Fernando Uhía escribe sobre la colección Botero:
“El gusto de este coleccionista es similar al que promueven los reality shows: un exceso de realismo, de “buengustismo” republicano regenacional que prolonga en el ámbito museal las inmoralidades del frente nacional y el catolicismo a ultranza que tanto daño le han hecho al país desde 1886 ( ese mismo “buengustismo” ha logrado en los Estados Unidos y en los países del G8 que la tradición esclavista sea reencauchada recientemente en las infames maquilas)”
-¿Cuáles serán las relaciones precisas entre el Frente Nacional y el buen gusto? O más bien ¿entre la inmoralidad del Frente Nacional y el buen gusto?
-¿Cuál será el daño que le ha hecho país la colección Botero?
-Si existe dicho daño, ¿qué proponemos o qué ofrecemos entonces? ¿Acaso una exposición de Raul Cristancho?
-Llevando el asunto a términos más generales: ¿Se pretende entonces reemplazar para el arte nacional, el culto al neoclasicismo por la adoración y las velas a Marcel Duchamp?
-Los teóricos suelen incurrir frecuentemente en definir los fenómenos en dicotomías; lo podemos ver muchas veces en diversos textos actuales:
-Esto es moderno (malo), esto otro contemporáneo (bueno).
-Esto es pintura neoclásica (malo). Esto otro es “postconceptual” (bueno).
-Esto es historia del arte (malo) esto otro es teoría transhistórica (bueno).
-Esto es una exposición de arte contemporáneo (bueno). Esto es una exposición de arte tradicional (malo).
-Esto es “buengustillo” (malo), Esto es “malgustillo”(bueno).
Así podríamos seguir eternamente.
Qué me dicen de los términos frecuentes en muchos ensayos tales como:
“Tardomodernidad”, “primera post-modernidad”, “segunda postmodernidad” “neopostmodernidad” y otros veinte que podríamos acuñar colocándole “neo”, “post”, “tardo” a cualquier palabra para validarla, sin decir mayor cosa. Esto suele tambien verse en los textos que acompañan frecuentemente a las exposiciones.
Creo que sería interesante pasar de las superficialidades de las dicotomías, a reflexiones que comprometan espacios teóricos menos reducidos.
Dimo García