonces aquí encuentra el, el como la tierra abonada para eso porque nadie sabía de arte, porque la gente todavía odiaba el arte abstracto, entonces ella empieza a liderar una banderas de arte moderno, ella dice una cosa muy bonita que yo me la he apropiado, que es, ella quiere crear un estado de arte (corte) hay mucha gente en ese momento adherida a movimientos de izquierda (…) esa gente quiere que el arte vuelva a ser muralismo mexicano, o que vuelva a ser realismo socialista (corte) un poco como, como en el Perú en el sesenta diciendo «el arte se acabó porque no se está haciendo nada», «el cubismo es una porquería», entonces, entonces él ve que el arte está cogiendo hacia ese lado occidental (corte) hay cosas importantes, además porque vienen críticos de Latinoamérica importantes, Juan Calzadilla, un grupo de gente que, que empieza a venir a Colombia de jurado y empieza a mirar con otros ojos distintos el, lo que es el arte de Colombia; entonces eso ahí es como una segunda etapa. Después hay una tercera etapa que puede ser ese, ese salón de artes visuales: ahí nace otra cosa importante que son los regionales. Las ventajas es que se está examinando cada region en realidad de cerca, entonces empiezan esos experimentos con los regionales que realmente eran muy duros, porque era: cómo en un año se puede examinar el arte según las regiones; se codifican las regiones, cinco, seis, y eso es un experimento que dura yo creo como, como hasta, como hasta los noventa, podríamos pensar, ochenta, noventa, toda la cantidad de cambios que implica mirar las regiones, las… disgustos en las regiones, la rabia en las regiones porque llegaban unos curadores muy finos de aquí de Bogotá a mirar y a escoger dos o tres cosas, porque nada les parecía de las regiones en el, podemos decir que en los noventa, en los mediados de los noventas, la última etapa, que podemos pensar que es la etapa curatorial, que es que los curadores sean los que manden en el Salón; éso le da un carácter interesante -para los artistas es muy malo-, para los artistas, porque les quitan el premio y se los dan a los curadores, todavía no nos hemos repuesto, porque realmente el único apoyo que recibían del Estado, los artistas, lo que decíamos, era la aspiración a un premio en el salón nacional, entonces… (corte: logo de «www.vive.in)
Estado del Arte
(00:45″) ArtBo quiso crear una cosa muy bonita que yo me la he apropiado: crear un Estado del Arte…
Pues ni modo. entonces ya no habrá premio para Pablo. (Cual se aspiraba ganar?). Supongo que me puso ex profeso junto a Botero, gracias por el honor.
Fijese que Mery Boom escondió a Lucas Ospina, a Eduardo Serrano y a Cerón en su versión del listado de Pablo. Camufladitos para no herir susceptibilidades.
Esperemos que la moda de devolver el premio sea consecuente con estos manifiestos de resistencia aca registrados, y que despues no haya ningun reclamo de por qué no me lo gané yo si cumplí con todas los puntos de la convocatoria. Hace unos dias por aca lloraba uno que no pasó a la convocatoria de un museo. Como en Calle 13 «No quiero que lloren wah wah wah»