Renuncia colectiva a desarrollar el «18 Salón Regional de Artistas Centro Occidente»

A una semana de tener que empezar las actividades que conforman el proyecto, no habéis formalizado los procesos de contratación, ni contamos con recursos por parte del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, para poder llevar a cabo el proyecto. Nos sorprende que el Ministerio pueda trabajar con una falta de claridad tan grande en lo que a los procesos y los tiempos se refiere.

Señora,
Alejandra Sarria
Asesora Grupo Artes Plásticas y Visuales
Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes
Calle 9 # 8—31
Bogotá, Colombia

Asunto: Renuncia colectiva a desarrollar el «18 Salón Regional de Artistas Centro Occidente»

Después de habernos reunido todos los integrantes que conformamos el proyecto os hacemos llegar esta carta para presentar nuestra renuncia colectiva a desarrollar el proyecto «Centro de Arte Contemporáneo Centro Occidente» en el marco de los
«18 Salones Regionales de Artistas».

A una semana de tener que empezar las actividades que conforman el proyecto, no habéis formalizado los procesos de contratación, ni contamos con recursos por parte del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, para poder llevar a cabo el proyecto. Es importante mencionar que hace cuatro semanas que disponéis de toda la documentación que nos solicitasteis para poder formalizar dicha contratación.

Como en algunas ocasiones os hemos manifestado, nos sorprende que una institución pública, como el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, pueda trabajar con una falta de claridad tan grande en lo que a los procesos y los tiempos se refiere. A pesar de esta falta de claridad siempre hemos presentado, en los plazos que nos habéis indicado, todos los documentos y la información que nos habéis solicitado, tanto del proyecto como de los integrantes que lo componen.

Llevamos trabajando en la producción del proyecto desde el 12 de febrero de 2024 que realizamos el primer encuentro con vosotros. En todo este tiempo hemos conseguido darle cuerpo a la propuesta a partir de la construcción de una red afectiva con un seguido de espacios, instituciones y personas que han decidido apoyarnos con sus infraestructuras, tiempo y dedicación. Lo que nos ha demostrado que es posible lo que planteamos originalmente en el proyecto de imaginar una alternativa de institución que no está determinada por la burocracia y los procesos, sino una imaginada y movilizada por y para las personas.

Han pasado siete meses y estamos exhaustos. Hemos de ser coherentes y honestos con el proyecto y apostar por la política de los cuidados que proponíamos en la investigación. Una política propuesta por el el «giro afectivo» que proporcionó unas herramientas de trabajo alternativas a raíz de una insatisfacción frente a los modos dominantes de gestión de los recursos públicos. Y con eso nos referimos a entender cómo la afectividad impregna el tejido de lo social, participando en la normalización y naturalización de las relaciones de poder, pero al mismo tiempo, también conlleva un fuerte potencial para desarticularlas.

El trabajo del cuidado, aún y siendo conscientes de las demandas que conlleva, lo vemos como algo relevante por parte de cualquier institución. Sin embargo, no habéis prestado atención a este aspecto, lo que nos ha llevado a sentir una clara devaluación del proyecto y del trabajo que llevamos realizando. Es en este punto donde nos preguntamos si realmente vale la pena inscribir el proyecto en un marco de trabajo como el que nos ofrecéis.

Puede que no percibáis el cuidado como una labor productiva porque no entra dentro de la lógica capitalista de crecimiento. Pero cuando enunciábamos el cuidado como uno de los ejes del proyecto, lo pensábamos analizando el contexto actual y cómo está contaminado por fuertes corrientes de neoliberalismo. Privilegiar los cuidados significa, en gran medida.
invertir la lógica de valores donde el trabajo del cuidado es menos valorado que el trabajo productivo. En realidad el «trabajo intelectual» es una variante de esa labor del cuidado, que parte del apoyo mutuo y la igualdad de las inteligencias. En un contexto como el cultural en el que la mayoría de sus agentes están obligados a ser sobreproductivos diversificado sus labores para sobrevivir, creemos que no tiene sentido seguir reproduciendo esas formas de producción precarias.

Atentamente,

Marcela Cárdenas
Lucía de las Flores (Latitud Estudio)
Cesar del Valle
Edy Giraldo
Daniel Salamanca (Latitud Estudio)
Camilo José Monsalvo
Adriana PinedaMargarita Pineda
Daniela Serna
ferranElOtro

1 comentario

Bueno Comentar varias cosas: Me dicen que los SRA se organizan por medio de convocatoria via estímulos. Me parece muy bien. Sin embargo, Les comento que luego de ver el SNA pasado ahora soy experto en entender cómo destinan el gasto. porque en el pasado , al ver tantas quejas y dramas de los artistas por la plata, ( que en este caso parecen ser más legítimos), decidí entrar a investigar yo mismo cómo funciona esto. Yo no voy a ponerme a aquí a hacer análisis filosóficos y moralistas sobre esto, por lo que intentaré decirlo todo rápido y breve para no aburrirles. En el pasadoSNA paso algo similar solo que muy ilegitimo . ¿Recuerdan?, que una artista salió a denunciar que el SNA no le pagó etc etc. y luego salió en muchos medios quejándose y contándonos de esta gravísima falta por parte del Ministerio de Cultura. Me contacté con la artista y la entrevisté. Para mi sorpresa, al preguntarle que si había sido contactada directamente por instagram por los organizadores y curadores, le pareció una pregunta muy «inquisitiva» y me quitó el permiso para publicar la entrevista. Luego me contacté con el señor Sanin y le pregunté lo mismo, ¿qué había pasado?. En resumen si, la artista fue contactada por los curadores via instagram para participar y luego tuvieron reuniones programáticas con el ministerio de forma virtual. Entonces esto me hizo pensar, ¿cómo se hace un SNA en este país? ( de paso pensar como gastan la plata en los SRA). En el SNA Lo que al final vimos fue unos conocidos que se invitaron a participar y al enfrentar un proceso burocrático, se disgustaron por platas. Lo que no nos contó la artista y ojalá algún día someta también a debate esto, es que luego de la queja pública llegó a un acuerdo económico con el ministerio. Me gustaría saber si los contribuyentes estamos deacuerdo con que con nuestros impuestos se indemnice un proceso que nunca contó con un contrato y que además fue a puerta cerrada. Me parece muy bien que en los SRA haya al menos un proceso abierto.

Tercero, el papel de la crítica y los críticos de arte: También para mi sorpresa ví entrevistas, artículos y derechos de petición con un tono exageradamente academicista… pero si es de plata que estamos hablando!. Pedí que me mostraran si encontraban el desglose presupuestal definido de ese SNA y ninguno había podido buscarlo en el SECOP, la razon era que no sabían cómo funcionaba la plataforma. Asi que lo hice yo, y si, acepto que es un dolor de cabeza mirar o buscar info allí, pero allí estaba todo!. Ingresé y miré en detalle en lo que se gastaron el dinero. Y atención a esto porque seguro asi van a destinar el gasto del SRA: Descubrí varias sorpresas.El proceso de cómo se mueven las platas y para que se indignen más es así: alrededor del 75% se queda en gastos administrativos y de producción. Es decir las productoras, viáticos, realización y publicidad, se llevan la parte más grande. y el 25% restante paga a algunos artistas y creadores. Entonces cuando los artistas pelean porque no les pagaron, hablamos solo de la ineficiencia de ese 25%. Ojo a las productoras, ¿quien las recomienda?, ¿cómo se contratan?. Resulta que el ministerio no puede decir cada día, hagan este gasto y al otro día se hace, hay un proceso burocrático muy largo. Entonces ¿qué hacen? contratan una figura llamada » operador logístico» al que se le da casi toda la plata y este a su vez cobra unos «costos administrativos». Este operador es el encargado de contratar a las productoras y todo lo que se requiere para que un SNA ocurra. Sobre el proceso de la contratación de los curadores y directores, pues es super difuso. No hay un proceso abierto, no hay convocatoria pública y no hay unos requerimientos claros. Básicamente es alguien que ya ha sido curador y es «importantisimo» en temas de gestión cultural. ¿y los artistas que participan?, son artistas que cumplen con los requerimientos que una » ardua investigación» les arroja y entonces son pertinentes para participar. Y entonces los invitan. Ahí ya estamos viendo un proceso que casi en su mayoría es a puerta cerrada y a dedo. Que no es el caso de este SRA, pero vale la pena decirlo para lo que ha sido el SNA. Y es aquí donde vienen los desacuerdos: Los y las artistas se pelean con los directores porque los meten en algo donde no hay garantias ni contratos al principio pero si todo sale bien, cada quien recibe su respectivo pago. Y aveces los Curadores y organizadores o directores se pelean contra el Ministerio porque les promete cosas que luego no puede cumplir. Todo esto ocurre sin contratos, es palabreado. Cuando las cosas salen bien, artistas y Organizadores comen callados. No se engañen, todo tiene que ver con el dinero.¿Es legal? digamos que si parcialmente siempre y cuando no se excedan ciertos presupuestos, digo parcialmente porque cualquier ciudadano que desee entutelar el proceso que lleva el ministerio en su contratación lo podría hacer y saldría victorioso de seguro. Entonces, cuando todo sale bien y todos reciben su porción, pequeña o grande, no sacan nunca la carta de la indignación, no se cuestionan por ese proceso tan cerrado, no se cuestionan por el presupuesto, no cuestionan la falta de participación o almenos la apertura a participar a toda la comunidad. No sería el caso este SRA, sin embargo el sistema de gasto si es similar. En casi todos los SNA nos dicen que buscan la horizontalidad, el tejido humano, la participación y la apertura también , y lo siento, pero quienes diseñan la carreta del SRA y el SNA son uds señores Curadores-organizadores-directores. Tampoco nos cuentan cuáles son sus honorarios por esta labor. Que es muy legitimo pero pues como les decía eso se paga de ese 25%. Estamos hablando que en unos salones que tienen más de un millón de dólares de presupuesto hay honorarios de contratistas (directores) de más de 15 millones de pesos.

Finalmente comentarles. Los SRA presentan uno de los indicadores más bajos de audiencias y espectadores en la propuesta cultural del Min Cultura. La gente no conoce ni le interesa ir a un SRA y lo peor, no saben que existe un SRA. , . Y creo que los y las artistas debemos empezar a ser francos con esto, con que nos gusta mucho el dinero y aveces para ganarlo no necesitamos justificarlo con un discurso redentor y buenista. Me parece muy bien que renuncien a algo a lo que no han sido contratados. Y ojo con las productoras porque ahí se quedó la mayoria del gasto del anterior SNA. Un abracito V.