Los elementos que conforman una obra artística pueden ser entendidos como informaciones, comunicaciones e interpretaciones que se encadenan entre sí, generando -y siendo generados por- un sentido intersubjetivo que establece los límites de la obra. Los límites no se pueden pensar sin un fuera, suponen por consiguiente la realidad de un más allá y la posibilidad de franquearlos. Se entiende en este caso que no se trata de límites físicos sino de sentido. Un límite separa pues, elementos, pero no necesariamente relaciones; esto significa que todos los procesos fronterizos, como por ejemplo el intercambio de información, al franquear el límite siguen funcionando, pero en otros sentidos.
En el entorno de un sistema de información existen sistemas observadores, sistemas que se componen de un sujeto y la realidad que este sujeto intenta objetivar. Es posible diferenciar tres tipos de dinámica en los procesos de interacción que un sistema de información establece con su entorno:
Lineal. Cuando los límites entre sistema observador y sistema de información se pueden determinar en su totalidad, ambos aparecen con un contorno definido pues se sabe qué pertenece al sistema de información y qué al sistema observador; puesto que sujeto y objeto no se deforman entre sí hay una posición absoluta para las observaciones, un solo sentido para los significados, un lugar privilegiado para el acceso a la verdad.
relativa. Cuando el sistema observador es deformado por el sistema de información, hay un conjunto de posiciones relativas para la observación: la significación, interpretación y comprensión del sistema de información exige una conversación entre todos los sistemas observadores posibles, pues la observación es relativa a las condiciones de observación.
Auto reflexión. Cuando el sistema de información es deformado por el sistema observador no hay posición exterior -ni absoluta ni relativa- para la observación. El sistema a observar no tiene sentido como entidad aislada y sólo es comprensible como interacción, correlación, proceso o evento entre varios sistemas de observación e interpretación. En un contexto autoreferencial cada observador puede tener su propia clase de perspectivas, de significados, configurándose como un espejo en el corazón del sistema observado, reflejándolo con sus visiones y refractándolo con sus manejos.
La idea no es la de reducir sino la de referir un conjunto de procesos artísticos a estas dinámicas, con el ánimo de generar una serie de lecturas tanto de los procesos mismos como del contexto en que se inscriben.