Si hay un participante en Esfera Pública que se ha perfilado con nitidez como animador de las discusiones, es Lucas Ospina. Hace cuestión de semanas nos reclamaba por la poca atención prestada al texto de José Roca sobre el patrimonio. Y más aún, nos exhortaba adebatir activamente, con la promesa de que nuestras opiniones serían escuchadas.
El contrapunto Roca-Salazar contrastó con otras discusiones donde hay voces que se quieren hacer escuchar sin tener en cuenta lo que dicen los otros. En este dialogo hubo momentos de gran reflexión y me parece que cada uno de ellos dio sobradas muestras de lo que es confrontar sus ideas en público con la mayor seriedad.
Por qué convertir todas estas voces en ruido?
Después de invitarnos tan animosamente a tomarnos en serio el artículo de José Roca sobre el patrimonio, uno podría esperar de L.O. una reflexión sobre ese debate, donde se cuestionó el efecto crítico de aquellas propuestas críticas financiadas desde los espacios culturales del estado: léase Salón Nacional, salones regionales y el Premio Nacional de Crítica, que L.O. promociona efusivamente.
L.O. advierte sobre la necesidad de referirse a las obras para que la reflexión no quede reducida a ruido que vaga eternamente en el espacio’. No parece una buena idea ponerlas a decir cosas que más bien L.O. quiere decir.
Gabriel E. Merchán