El llamado «Mes del Arte» viene con una oferta grande y heterogénea en términos de ferias y exposiciones. Hay muchas cosas para ver y recorrer en el mes de octubre en Bogotá.
Sin embargo, una vez se cierran las ferias es muy poco lo que se escribe a modo de balance sobre esta red de eventos. Es cierto, son muchos y obviamente es imposible ver todo. Aún así, cada cual hace su recorrido y elabora su propio panorama, así como una serie de obras o situaciones que le parecen relevantes.
En este orden de ideas esferapública estará publicando en el curso de esta semana una serie de entrevistas con críticos, artistas y curadores en torno a este tema.
Iniciamos con Guillermo Vanegas, quien reflexiona en torno a los eventos en general, su divulgación en los medios, las propuestas curatoriales y su incidencia en el campo de las prácticas artísticas e institucionales.
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La pregunta es esa; ¿para quién estamos trabajando?¿para quién estamos produciendo?. Entrar en una economía del derroche, apariencia y visibilización como la que propone, normalmente, una feria de arte es un hecho que desgasta desde su definición.
En el caso de artecámara, o mejor dicho antecama, son completamente evidentes y visibles esos procesos y dinámicas de explotación. Producción sin honorarios, sin bolsa de trabajo, sin transporte. Todo cambio sucede en el marco de una economía basada en la visibilidad y la promesa, una economía basada en la seducción, como dirían los compañeros de la nocturna. Los «independientes» figuran casi como un ornamento, solo nombrarlos da cierta credibilidad a la inclusión y representación que debe ser este espacio, ejemplo de esto también se puede ver en la inclusión de los mismos en «selección colombia» que irá a Arco y de la cual tuvieron noticia primero todos los medios que los mismos invitados. También así nos quedamos sin voz en el foro al cual se invitaron otras propuestas «independientes» más establecidas…
¿Qué nos queda después de las ferias aparte de la resaca y la tusa?¿salimos perdiendo o ganando en ese intercambio económico de visibilidad? Hay un peligro en llevar la discusión a términos del amor y el libido y es caer en posiciones morales y de juicio ya que conocemos los problemas de la monogamia y los beneficios de la poligamia. Pero si es cierto que el mercado es el sexo del arte ¿que tal estuvo?.