El propósito de este documento es entender qué sucedió con el debate que se dio en Esfera Pública y los medios informativos escritos entre el 26 de agosto y el 23 de septiembre de 2009 en torno al performance de Tania Bruguera Sin título (Bogotá, 2009), en el que la artista cubana puso a circular algunas bandejas de cocaína entre el público asistente mientras tres actores del conflicto armado colombiano hablaban sobre la “construcción política del héroe”(1). Para dar una idea del volumen del debate, el archivo se recoge en más de 150 cuartillas; esto en cuanto a la extensión, pues en cuánto la intensidad hay volúmenes tímbricos difíciles de calibrar, entre exhortaciones, lamentos, insultos y otras voces. Ahora bien, el amplio registro puede agruparse en dos tiempos:
- Entre el 26 de agosto –día del performance de Bruguera- y el 9 de septiembre.
- Entre el 10 de septiembre –día en el que el periódico El Tiempo publicó la noticia- y el 23 de septiembre (última referencia explícita al performance de Bruguera en Esfera Pública que aún convocaba algún tipo de debate).
El primero, es el debate realizado propiamente en Esfera Pública; el segundo, el debate propiciado a partir de la divulgación del performance en los medios masivos de comunicación y su repercusión en distintas esferas de opinión. El lector ya habrá notado, por el título, que el balance de este debate es poco alentador.
El contexto del debate
Sin título (Bogotá, 2009) de Tania Bruguera hizo parte del encuentro “Ciudadanías en escena: entradas y salidas de los derechos culturales” organizado por el Instituto Hemisférico de Performance y Política (IHPP) cuya sede, aquel año, fue la Universidad Nacional de Colombia (Bogotá). Los anteriores encuentros se realizaron en Rio de Janeiro (2000), Monterrey (2001), Lima (2002), New York (2003), Belo Horizonte (2005) y Buenos Aires (2007). Este año el encuentro se tituló “No Encuentro 2012”, debido a la cancelación sorpresiva de la Universidad del Claustro de Sor Juana (México D.F.), que iba servir como sede para su VIII versión. El encuentro “Ciudadanías en escena” se realizó entre el 21 y 30 de agosto de 2009 y estuvo conformado por performances, intervenciones urbanas, mesas redondas, conferencias, talleres, etc.:
- Performances: Álvaro Ricardo Herrera (Colombia), Álvaro Villalobos (México). Andi Sutton (Estados Unidos), Danza Común (Colombia), Guillermo Gómez-Peña (México), Nao Bustamante (Estados Unidos), Rocío Bolíver (México), Tania Bruguera (Cuba), entre otros.
- Conferencistas: Andreas Huyssen (Alemania), Nelly Richard (Chile), Jesús Marín-Barbero (España-Colombia), Suely Rolnik (Brasil), entre otros.
- Intervenciones urbanas: Chicas extra-ordinarias (Colombia), Daniela Kohn (Brasil), Fernando Pertuz (Colombia), Eleonora Fabião (Brasil), Grupo CoMteMpu´s (Brasil), Quetzal Belmont (México), entre otros.
El 26 de agosto, día del performance de Bruguera (Edificio de Artes Plásticas de la U.N.), también se presentaron los trabajos de Guillermo Gómez-Peña, 10 acciones psicomágicas contra la violencia (Edificio de Artes Plásticas); Diana Lorena Díaz, La bolsa sucia (Entrada 26 a Plaza Central); Yury Hernando Forero, La caja fuerte (Entrada 45 a Plaza Central) y Danza Común, Campo muerto (Auditorio León de Greiff). Esta enumeración nos sitúa con algún detalle en el contexto el performance en tiempos, lugares y protagonista; sirve para tener en cuenta que Sin título (Bogotá, 2009) de Bruguera no fue lo único que ocurrió ni durante el Encuentro ni durante el transcurso del día. Como el objetivo de este texto no es hacer una valoración del trabajo de Bruguera sino comprender el debate que generó, haré una descripción del performance de manera breve teniendo como referencia el registro videográfico del IHPP(2).
Bruguera comienza con un discurso introductorio en el que señala que la asistencia a la obra está bajo la entera responsabilidad de los asistentes y que su trabajo no refleja la posición ideológica de la universidad o del IHPP. Indica que ha invitado a algunos actores del conflicto colombiano para que debatan sobre la construcción política del héroe. No habrá moderación del debate. Pide respeto por las opiniones que se expresen e invita a plantear las preguntas del público por escrito. Los tres invitados (una ex-guerrillera, la hermana de una mujer secuestrada y un líder de la población en situación de desplazamiento forzado) exponen sus ideas. En el transcurso de la exposición empieza a circular una bandeja con líneas de cocaína que algunos de los asistentes del público consumen. Después de consumida, la bandeja circula nuevamente. Las intervenciones de los tres invitados terminan (aplausos). Posteriormente se hace manifiesto el rechazo institucional de lo ocurrido (el consumo de cocaína dentro del Edificio de Artes Plásticas), la posición de algunos profesores y estudiantes (aplausos después de cada intervención). Alguien pide que Bruguera explique lo ocurrido. Finalmente la artista aparece y dice: “Yo quería darles las gracias a todos los colombianos que están aquí hoy” (aplausos).
El trabajo presentado en la Universidad Nacional de Colombia hizo parte de una serie de cuatro obras: Sin título (Habana, 2000), Sin título (Kassel, 2002), Sin título (Bogotá, 2009) y Sin título (Gaza, 2009). Se puede afirmar con alguna certeza que lo ocurrido en Bogotá no fue azaroso, es decir, no sólo la puesta en escena sino también la respuesta a su escenificación: tanto la acción del público asistente como la reacción de la “opinión pública”. Bruguera le ha llamado a este procedimiento Arte de Conducta:
“…un arte que trabaja con la conducta social como su medio de expresión, como su material, como su finalidad y como su documentación. Un arte como construcción de lo colectivo, creando una situación que haga posible que el público se transforme en ciudadano. Un arte que para que se den estas condiciones propicia una relación, un punto de encuentro entre ética y deseo”.
Para Bruguera el contexto y los dispositivos del habla son problemas inherentes al arte político, un arte cuyo objetivo –según la artista– es su utilidad. En Sin título (Bogotá, 2009) el dispositivo puesto en funcionamiento fue “El arte permisible”, un procedimiento que le permite a los artistas extranjeros, según Bruguera, decir lo que no pueden decir los artistas locales. Si esto ocurre, se subvierte el orden de las cosas, se activa el público y se construye un debate. Veamos ahora qué ocurrió con el debate en torno Sin título (Bogotá, 2009).
La construcción del debate: ¿qué, cómo y por qué?
El 26 de agosto a las 9 de la mañana vox populi anticipaba en Esfera Pública lo que iba a suceder:
“Polémico performance” de Tania Bruguera
En su perfil de Facebook Tania Bruguera anuncia su performance de hoy en el Hemisférico:
“El performance de hoy en colombia es una mesa redonda sobre nociones y necesidades de la figura del heroe por un paramilitar, un lider de los desplazados, un familiar de secuestrado/desaparecido, una guerrillera las far y un elemento sorpresa para el publico”
Todo parece indicar que la “mesa redonda” será alterada por un “elemento sorpresa” (¿será el ‘polvo blanco’?) (vox populi, 2009/08/26, 9:01 am)(3).
Pasadas las 10 de la noche, Fabián Ríos realizó el primer comentario sobre lo ocurrido: “Si, es una sosería, pero no puedo negar que dejo en ridículo mi escuela de arte dejándola hacer lo que se le dio la gana” (fabian Ríos, 2009/08/26, 10:16 pm). Así se dio inicio al extenso debate en Esfera Pública. Ahora bien, más allá de la extensión es clave comprender qué fue lo que en última instancia se discutió: ¿Qué se debate? ¿Cómo se debate? ¿Por qué se debate lo que se debate?
Para entender el debate es necesario hacer una clasificación de los discursos. Tal clasificación se ha realizado teniendo como referencia el contenido manifiesto de cada texto – bien sea un artículo o una breve participación–, en el momento de su análisis, es decir, retrospectivamente. La clasificación del debate se agrupó en dos tiempos del siguiente modo (ver, a modo de ejemplo, las tablas 1 y 2 del anexo):
Primer tiempo: el debate en Esfera Pública:
- Crítica al espectáculo: Considera que el performance fue un simulacro calculado.
- Crítica al oportunismo: Considera que el performance fue una estrategia hábilmente diseñada por Bruguera para escandalizar y alcanzar notoriedad pública.
- Crítica indignada: Condena moral del performance.
- Crítica en contexto: Sitúa el performance de Bruguera dentro de otros procesos creativos de ella y/o de otros artistas.
- Crítica a la crítica: Considera que la crítica realizada a Bruguera en Esfera Pública no ha dado cuenta del performance como propuesta artística.
- Defensa idílica: Halago a Bruguera como cuerpo o defensa “poética”.
- Insultos: Ofensas personales.
Sin haber realizado una ponderación estadística, se puede afirmar que la mayor parte de las participaciones en Esfera Pública se concentran, considerablemente, en las categorías Crítica al espectáculo, Crítica al oportunismo y Crítica indignada; en segundo lugar, Crítica en contexto; finalmente, y con pocas participaciones, Crítica a la crítica, Defensa idílica e Insultos.
Segundo Tiempo: la noticia mediática y su repercusión en otras esferas de opinión:
- Desinformación: Datos erróneos sobre tiempos, lugares y protagonistas.
- Aspectos legales: Considera que más allá de lo artístico hay en tal acción un quebrantamiento de la ley.
- Comentarios condenatorios: Condena moral del performance.
- Defensa del performance: Valoración positiva del performance por fuera del “mundo del arte”.
- Reacción contra la desinformación mediática: Críticas provenientes del “mundo del arte” al cubrimiento mediático del performance.
Mayoritariamente los discursos mediáticos son condenatorios y se refieren a la ilegalidad de la acción de Bruguera, en menor medida aparecen los discursos en defensa y las reacciones contra la desinformación de los medios.
Haber dividido el debate en dos tiempos parte de un supuesto: que los discursos de un medio especializado son cualitativamente diferentes a los de un medio masivo. En el campo del arte, como en otras esferas especializadas, tal separación es parte constitutiva para la construcción de unas reglas (implícitas –sin manual) que definen las cuestiones de legitimidad dentro del propio campo; a esta lógica se le ha denominado “autonomía relativa”. La vigilancia de tal autonomía en el campo del arte es fundamental a la hora de defender una creación y una crítica no sujetas a imperativos externos como, por ejemplo, el ideológico (un arte de Estado) o el económico (un arte para el mercado hegemónico), lo que no debe llevar a suponer que el arte no sea político o no circule por algún mercado. Los discursos de un campo del arte relativamente autónomo circulan por medios diferentes a los que construyen los discursos de la “opinión pública”. Tal separación parece clave para evitar “desviaciones aberrantes”(4) provenientes de poderes externos a las lógicas de los propios campos. La resistencia a las desviaciones aberrantes y a los poderes externos posibilita –cuando el antagonismo es manifiesto– la construcción de contra-discursos que circulan por medios alternativos producidos por una comunidad discursiva que bien podría constituir un contra-público(5), bien sea en el campo cultural, artístico, etc. Estos contra-discursos rompen con la famosa “Espiral del silencio”, propia de la opinión pública(6).
Teniendo en cuenta lo anterior, pasemos al debate ¿Qué se discute? Algo que llama la atención al revisar el debate en Esfera Pública es que en el caso de Bruguera se debatió en extenso aquello que, precisamente, resultaba atractivo para los medios masivos de comunicación interesados siempre en el infotainment: el escándalo por el consumo de cocaína dentro de una universidad pública. Tanto los textos principales, así como los comentarios y las discusiones se concentraron en el efecto sensacional del acto de Bruguera. Se puede afirmar, por lo tanto, que desde el punto de vista de la construcción de las agendas hay similitudes entre la agenda de este debate en Esfera Pública y la agenda propiamente informativa. Aunque los modos de discusión y el lenguaje sean diferentes, la agenda del debate y la agenda informativa resultan semejantes en este caso. Una hipótesis al respecto: No se debate porque el asunto sea necesariamente pertinente; se cree que el asunto es pertinente porque se debate. Esta afirmación puede resultar molesta para quienes participaron en el debate, así que intentemos otra vía.
Cuando se analiza un discurso es indispensable indagar no sólo por aquello que se dice sino también por aquello que no se dice: lo que se ignora, lo que se omite, lo que se da por sentado. ¿Por qué el acto de Bruguera concentró toda la atención en Esfera Pública? ¿Por qué no aparecieron críticas o comentarios sobre “Ciudadanías en escena”, un evento con una extensa y variada programación?(7) La razón, se dirá, es que el performance de Bruguera fue escandaloso, polémico. Si esto es cierto, también resultará cierto que las valoraciones artísticas para la crítica, en nuestro contexto, se construyen a partir del impacto que produzca en la opinión pública –si es que el caso Bruguera, desde luego, resultara modélico para entender la situación de nuestro campo artístico.
Ahora bien, no quiere decir lo anterior que concentrar toda la atención en un caso escandaloso resulte ilegítimo; sin embargo, la cuestión no tiene que ver únicamente con el haber concentrado todo el interés en el impacto de Sin título (Bogotá, 2009) de Bruguera sino, de igual modo, en el modo de abordarlo ¿Cómo se discute? Si tomamos el cuerpo del debate, es decir, las 150 cuartillas, encontramos que solo una pequeña fracción acude a las estrategias discursivas propias del campo, esto es: conocimiento informado, referencias a la historia del arte (del performance), marcos interpretativos, etc. Por el contrario, las estrategias discursivas recurrentes en el debate provinieron de fuentes externas al propio campo: lo legal y lo moral, principalmente. El debate se estructuró a partir de opiniones, una suerte de “opinión pública” puesta en circulación dentro de un medio alternativo. Señalar que hay, en su mayor parte, opiniones, no desvaloriza las participaciones que se hayan realizado en Esfera Pública en torno a Bruguera. Pero es necesario hacer tal distinción, pues en este caso el escándalo sobrepasó las fronteras del “mundo del arte”, un mundo aparte y siempre restringido a la opinión de las mayorías. El escándalo en torno al performance de Tania Bruguera desdibujó las fronteras entre el adentro y el afuera del “mundo del arte”, entre la “opinión experta” y la “opinión pública”.
Por otra parte, la agenda informativa de los medios masivos también construyó la noticia a partir del material extra-artístico –lo legal y lo moral. Esto, desde luego, no resulta extraño, pues el arte le interesa a los medios masivos cuando este se cruza con el entretenimiento, el mercado o el escándalo (típicas desviaciones aberrantes). Resulta significativo que el 10 de septiembre de 2009 aparezca la primera referencia al caso Bruguera en la sección “Cultura y Entretenimiento” de El Tiempo y el 11 de septiembre se empiece a cubrir el caso en las secciones “Justicia” de El Tiempo y “Judicial” de El Espectador. Tampoco resulta extraño observar el pésimo cubrimiento. El 10 de septiembre (15 días después del performance) Diego Guerrero escribe: “En un ‘performance’ realizado este jueves”, y el 11 de septiembre Lina María Herrera publica una crónica vivencial en la señala lo siguiente: “El polémico evento de la cubana Tania Bruguera comenzó con las intervenciones simultáneas de personas que representaban a personajes de diferentes nacionalidades -un japonés, un ingles (sic) y un francés”, lo que linda ya en lo fantástico. De ahí en adelante la condena moral y el imperativo legal marcan el cubrimiento del caso. Esto no debe sorprender, pues difícilmente podríamos imaginar a las entonces ministras de cultura y educación celebrando en los medios de comunicación los poderes subversivos del arte. Ellas dicen lo que deben decir. Más sorprendente podría parecer la intervención de un activo forista de Esfera Pública en el caso Bruguera (con 4 participaciones), cuando el 11 de septiembre, día en el que la justicia se ocupa del caso, pide que se haga justicia con más vehemencia que las propias ministras:
Si la artista ofreció droga a los estudiantes de arte debe judicializársele. Es que ante los hechos tipificados por la ley no hay chistecitos excusables ni teorías artísticas defendibles (…) Me pregunto que pensaran todos estos amantes de la ´´resistencia´´ y del arte político cuando se trata de afrontar la ley. Quisiera verlos con sus discursos ´´anti hegemónicos´´ en un juzgado a ver si allí los toman tan en serio como en las universidades del país (Apuntes críticos, 2009/09/11, 4:31 pm).
A pesar del diagnóstico sobre la construcción de la agenda del debate –el sensacionalismo crítico y el informativo– es evidente que el caso de Sin título (Bogotá, 2009) de Bruguera es particularmente conflictivo, pues cuando el performance se sale de su esfera restringida (la del “mundo del arte”) se ponen en evidencia sus limitaciones: por un lado, la práctica tiende a ser juzgada (criticada) mediante imperativos morales y legales y, por el otro, se comprueba que prácticas artísticas que se pretenden cercanas a la vida se revelan, para el gran público, como crípticas e incomprensibles: una cosa son los simulacros que juegan con lo “real” (el falso robo del Goya en Bogotá, las bandejas de cocaína de Bruguera) y otra cosa es cuando lo “real” juzga el simulacro (el marco legal que le pone límite al juego, incluso con posibles sanciones jurídicas). En este sentido, el debate en Esfera Pública y los medios de comunicación resulta sintomático y clave, por lo tanto, para comprender el estado de prácticas que aspiran fundirse con la vida, tener eficacia social, transformar el modo en el que vemos el mundo, etc.
Pero por otro lado, y para no terminar de manera pesimista, también podría pensarse que cuando las prácticas y los discursos desbordan los límites internos del campo (cuando un medio masivo lo pone a circular) se multiplican las posibilidades de que un signo juegue en los intersticios y aparezcan otros márgenes de maniobra. En otras palabras: un medio masivo puede potenciar los contenidos de un medio alternativo. Ahí, tal vez, se encuentre un margen de maniobra.
Elkin Rubiano
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Noelle-Neumann, Elisabeth (1995) La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social, Barcelona: Paidós.
Perniola, Mario (2006) Contra la comunicación, Buenos Aires: Amorrortu.
Ribalta, Jorge (2008) “Contrapúblicos. Mediación y construcción de públicos”, en Museo y esfera pública, Bogotá: Facultad de Artes y Humanidades/Universidad de Los Andes.
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ANEXO
(Este anexo da un ejemplo del modo en el que se clasificaron los discursos)
Tabla 1. Debate en Esfera Pública
Crítica al espectáculo | “Las intervenciones calenturientas de los asistentes hubieran podido darse en un marco preparado para una sana discusión. Un performance que hubiera dado para una construcción interesante se convirtió en un show RCNesco” (Diana González, 08.27.09). |
Crítica al oportunismo | “La ecuación: guerrilla + paras + cocaína = desplazados es bastante simplista, pues reproduce al pie de la letra, lo que hemos escuchado hasta la saciedad por los medios de comunicación que repiten como loros mojados lo que les dicta el Imperio: el verdadero mal es la cocaína (…) algo falló y aparte del “escandalito” del polvillo, esa acción no generó nada de nada. ¿Será que ese nada de nada también hacía parte del performance?” (Ricardo Arcos-Palma, 08.27.09). |
Crítica indignada | “Yo como estudiante de la universidad pública a demás como artista, madre, hermana, amiga y PERSONA. Me siento totalmente desconcertada e INDIGNADA. No solo por los pésimos trabajos que han hecho parte de EMISFERIC INSTITUD (Ciudadanías en escena), si no también por la dudosa profundidad de las preguntas a las cuales responden estos trabajos, llenos de sensacionalismo y poca dedicación de aquellos quienes se creen primermundistas”. (Cristina Ayala, 08.27.09) |
Crítica en contexto | “Muchos artistas colombianos, sino todos pues me cuento entre ellos, han hecho referencia, citado, mostrado y hasta olido el famoso polvillo que hoy , una vez más, es el causante de tan “energizado” debate. Podríamos hasta hacer una lista de obras y/o artistas que trabajen con el producto y su origen directa o indirectamente, es más podría estar casi seguro que después de esto algún curador inteligente aceptara el reto de buscar obras que hagan referencia, citen, muestren y hasta “guelan” el tan controversial y siempre mal querido perico, si es que no la han hecho antes” (Carlos Monroy, 08.27.09) |
Crítica a la crítica | “…lo más curioso, es que los ya bien conocidos críticos o comentaristas de arte (es igual), estos connaisseurs que tanto defienden este tipo de manifestaciones artísticas, no hayan visto aún el performance de Bruguera de manera objetiva, como obra, y sigan insistiendo en su lectura básica y primaria (…) Sentados, en una mesa, hablando de sus conflictos… Y el público pendiente de dónde es que está la perica… Es aberrante” (Iván Rickenmann, 08.31.09) |
Defensa idílica | “No me importa si es inteligente o no. Si es coherente o no. Es viva como Lilith, es la fuerza pelirroja que enamoró al primer Adán. Tania es hermosa (…) esa capacidad para molestar hace que su belleza sea aún mas lejana, mas críptica. Existen otras artistas con el “twist” Borgia pero les falta la belleza caribe-catalana de Tania. Y es que la naturaleza no se esmeró demasiado con ellas (…) Fué la alumna misma con su incomparable porte de princesa colonial, su pelo de Magdalena y su espectacular talento para existir. Esa era la parte del performance que Tania no tenía calculado: verse bella, radiante como Gradiva y ser una mujer hermosa y deseada. Porque al final, solo la belleza queda. Como tiene que ser” (Carlos Salazar, 08.29.09) |
Insultos | “Todo un ´pajazo´mental, moscopilita (…) Pero de acuerdo, el objetivo no es ella, a pesar del chorrión” (Mauricio Cruz, 08.29.09. en respuesta al elogio de Salazar). |
Tabla 2. Cubrimiento mediático
Desinformación | “En un ‘performance’ realizado este jueves en un auditorio de la Universidad Nacional, una persona distribuyó unas bandejas con líneas de cocaína para que las consumieran los espectadores” (Diego Guerrero, El Tiempo, Cultura y entretenimiento, 09.10.09)“El polémico evento de la cubana Tania Bruguera comenzó con las intervenciones simultáneas de personas que representaban a personajes de diferentes nacionalidades -un japonés, un ingles y un francés” (Lina María Herrera, El Tiempo, Cultura y entretenimiento, 09.11.09) |
Aspectos legales |
“La ministra de Educación, Cecilia María Vélez, advirtió que es necesario que los mismos estudiantes relaten qué sucedió en la presentación artística de una cubana” «Debemos mirar para fortalecer lo que pueden ser los programas antidroga de las universidades; esto nos puede servir de experiencia», aseguró en La FM.»Hay acciones legales que implican que se debe responder por lo que se hizo», señaló. Poco después no dejó de salir de su asombro y recalcó:»esto me deja muy aterrada». (El Espectador, Nacional, 09.11.09)“La ministra de cultura, Paula Marcela Moreno, expresó en un comunicado que reprocha el trabajo de Bruguera. Aseguró que ya comenzó una investigación disciplinaria a los funcionarios públicos que ejercieron la supervisión e hicieron parte del comité operativo del Convenio 307 de 2009 entre el Ministerio y la Fundación Tridha, que apoyó el evento. Mincultura asignó 40 millones 380 mil pesos, «para el desarrollo de actividades técnicas y logísticas», dice el comunicado.” (El tiempo, Justicia, 09.11.09) |
Comentarios condenatorios | “La ministra de cultura, Paula Marcela Moreno, reprochó el acto y la Iglesia pidió más control.” “»Las fronteras de orden ético no pueden ser transgredidas por el arte. No estamos de acuerdo con ningún tipo de espacio donde se atente contra la vida, y el uso de drogas es atentar contra la vida», dijo la Ministra.” “Monseñor Rubén Salazar, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, dijo que hay que controlar estas actividades, pero no de forma represiva. «Hay que tener cuidado con la manera en la que se está creando cultura en el país», puntualizó el sacerdote.” (El Tiempo, Justicia, 09.11.09) |
Defensa del performance | “El escándalo provocado por el performance de la prestigiosa artista cubana Tania Bruguera en la escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional, durante el cual circularon tres bandejas con 20 líneas de cocaína cada una, como metáfora de un problema real e ineludible, muestra los niveles de intolerancia y ridiculez a los que está llegando Colombia en la primera década del siglo XXI, después de casi ocho años de estar centrada en la palabra supuestamente divina de un caudillo mediocre, autoritario y abusivo (…)Un país que tuvo en los años 60 del siglo pasado una generación de artistas de avanzada en los campos de la poesía, las artes plásticas, la crítica y el teatro (…) ha retrocedido en unas décadas a niveles impensables de ñoñez parroquial” (Jaime Mejía Duque, La Patria, 09.13.09)” |
Reacción contra desinformación mediática | “¡Vaya coincidencia! Hoy, justo dos días después del anuncio de que la Corte Suprema de Justicia reafirmó su fallo sobre el consumo personal de drogas como NO delito, el periódico El Tiempo se interesa por un evento que sucedió 17, sí, 17 días antes: “Polémica por artista que ofreció cocaína en performance en la Universidad Nacional”(Lucas Ospina, 09.11.09)“El discurso contemporáneo en torno al arte surge, no de la historia del arte o la estética, sino de la prensa, del imperio de la opinión “light”, siendo este el tipo de discurso emocional que nutre la opinión dentro del escaparate posmoderno. Desde la producción de Exposiciones a la Beca y el premio. La tinta de prensa es la sangre que corre por las venas del “arte contemporáneo.” (Matute, 09.12.09) |
Notas:
(1) Agradezco los cometarios que realizaron sobre este documento Daniel García y Felipe Beltrán.
(2) El video puede verse en: http://hemisphericinstitute.org/hemi/es/performances/item/52-09-tania-bruguera
(3) Conservaremos la escritura original de los textos, independientemente de los errores de ortografía, redacción o información.
(4) “…en las tradicionales actividades de la ciencia, la política y el arte es posible introducir una desviación aberrante que permite dirigirse directamente al público, pasando por alto y ridiculizando las reconocidas mediaciones del método científico, del periodismo y de la crítica (…) no es casual que para designar este fenómeno se haya acuñado el término democratainment” (Perniola, 2006:13-14).
(5) “La multiplicidad de públicos es preferible a una única esfera pública. Nancy Fraser habla de la necesidad de explorar formas híbridas de esferas públicas y la articulación de públicos débiles y públicos fuertes en los que la opinión y la decisión puedan encontrara formas de negociar y recombinar sus relaciones” (Ribalta, 2008: 58).
(6) “Basándonos en el concepto de un proceso interactivo que genera una «espiral» del silencio, definimos la opinión pública como aquella que puede ser expresada en público sin riesgo de sanciones, y en la cual puede fundarse la acción llevada adelante en público. Expresar la opinión opuesta y efectuar una acción pública en su nombre significa correr peligro de encontrarse aislado. En otras palabras, podemos describir la opinión pública como la opinión dominante que impone una postura y una conducta de sumisión, a la vez que amenaza con aislamiento al individuo rebelde y, al político, con una pérdida del apoyo popular. Por esto, el papel activo de iniciador de un proceso de formación de la opinión queda reservado para cualquiera que pueda resistir a la amenaza de aislamiento” (Noelle-Neumann, 1995).
(7) Aunque de manera descuidada, uno de los foristas parecía hacer una petición sensata, habiendo transcurrido ya un buen tiempo del debate: “Una pregunta que pareceria tonta pero no lo es tanto, ¿y que pasó en “ciudadanias en escena” del instituto hemisferico y la universidad nacional, mas alla de la obra de tania bruguera, acaso fue la unica que participo? solamente es politico lo que referencian los medios? porque en el exterior se sabe tan poco de los performeros colombianos segun quedo claro dentro del mismo evento? sera por la poca difusion que la critica nacional le hace a este genero? o porque no hay niveles de juicio? o la critica tambien siente la misma desidia o temor a hablar del performance en Colombia? Bruguera señalo torpe o no la luna con el dedo y se quedaron mirando el dedo, pero mas allá esa sombra disolvió el resto” (camilo fabian, 2009/09/21, 10:43 p.m).
textos -y discusiones- relacionados con este debate
6 comentarios
con el ánimo de contribuir a su esmerado texto académico y a la meticulosa y exhaustiva taxonomía con la que presenta los diferentes ‘discursos’ con que participamos (unos con más seriedad, otros con desprecio absoluto) en este importantísimo debate lleno de matices actuales y connotaciones sociales políticas y etcétera, me permito aclararle a don Elkin que lo que más me emputa es que editen malintencionadamente mis ‘insultos’ sacándolos de contexto y empobreciendo de paso su rica prosodia -como si no los pensara con cuidado
El escándalo supone ante todo un acontecimiento que provoca una desaprobación visible de parte de un público. No es suficiente que haya público que desaprueba, es necesario que su desaprobación sea expresada públicamente. Es la respuesta del público lo que marca, pues, la existencia del escándalo. Desde la perspectiva del autor, la visibilidad mediática tiene un papel decisivo en la definición del fenómeno. Es así que la proliferación de los escándalos que ocurren en la esfera política durante los años ochenta y noventa del siglo XX, está relacionada con la emergencia de una “nueva visibilidad” (en calidad y extensión) y no con una declinación en los estándares morales de los hombres públicos o, como señalan Markovits y Silverstein a una “violación del procedimiento debido” en las democracias liberales.
Un escándalo conlleva un “momento instituyente” que, antes que poner al descubierto ciertos aspectos de lo ya existente, lleva a plantear la pregunta por lo que éste provoca, qué cambia en las relaciones sociales, qué transforma de las maneras de actuar, los funcionamientos institucionales, las categorías para definir problemas, entre otros aspectos. En cada uno de los casos que pueden ser estudiados, ese momento transformador que es parte del acontecimiento escandaloso y de su constitución como tal, se pone de manifiesto en los modos en que las prácticas, las rutinas, las narraciones y las representaciones sobre determinadas temáticas se ven alteradas, modificadas o reforzadas en las distintas arenas en las que el problema juega sus múltiples definiciones y en las que los actores y los públicos se constituyen.
La mala imagen del arte contemporáneo no es producto de los medios, que por lo general lo halagan, se lo da el artista mismo, las obras. Las obras no emocionan, no conmueven y no causan admiración, todo parece una gran broma que además exige ser mirada con seriedad cuando sus creadores se jactan de ser divertidos. El arte contemporáneo ha creado esta imagen de banalidad y superficialidad que solo le encara el público, la mayoría de los críticos, con el pánico que tienen a quedar fuera del circuito de la moda, se alinean y dicen que los ignorantes no saben apreciar una instalación de pan duro o de radios descompuestos.
De los artistas que se nutren del escándalo y obtienen réditos mediáticos están, además de Bruguera, el grupo de arte callejero Voina, una asociación radical que saltó a la fama cuando filmaron una orgía en el Museo de Moscú en 2008. Entre las participantes del acto sexual, estaba una mujer con 9 meses de embarazo, esta era Nadezhda Tolokonnikova integrante de Pussy Riot. El acto se enmarcaba en una protesta del grupo ruso Voina en la que varias parejas copularon en el Museo de Biología de Moscú bajo la premisa «folla por el osito», como mofa al candidato a las presidenciales Dmitry Medvedev. (para ver el video, pulse aquí)
A pesar de que la comunidad internacional y numerosos artistas de la talla de Paul McCartney, Red Hot Chilli Pepers, Yoko Ono, Bjork, Madonna, entre otros, han declarado estar a favor de la liberación de las Pussy Riot, la población en Rusia no está tan de acuerdo. He aquí la condena moral y el castigo «público». En un país donde casi el 70% de la población es conservadora, la respuesta en este caso fue abrumadora, según el pueblo ruso la Iglesia tiene la razón y es correcto que las Pussy Riot estén presas.
Lo malo de esto, es que no es arrechante tan siquiera, como el peor porno [que falta de placer entre los actores y actrices de la escena, ni siquiera el de la provocación se nota, por estar más interesados en registrar para las cámaras]; porque no es porno sino una mera utilización del lenguaje pornográfico para hacer…¿qué cosa..?, ¡Ah! Sí: escándalo.
Por eso es malo, porque además del escándalo, no puedo ver el arte por ningún lado.
Otra cosa es la exageración de Putin-Mendediev y la Iglesia Ortodoxa; que quién sabe que aberraciones propias de los gobernantes y los poderosos no tendrán ocultas por el bien de esa clase.
Del pueblo…, se respeta, pero del pueblo no se puede esperar sino que sigan como borregos cegados por los que dominan; desde la moral estará seguramente bien, pero desde la ética, otra es la cosa: en la Rusia de hoy, el poder lo ejercen las mafias aliadas a la clase política. Cómo creerlo si en Colombia ha pasado?
Esto ensayo es una obra (plástica no literaria) Me encanta!!