No basta con la desgracia de ser víctima de la guerra, a eso hay que sumarle que su imagen sea vendida como objeto de decoración para yuppies…
Imagen tomada de Revista Caras
Carlos Castro
No basta con la desgracia de ser víctima de la guerra, a eso hay que sumarle que su imagen sea vendida como objeto de decoración para yuppies…
Imagen tomada de Revista Caras
Carlos Castro