Más de diez artistas, críticos y curadores responden semanalmente un único cuestionario sobre arte, política y vida. Hoy, Francesca Bellini le hace estas preguntas al artista caleño José Horacio Martínez. Martínez dirige Espacio Temporal, una propuesta de exhibición nómada en Cali y fue co-curador de URGENTE 41 Salón Nacional de Artistas en Cali.
¿Para qué sirve el arte?
Prefiero pensar en su “inutilidad” porque lo despoja de tantas pretensiones. Aunque resulte un tanto contradictorio, pensar el arte como un acto inútil le da la libertad que siempre necesita para que sea arte. El arte corre el riesgo de convertirse en un esclavo servil de los intereses de los poderosos y es deber de cada artista velar por que eso no suceda.
El artista debe cuidar de si mismo…»Agúzate que te están velando» como cantan Richie Ray y Bobby Cruz, frase que acuñó el escritor caleño Andrés Caicedo.
¿El arte y la política deberían mezclarse?
Toda acción humana es política. El artista toma posiciones e intenta propiciar la acción del Estado en beneficio de la sociedad, a través de su trabajo que propone nuevas maneras de relacionarse con la realidad circundante y explora la percepción en múltiples direcciones. El arte y la política vienen en el mismo paquete.
¿Ha llegado la hora en que los políticos sean reemplazados por los artistas?
¿Y esa “hora llegada”, la estaba esperando algún artista?
¿Cree usted que el arte es una forma válida de activismo?
Por supuesto, entendido el activismo como resistencia. Tan solo la práctica del arte ya es suficientemente válida como actitud que implica resistencia y activismo.
¿Debe haber ética en el arte?
No solo el artista debe ser ético. Todos debemos serlo. La ética en nuestras acciones es fundamental y nos permite mantener nuestras virtudes en permanente tensión. Si no hay ética que va a ser de nosotros. Y si no hay ética en el Arte, entonces: «apague y vámonos».
¿Qué no es ético en el arte?
Creo que el oportunismo y el arribismo. Aunque son decisión de cada uno, no dejan de ser perturbadores en su forma más negativa. Es mi deber aclarar aquí que me refiero al arte como práctica ejercida por artistas no estoy diciendo nada sobre el “sistema del arte”, alrededor del cual existen distintos cuestionamientos.
¿El arte es una forma de lucha?
SI. El arte es una poderosa forma de lucha aunque es muy romántico pensarlo.
Es la lucha permanente entre el artista y su condición buscando la libertad y la comprensión del universo. Es la lucha permanente entre el orden y el caos. Es la lucha por salvarnos y enfrentar con decisión la ignorancia, el dolor, la desigualdad, la enfermedad, la vejez, la mentira y la muerte.
¿Se considera un artista político o un artista crítico?
Otra pregunta romántica. Un artista, nada más.
¿Para qué hace su obra?
Para ser amado.
¿Para quién hace su obra?
Para la gente que amo.
¿A qué artistas admira?
A Gabriel García Márquez porque escribió 100 años de soledad. A Pablo Picasso, Francis Picabia, Marcel Duchamp, Emil Nolde, Beatriz González, Martin Kippenberger, Eva Hesse, Armando Reveron, al fotógrafo caleño Fernell Franco y al director de cine Carlos Mayolo.
A quién censuraría si pudiera?
A los administradores de servicios públicos: salud, internet, agua, luz, teléfono y demás.
¿Qué le molesta del mundo en el que vivimos?
Que sea un mundo de efectos en el que no se analizan las causas en profundidad. Un mundo impune y sin culpables.
¿Tenemos esperanzas de salir del atolladero?
¿El de la gripa porcina? ¿El de la economía? ¿El del calentamiento global? ¿El de la avaricia y la ambición ciega? o ¿cuál de los múltiples atolladeros? Cuando seamos capaces de mirarnos como debe mirarse un artista de verdad, estaremos dejando el atolladero. Pero con mentiras nos hundiremos más y más. “El arte es la expresión más elevada de la esperanza” escribió Gerhard Richter.