Reflexiones sobre la exposición de Gonzalez

La exposición se inauguró a mediados de marzo de 2019 y se montó en las paredes del Tx, el edificio de Arte inaugurado en 2015. El recorrido inicia por el segundo piso, expuesto a la intemperie, rodea las paredes del edificio de afuera hacia adentro, pasa por el ascensor, baja las escaleras y termina en la pared que es la entrada el primer piso. La exposición consta de dos elementos básicos: el primero, un plotter con textos, caras de los diferentes González, citas y recuadros de colores. El segundo, sobre el plotter están dispuestos ganchos sobre los cuales hay copias de los Gonzalez ya publicados, estos se distribuyen de manera continua sobre la pared, encajando con los recuadros previamente mencionados.

“González es una publicación del Departamento de Arte y es producida por el Área de Proyectos/González publicará textos y colaboraciones con remitente de cuentas “uniandes.edu.co” y bajo el crédito de la persona que los envía. […] González publica lo que se quiere a hacer público, todo lo que quepa en esta hoja de papel. Esta hoja circula por impreso tu por correo en cada semana del periodo académico”

Esa es parte de la descripción de lo que es González, como es mencionado anteriormente, es una publicación (de una hoja de longitud) que se da en el departamento de Arte de la Universidad de Los Andes y solo las personas que hacen parte de esta comunidad pueden escribir y ser publicados.  Este es un proyecto que nació como parte de la tesis de Felipe Gonzalez, que posteriormente fue adoptado por el departamento de Arte y se sigue publicando desde el 2005. Este año se ha realizado una exposición del archivo de esta publicación semanal.

La exposición se inauguró a mediados de marzo de 2019 y se montó en las paredes del Tx, el edificio de Arte inaugurado en 2015. El recorrido inicia por el segundo piso, expuesto a la intemperie, rodea las paredes del edificio de afuera hacia adentro, pasa por el ascensor, baja las escaleras y termina en la pared que es la entrada el primer piso. La exposición consta de dos elementos básicos: el primero, un plotter con textos, caras de los diferentes González, citas y recuadros de colores. El segundo, sobre el plotter están dispuestos ganchos sobre los cuales hay copias de los Gonzalez ya publicados, estos se distribuyen de manera continua sobre la pared, encajando con los recuadros previamente mencionados.

El proceso para realizar una exposición

El proyecto de la exposición del archivo de González fue diseñado y ejecutado por Paula Leuro y Andrea Infante, estudiantes de arte. Este comenzó en 2017 cuando empezaron a recopilar el archivo del González. En primer lugar, buscaron a los anteriores editores de la publicación, y también a quienes participaron en la escritura misma de los diferentes González. Su meta era conmemorar esta publicación que era propia del departamento y hacerla resaltar. Otra parte del archivo físico se encontraba en el BADAC. Fueron muchos lugares a los que tuvieron que acudir para poder recopilar y agrupar el archivo de la publicación.

Posteriormente, al tener todos los documentos organizados, tuvieron la noción del archivo en sí mismo. Si se iba a exponer esto, se necesitaba un espacio muy grande. Algo que Infante y Leuro tenían claro era  que la exposición necesitaba que las hojas se pudiesen llevar, esto era parte de la esencia inicial de González que no se debía perder en el proceso. De igual forma, cualquiera que fuera el resultado, para Leuro e Infante era necesario que no se perdiera la monumentalidad. Esta era una exposición que necesitaba estar abierta más de una semana pese a que otros dijeran lo contrario. Incluso, aunque todos opinaran sobre el proceso, aunque realmente no ayudaran mucho.

Ellas pensaron en todo, en cómo realizar el plotter, qué medidas tomar, cómo no bloquear los letreros puestos por Gerencia del Campus (tales como salida de emergencia, escaleras, extintor, etc). La universidad nunca les entregó planos básicos de los edificios que facilitaran la diagramación del plano de la exposición. Tuvieron que tomar las medidas por si mismas y encajar todo por sí mismas. Incluso cada González cambió sus medidas de impresión original para poder colocarlas en la pared. La planeacion y el contemplar cada detalle fue el pan de cada día de las curadoras.

Otro de los obstáculos a superar fue lograr tener los fondos suficientes para realizar el proceso. Se realizó una petición al Departamento de Arte de la Universidad. Esto solo condujo a solicitar los medios a otras instancias. Realizar la exposición con medios de la Universidad no implica que te den el dinero y ese sea el fin de la historia. Implica que debes trabajar con los proveedores mismos de la Universidad y eso no siempre es ni lo más fácil ni lo más económico.

Sólo mediante el hacer, ellas fueron aprendiendo. Creo que aprendieron mucho más de lo que habían visto en clases de curaduría, llevaron un proyecto acabo. Cuando pensaron en la cantidad de papel que iban a necesitar, para que las hojas de González fuesen portables dimensionaron mucho mas que la mayoría de estudiantes al realizar un trabajo. Todo esto y más fueron obstáculos a enfrentar por parte de las curadoras de esta exposición.

No olvidemos que ellas realizaron esta exposición por gusto. Solas. Nadie les pagó.

La exposición en sí

Esta es una exposición que no es posible ver en un solo día, pese a que su espacio es relativamente pequeño, su contenido (las hojas de González colgando), ocupa casi toda el área del plotter. Hay casi 400 hojas colgadas, dispuestas para aquel que quiera arrancar una y llevársela para leer. No obstante, esto presupone un primer problema: las disposiciones de las hojas no interactúan favorablemente con el espacio de tal forma que dificulta poder acceder a ellas. En primer lugar, al encontrarse en un espacio abierto, la mayoría de las hojas en el inicio de la exposición se encuentran mojadas y dobladas por los elementos naturales: la lluvia y el viento. Adicionalmente, en el segundo piso se encuentran ubicadas mesas y sillas junto a la pared donde están colgadas las hojas. Esto dificultaba su acceso, ya sea para leer el plotter o tomar una hoja. Esto último cambió solo en la primera semana de mayo cuando se colocó una cinta en el suelo para demarcar el espacio de la exposición y se movieron las mesas. Esta medida tuvo que haberse tomado antes.

Al avanzar en el recorrido, en la zona del ascensor, la luz no entra de forma natural, y las luces artificiales solo se encienden ya en la tarde. Esto implica que es difícil lograr leer lo que esta escrito en estas paredes debido a la falta de luz. De igual forma, al bajar por las escaleras el mismo problema se encuentra presente. Este con el agravante que a pesar que las escaleras están junto a la pared que expone, hay un pequeño vacío que se crea entre la baranda y la pared. Esto dificulta el acceso a los diferentes González y particularmente en la parte de abajo de las escaleras, donde ya no hay hojas para tomar, sino solo textos del plotter.

La exposición como idea, es muy interesante. Ver los archivos de algo siempre trae conocimientos y el ejercicio curatorial para esto es muy importante. Pese a que es evidente al visitar la exposición que fue pensado todos los detalles de esta – por ejemplo, la altura maxima de los textos – al visitarla no es fácil acceder al contenido. Algunos números faltan y no es posible continuar con la secuencialidad de los textos. De igual forma, es difícil seguir los colores de los recuadros puesto que son tenues y se funden entre las hojas. Estos son problemas menores al momento de acercarse a la exposición. Considero que es más importante pensar en el publico.

El Gonzalez antes se repartía en físico en espacios del departamento del Arte, en este momento circula via correo y en Facebook en la pagina Amigos del Área de Proyectos. Algunas personas lo leerán, otras no. No obstante, las personas que están dentro del departamento, tanto estudiantes y profesores saben la existencia del Gonzalez. Si era una exposición de un archivo propio, quizá el Tx como edificio de Arte no era el mejor lugar de hacerlo. Esta exposición pudo haber fomentado abrir al publico lo que es el Gonzalez, resaltando como pequeños proyectos que se plantearon en este luego crecieron. De igual forma pudo haber señalado las diferentes generaciones que tuvieron su educación universitaria con esta publicación y cómo estás personas que alguna vez escribieron, hoy siguen escribiendo en otros espacios. Una exposición así, de este tamaño, de esta magnitud, pudo haber estado en otro espacio. Pudo haber estado en las paredes de edificios mas concurridos, o incluso en la sala de exposiciones del Edificio Santo Domingo, donde usualmente cuando se expone allí, la entrada es libre para cualquiera que lo desee. Si la idea de exponer el archivo y ver este trabajo de la pequeña publicación del Departamento de Arte, el Tx no tiene el mismo alcance que otros espacios que podrían ser de interés para la comunidad de la Universidad. ¿Qué hubiese pasado si al exponer este archivo un estudiante de otra carrera hubiese decidido escribir? ¿O muchos estudiantes? El Gonzalez solo pide que todo aquel que envíe un correo tenga el dominio de la universidad.  Gonzalez pudo haber crecido y no solo quedarse en el Departamento de Arte, pudo ser ese espacio de libre expresión que otros estudiantes de la Universidad desean.

Sin embargo, más allá de quién es el público real del Gonzalez y como este puede o no interactuar con él, hay que pensar en otro detalle: la supervisión del proyecto. Si bien todo esto fue ejecutado por dos estudiantes, los fondos vinieron por parte de la Universidad. Los profesores del Departamento de Arte ya han pasado por el proceso de realizar una exposición, de hacer un ejercicio curatorial. ¡Incluso hay clases de curaduría! Al ver este proyecto, existe la duda de cuál fue la supervisión de este y si hubo una intención por parte de la planta profesoral de apoyar y guiarlo. ¿Hubo alguien sugiriendo referentes de exposiciones y curadurías para que el resultado fuese mejor? Si bien es cierto que eso implicaría un trabajo adicional que no les corresponde, esta exposición habla no solo de lo que querían escribir en su momento las personas que enviaban correos, sino también, del departamento en si mismo, de los profesores que escribieron y han estado dentro de el.

Es pertinente preguntarse cómo fue la colaboración de la planta profesoral durante el proceso de crear la exposicion. Si bien se pide que el perfil del egresado de Arte de los Andes, sea un personaje perceptivo, creativo, autónomo y reflexivo, una persona que sea critica y conozca su contexto, ¿porqué pareciera que los profesores o quien quiera que estaba detrás, supervisando el proyecto, no tomo parte de él? Este proyecto es de todos, este proyecto es una muestra de lo que los estudiantes de Arte están aprendiendo y cómo están haciendo. Esta exposicion no solo es la visualización en físico del Archivo de Gonzalez, sino también, el producto de la educación en Arte de la Universidad.

¿Esa exposición si representa lo que se aprende en los Andes?

Laura Catalina Pérez*

* Prácticante en Esfera Pública. Estudiante de arte e historia en la Universidad de los Andes

1 comentario

Interesante reflexión. Y respondiendo a la pregunta final: «¿Esta exposición sí representa lo que se enseña en la Universidad de los Andes?» Claro que no, nunca nada que represente complicaciones mayores a las comodidades de nuestra institución representará lo que se enseña, porque lo que se enseña no es la práctica misma, sino una visualización básica de la complejidad laboral.
Lo que sí representa es la intención estudiantil por querer hacer cosas, por criticar, por movilizar el mercado, por crear. Esta exposición representa que la apatía no es estudiantil, que las ganas y la berraquera están, pero que la institución impide complejizar el asunto, porque si es muy pequeño es un problema y si es muy grande… «No hay plata», «¿Usted sí puede?», «No sea ambicioso»