«El imitador de voces, que ayer por la tarde fue huésped de la Asociación de Cirujanos, se mostró dispuesto, después de su representación en el Palais Pallavicini, al que lo había invitado la Asociación de Cirujanos, a ir con nosotros al Kahlenberg, para allí, donde tenemos una casa siempre abierta a todos los artistas, exhibirnos también su arte, naturalmente a cambio de unos honorarios. Rogamos al imitador de voces, que procedía de Oxford, Inglaterra, pero había ido al colegio en Landshut y había sido en otro tiempo armero en Berchtesgaden, que no se repitiera en el Kahlenberg, sino que nos representara algo totalmente distinto de los de la Asociación de Cirujanos, es decir que imitase en el Kahlenberg voces totalmente distintas de las del Palais Pallavicini, lo que nos prometió a nosotros, que habíamos estado entusiasmados con el programa que presentó en el Palais Pallavicini. Realmente, el imitador de voces nos imitó en el Kahlenberg voces totalmente distintas, más o menos famosas, de las de la Asociación de Cirujanos. Pudimos formular también deseos, que el imitador de voces satisfizo con la mejor voluntad. Con todo, cuando le propusimos que, para terminar, imitase su propia voz, nos dijo que eso no sabía hacerlo.»
-El imitador de voces
Thomas Bernhard
enviado por Lucas Ospina