Pues a decir verdad, el que se manifiesta es Andrés Hoyos, quien de paso no se documenta, pues se trata de la Manifesta y no de la «Manifiesta», cancelada por razones políticas.*
Ya que un enlace a la entrevista hizo algo de falta, ahí va la entrevista completa.
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«Coleccionar arte puede ser un ejercicio creador»
Es una rara avis en la política de Colombia y del resto de Iberoamérica, donde los políticos, si son cultos, se declaran aficionados a la literatura. Y si no, del bolero o las rancheras. El ex presidente de Colombia y ex secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria, en cambio, ha optado por el arte contemporáneo internacional hasta el punto que en apenas una década se ha convertido en uno de sus más importantes coleccionistas.
Pregunta. ¿Cuál fue el momento en el que supo que era un coleccionista?
Respuesta. Ésa es una pregunta muy fácil y muy difícil. Uno es coleccionista cuando compra por primera vez algo que no sabe o no tiene donde poner. Por otra parte, quizá el calificativo de coleccionista pueda sonar un poco presuntuoso. Visito muchas ferias de arte y estoy bien conectado con el medio. He acertado en comprar a algunos de los buenos artistas contemporáneos y pertenezco a un gueto que es por naturaleza competitivo, egocéntrico.
P. ¿Cómo es su actividad como coleccionista? ¿Visita galerías de arte, museos, ferias de arte internacional? ¿Está suscrito a revistas especializadas?
R. Hago todo eso de manera superlativa, en parte porque me lo he propuesto y en parte porque mi trabajo me lo permitió y me lo permite. Creo mucho en las interrelaciones: ver mucho, darle una oportunidad a muchas propuestas, encontrar amigos, periodistas, galeristas, comisarios de exposiciones, artistas y uno que otro pontífice, cuyo cotorreo ayuda enormemente a tener por lo menos diversas interpretaciones, distintos enfoques. Todo eso forma parte de ese mundo del arte contemporáneo. Las ferias como Arco son muy enriquecedoras y divertidas, ellas permiten una manera distinta de ver el arte, que también forma y enriquece a la persona. Ir a las bienales de Venecia y São Paulo o a la Manifesta, educa enormemente.
P. ¿Se deja aconsejar o confía sólo en su intuición?
R. Desde luego la intuición es más importante que cualquier elaboración intelectual, pero para construir una colección de arte contemporáneo se necesita más que un par de ojos. No hay ojos que puedan ver todas las nuevas propuestas artísticas. Y no hay nada más importante en el arte contemporáneo que la originalidad. Descifrar quién introdujo un nuevo lenguaje, quién encontró una nueva estética, es una tarea en extremo difícil.
P. ¿Cómo definiría su colección? ¿Colección de alto riesgo o de nombres consagrados? ¿Una mezcla de ambas?
R. Hoy sólo las personas muy adineradas pueden comprar nombres consagrados. Si tengo algunas piezas de un artista consagrado es por un acierto temprano. Y es mucho más divertido e interesante apostar a los nuevos valores. Yo me pregunto, ¿qué arriesga el que compra un Picasso? Y, sin embargo, no tengo nada contra esa forma de coleccionismo. Lo que quiero decir es que se pierde mucho del efecto enriquecedor que sobre la vida personal tiene el coleccionismo si se compra pensando en la inversión y no en satisfacer esa obsesión, esa necesidad compulsiva que constituye el coleccionismo.
P. ¿Le interesa arte español contemporáneo?
R. El Informalismo español constituye un capítulo trascendental en el arte contemporáneo, con Tàpies a la cabeza. Tengo un enorme respeto por maestros como Manolo Valdés y Chillida y por artistas contemporáneos como Juan Muñoz, Muntadas, Santiago Sierra, Chema Madoz, Alberto García-Alix o Eulalia Valldosera. Hay en España un vigoroso movimiento artístico que la convierte en uno de los grandes centros del arte europeo, incluso por delante de los franceses o los italianos. Los museos españoles son mucho más activos y toman más riesgos que en otros países del viejo continente. Además, existen galerías de gran calidad como Luis Adelantado, Espacio Mínimo, Helga de Alvear, Joan Prats, Moriarty, Fernando Pradilla y La Fabrica, sólo para mencionar algunas.
P. ¿Cuál es su mayor satisfacción como coleccionista y cuál su más grande frustración?
R. Uno nunca se arrepiente de lo que compra sino de lo que no compra. Y ésa es una lista interminable de cosas que se dejaron pasar. ¿Cómo no se compró un Shirin Neshat o un Kapoor o un Iran do Espiritu Santo? Y eso que algunos estuvieron a mi alcance: hoy están como a años luz. Claro que acerté en Kuitca, en Vik Muniz y en Gabriel Orozco.
P. Desde el punto de vista del coleccionista ¿qué le parece Arco?
R. Lo mejor que tiene Arco es que es un evento divertido y grato. Es una verdadera fiesta. Uno termina parando en cada stand por algún motivo. Es una gran feria. La segunda o tercera de Europa que muestra el arte sin academicismos, sin estar condicionada a las grandes colecciones ni a los comisarios en exceso formales ni a velar por el buen nombre de sus artistas históricos. Uno entiende lo que allí muestran, lo goza.
* Manifesta 6 cancelada.
http://universes-in-universe.de/car/singapore/esp/2006/biennials/manifesta.htm