Una historia crítica en ocho capítulos y medio
Este libro compila ocho textos escritos a partir de cada una de las exposiciones de la cuarta versión del Premio Luis Caballero (2006-2007). Los textos alternan la descripción formal con la intepretación y sobreinterpretación de las obras. Las críticas tocan ideas relacionadas con medios específicos (dibujo, fotografía, video, sonido, escritura) y reflexiones sobre el espacio de exposición, el periodismo cultural, la comunicación, la poesía, el silencio, la estupidez y la crítica misma. Estos y otros textos sobre ese ciclo de exposiciones fueron publicados en https://esferapublica.org/ y pueden ser consultados en la sección de debates de ese portal de internet. Al volumen se suma una fábula sobre crítica de arte.
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http://uniandes.academia.edu/LucasOspina/Books/158580/Una-historia-cr%C3%ADtica-en-ocho-cap%C3%ADtulos-y-medio
Una colección / Obras de Alejandro Castaño
La luz de los curadores, que en tiempos recientes se posaba con especial propiedad sobre las obras de arte, ha sido eclipsada por un astro de mayor brillo: el sol de los coleccionistas. Por fortuna y para fortuna de la circulación de obras y artistas noveles, los coleccionistas navegan, cada vez en mayor número, por los cauces del arte contemporáneo. La euforia, convicción y frecuencia con que muchos coleccionistas se entregan a esta aventura —que es favorecida por los vientos de la prosperidad económica— le han dado notoriedad y cotización a esta figura. Los coleccionistas, como seres ávidos de gusto, se dan con vigor y suficiencia a la posesión y al mecenazgo y buscan, con una tenacidad insaciable, completar un rompecabezas al que siempre parece faltarle una pieza. La pulsión del coleccionismo y su influencia decisiva sobre el sentido e intercambio (valor y precio) de las obras, señala que estos personajes no pueden —ni quieren— ser ignorados al momento de analizar todo aquello que participa en la construcción del arte. La exposición Una colección – Obras de Alejandro Castaño buscará entre las obras de un coleccionista de arte contemporáneo formas de coleccionismo: en el espacio de una sala de exposiciones* se pondrá en juego una serie de ideas que permita señalar el punto medio en que se posa un conjunto de objetos.
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http://uniandes.academia.edu/LucasOspina/Books/158581/Una-colecci%C3%B3n—Obras-de-Alejandro-Casta%C3%B1o
Arte Degenerado / Traducción al español / Obra de Pedro Manrique Figueroa
En 1980, Pedro Manrique Figueroa decide hacer una traducción y reedición de la guía de la exposición Arte Degenerado (Entartete Kunst) organizada por el Partido Nacional Socialista Alemán en 1937. En su proyecto lo acompaña un joven llamado José Obdulio Gaviría S. que lo ayuda con la traducción de los textos del alemán al español y Edwin Ostos S., un estudiante de diseño, que se encarga de levantar los artes. Es la intención de Pedro Manrique Figueroa repartir el impreso a la entrada de todos los Salones Regionales de Artistas organizados por el Instituto Colombiano de Cultura. Su acción —y ahora obra— ha sido interpretada por algunos como una protesta. Ocho años antes, en 1972, Pedro Manrique Figueroa había sido uno de los artistas rechazados del XXIII Salón Nacional de Artistas: «no entiendo» dijo el precursor del collage en Colombia «si ahí dice muy claro que el Salón es mío, es de artistas, no de arte, el Estado me tiene que garantizar mis derechos y no sólo los de toda esa gente que contratan y que viven de andar diciendo qué es Arte y qué no es»“ (ver “Artista Rechazado”, María Cristina Pignalosa, El Tiempo, Culturales, 12 de octubre de 1972, Página 6B). Los artes traducidos y diseñados de la guía de la exposición Arte Degenerado nunca llegaron a Litográficas Medellín de Bogotá. Se sabe que Pedro Manrique Figueroa tenía la intención de dedicarle el nuevo tiraje al presidente de esa época, Doctor Julio Cesar Turbay Ayala, y a su ministro de defensa, General Luis Carlos Camacho Leyva. El proyecto no se llevó a cabo, Pedro Manrique Figueroa desapareció —algunos dicen haberlo visto entrar a las “Caballerizas de Usaquén” que formaban parte de la Escuela de Caballería del Ejercito en el Cantón Norte en Bogotá y que se hicieron célebres a finales de la década de los setenta y principios de los ochenta por ser centros de tortura, durante los procesos de investigación y judiciales contra el Movimiento guerrillero 19 de Abril (M-19) y donde también, en 1985, durante el gobierno de Belisario Betancur, fueron llevadas algunas personas sospechosas de participar en la toma del Palacio de Justicia en Bogotá que hizo el mismo grupo guerrillero.
(Reedición dedicada al Doctor Julio Cesar Turbay Ayala y al General Luis Carlos Camacho Leyva. Traducción: José Obdulio Gaviría S. Diseño: Jhon Castillo. Impreso y armado en Litográficas Medellín. Abril, 1980, Bogotá. Reimpreso con motivo del Salón Regional de Artistas, Zona Centro, Ministerio de Cultura, Proyecto Transmisiones y de la exposición Poesía, Museo, Filosofía, Fundación Gilberto Alzate Avendaño, Marzo, 2008, Bogotá y del 41 Salón Nacional de Artistas, 2009, Cali.)