La historia desafortunada de una tesis de grado se ha convertido en el chivo expiatorio perfecto para exorcizar los males de la Facultad de Artes de la Tadeo. En el proceso, los involucrados han sabido salpicar el nombre no solo de la Facultad, sino también el de los estudiantes y alguns otras personas, quienes no tienen por que soportar el malestar personal de gente como Victor Albarracin con la decana Silvia Escobar, como si su descontento se tratara de un tema que debiera importarnos a todos. Ante la obviedad de los problemas que por su administración acusa la Facultad, no podemos creer tan ingenuamente o aprovechar tan descaradamente cada situación que se presenta para vendettas personales.
Nosotras, en calidad de niñas bien vestidas de facultad de Artes de la Tadeo queremos expresar nuestro descontento con el tratamiento que se ha dado al tema de la tesis de Natalia. El tono en que se han referido a los estudiantes de la facultad demuestra un desconocimiento profundo de la situación real de los mismos. El hecho de que ciertas personas se abstengan de participar directamente en semejante drama novelero en que se ha convertido esta discusión no quiere decir automáticamente que esten de acuerdo con el tratamiento que se le ha dado a natalia o con el manejo administrativo que la directora del programa (porque hace rato que no es decana) ha decidido para la facultad.
Esto lo decimos porque hemos leido detalladamente sobre el proceso de natalia, en especial el proyecto «Punto de Tensión». Desde nuestra breve experiencia y conocimiento, encontramos que la tesis ha sido desafortunada en cuanto ha sido planteada de una manera vaga. Además, las estrategias de registro y circulación (a lo que uno de los jurados se refiere como el tratamiento del espectador/lector) ha sido pobre y mal planeada, o por lo menos eso parece. Seguramente, con una ampliación de la bibliografía en cuanto a proyectos de ocupación de espacios públicos y de circulación, la tesista podría observar defectos en su planteamiento tales como: Utilizar los servicios del centro comercial elimina precisamente la tensión que según ella quiere provocar. Otro, si la idea era no sesgar el ejercicio imponiendo cámaras para registrar, creemos que si es un proyecto de tesis, se pueden encontrar estrategias para resolver esto como comprar una cámara de vigilancia portatil, que es del tamaño de un botón y cuesta alrededor de 60 mil pesos en el mercado, y dársela a alguna persona que se encargue de repartirla a más personas, para que realicen el registro reduciendo al mínimo el impacto (sesgo) sobre la intervención. Puede que en la resolución de estos temas esté la clave para solucionar preguntas tales como, si esto constituye o no un proyecto artístico.
En la desición tomada encontramos motivos, sin ser nosotras unas expertas. Tal vez otras personas encontrarán otros problemas, pero a nuestros ojos hay vacíos en los aspectos fundamentales de la Tesis, y por ello damos razón a la decisión tomada por los jurados.
También creemos que se ha desperdiciado mucho tiempo preguntándose por una cosa o la otra, en lugar de fortalecer el argumento del proyecto. Parece no estar claro cuales son los propósitos del proyecto. Esto no es evidente. Hay mucha ambigüedad en la formulación y vacíos en la estructura.
Este espacio de discusión aparentemente se ha dedicado con mucha pasión a registrar todo el asunto de las cartas y los derechos de peticion. A transcribir charlas entre jurados y tesista, y no a cuestionarse por las condiciones en las cuales fue presentado el proyecto de tesis. Adicionalmente, ha querido aumentar el malestar al incluir el asunto que tiene que ver con la salida de profesores. Si, todos lo lamentamos y estamos de acuerdo, en que alli hay un enorme problema a nivel de la direccion de la facultad, pero eso es tema de otra historia, aunque algunos quieran descargar su frustración en la misma llaga. El problema de la tesis de Natalia Avila se ha convertido en el chivo expiatorio de algunos para descargar su malestar. Pero en el proceso ha hecho que el general de los estudiantes de la facultad nos veamos como unos ingenuos. En su texto, Albarracin deja ver que su opinion del estudiante ideal de Arte es bastante TRASNOCHADA Y MAMERTA, resultando incluso en problemas de atuendo, moda y pose.
Como ocurre la mayoría de las veces, los problemas en los circulos del arte bogotano son de indole social (fulanita vs fulanito, avalado por fulanito, que es amigo de fulanito) y no de fondo. O acaso, de arte.
Niñas de la Tadeo Bien Vestidas