Ana María Villate lee en voz alta apartes de ¿De qué vive un artista?, un texto de Lucas Ospina que da cuenta de los múltiples oficios del artista en la actualidad.
#LeerLaEscena es un proyecto de [esferapública] que propone una serie de aproximaciones a su archivo de debates y textos. Como uno de estos modos de acercamiento, se ha invitado a 16 lectores a escoger un aparte de un debate o texto del archivo y leerlo en voz alta.
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Debo añadir a ésta escena leída:
También soy artista, pero no puedo vivir de las obras que hago, debo sobrevivir de un trabajo alterno en el campo, debo recoger la cosecha de cacao, mazorca a mazorca y transportarla en un saco cargado a mis costillas, desengrullar y sacar las pepas para ponerlas a escurrir el almacigo, luego debo ponerlas a secar al sol y todo ésto lo voy haciendo en intervalos mientras estoy pintando obras que nadie ve y no compran, porque debo vivir en el campo y en el campo solo me visitan las aves en el día, los buhos y murciélagos en la noche, pero debo seguir levantándome al salir el sol, porque debo seguir respirando y debo seguir trabajando recogiendo la cosecha de cacao y los otros frutos que produce la tierra, para poder seguir pintando cuadros que ha nadie le importan.
Es precioso. Campo, esfuerzo. Sol y arte.
Valdrá la pena, colega.
¿De qué vivo como bailarina?
Vivo de trabajos alternos. De escribir artículos, de tinturar cabellos, de modelar, cantar, de dar clases de etiqueta… ¿De la danza? A ver les cuento… Vivo de:
Dictar clases a grupos que no están interesados en adquirir ningún tipo de cultura pero que el gobierno trata de «inyectar a las malas».
Vivo de crear espacios de difusión que pretenden mejorar la realidad de los que como yo, tiene que luchar por subsistir en el país de la ignorancia, la intolerancia y la envidia.
¿En serio creen que pagar una boleta de 20 mil es mucho por el trabajo que realizo o que otros bailarines hacen?
Vivo de realizar talleres por las cuales la gente no va a pagar «lo suficiente» porque en otro lado, regalan las clases. Vivo de las presentaciones donde el cliente pide «una rebaja» porque «esta bailarina le cobra menos». O hay otras No bailarinas que pagan por presentarse.
Lo único que me queda es PERSEVERAR y seguir creando coreografías que a NADIE LE IMPORTAN. Pero siempre sale el primero a criticar sin ver el camino que nos ha tocado a los que nos dedicamos 100% a esto. Generalmente son los «bailarines» que viven de otras carreras.
Esa es la realidad que vivo, como muchos otros bailarines en este país