De la precariedad del artista y la visibilidad como forma de pago

Cuando un artista inicia su recorrido por los circuitos del arte, se encuentra con una serie de prácticas de precarización como las de pagar por exponer, pagar por participar en una convocatoria, pagar montaje y adecuación del espacio, pagar para que le revisen el portafolio y en muchos casos, trabajar en proyectos a cambio de visibilidad. ¿Continúan estas prácticas en tiempos de pandemia y virtualidad? ¿hay propuestas gestionadas por artistas que evitan estas prácticas de precarización?

Conversación con Guillermo Vanegas

Cuando un artista inicia su recorrido por los circuitos del arte se encuentra con una serie de prácticas de precarización como la de pagar por exponer, pagar por participar en una convocatoria, pagar montaje y adecuación del espacio, pagar para que le revisen el portafolio y en muchos casos, trabajar en proyectos a cambio de visibilidad.

¿Continúan estas prácticas en tiempos de pandemia y virtualización? ¿hay propuestas gestionadas por artistas que evitan estos procesos de mediación?

En esta conversación con el crítico Guillermo Vanegas se aborda este tema y se revisan algunos casos que en tiempos de pandemia han replanteado la relación comercial entre artistas y galerías.

Aquí la breve encuesta y algunas de las respuestas de los lectores a la pregunta ¿Qué otras prácticas de precarización son usuales o ha afrontado?que circularon por la sección de historias en el Instagram de @esferapublica:

6 comentarios

No hay seguridad social ni garantías laborales del Estado para los creativos, pero la economía naranja si recoge tributos y se beneficia del trabajo de la actividad creativa

Pronto china incursionara en el mercado. Cuál será la estrategia. Me preocupa, realmente la precarización del artista al ser convertido en agente de un proyecto económico frío, el negocio de la cultura. Que el acceso a reconocimientos reales, dependan del oportunismo de ocasión, del contacto con el politico, con el ejecutivo exitoso.
El valor real del artista y su obra también está atravesado por el artificio del estrato. El que tenga que compre. El artista necesita de materiales, del pago del arriendo del taller, de su merienda. Ojalá que ese ccomprador logré compaginar tarjeta con la valoración esencial de la obra. Que viva el arte pero ante todo el artista.

Cuando el sector «no comercial» precariza (espacios independientes, museos, universidades, etc), alimenta los intereses del sector privado (galerías, ferias) haciendo que los artistas dependan más de este; a la vez que disminuye la calidad de la producción al rebajar las posibilidades de experimentación/riesgo en las piezas.

Los concursos en el arte. Quieren hacer del arte y la cultura una competencia de ganadores y perdedores. Eso solo deja desigualdad.

Ahora por ejemplo están haciendo mil subastas pero la visibilidad es para los mismos de siempre pues si a uno no lo representan las mismas Galerías que dominan el mercado no puede tener presencia en las mismas!!