Una reunión esperada que resultó siendo una desilusión.
Cuatro meses pasaron para que el actual Ministerio de Cultura agendara una reunión con el sector de artes plásticas y visuales, lo cual implica que en “los primeros 100 días del gobierno del cambio” fue la única área con la que no se adelantó ningún encuentro. Pensé que escuchar directamente a Patricia Ariza significaría la posibilidad de comprender el papel de las artes visuales en el estallido Cultural (pronto a terminar), también los programas o planes implicados en los ejes que el ministerio continuamente anuncia, sin embargo, la reunión resultó decepcionante.
La intervención de la ministra (luego tuvo que retirarse) se limitó a repetir algunas de las frases anteriormente dichas en reuniones con otros sectores, insistió en la importancia del Estallido cultural, en el hecho de que los jóvenes artistas pintarán murales a lo largo y ancho del país, lo cual me pareció desafortunado. No había nada en sus palabras diferente a lo que he escuchado decir a través de las publicaciones en redes sociales. Ninguna precisión, ni ampliación, nada que permitiera que este libreto se transformará en acciones concretas. Comprendí que, esta mesa en realidad cumplía con un requisito, que los invitados conformábamos una escena “necesaria”, que éramos una imagen para historia o un post, que ese era el papel que se nos había asignado (sin que lo supiéramos), éramos extras, actores de relleno para la tarima mediática desde la que este Ministerio ha decidido actuar.