Todavía en la fase del impacto mediático -para la muestra el titular- y a la espera de reflexiones un tanto más decantadas, me permito adjuntar este artículo publicado hoy en el periódico El Tiempo >
Gabriel Merchán
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Latinos, en la cumbre del arte mundial
Un foro colombiano también participa en el evento de arte contemporáneo más importante del mundo, inaugurado el sábado pasado en la ciudad germana de Kassel.
Para el certamen, que se realiza cada cinco años, el curador Roger Buergel, un artista visual berlinés de 46 años, escogió trece artistas latinoamericanos, entre los 113 participantes de los cinco continentes.
Buergel, quien ya había sido participante de una anterior versión de la Documenta, llegó como curador para revolucionar tanto la forma como el fondo de esta muestra, existente desde 1955.
Para iniciar, Buergel se decidió por ‘ignorar’ a muchas de las estrellas del arte moderno internacional y prefirió a artistas muy poco conocidos en las ‘Mecas’ artísticas de Europa.
«Sí, es verdad. Me pasé tres de los cinco años de preparación buscando nombres en la periferia del mundo artístico, convoqué, especialmente, gente de África, Asia y América Latina, cuyos nombres bien pueden no ser rutilantes, pero cuyo talento, obras y recorrido se ajustan exactamente a lo que nos proponemos este año», dijo el curador.
Del cono sur
El grupo de artistas latinoamericanos que están presentes en la Documenta también podría denominarse como ‘colectivo del Cono Sur’ porque nueve de ellos son argentinos (Sonia Abián, León Ferrari, Alejandra Riera, Jorge Arteza, Jorge Mario Jáuregui, Graciela Carnevale y el Grupo de Artistas de Vanguardia) o chilenos (Gonzalo Díaz, Juan Dávila y Lotty Rosenfeld). Otros tres artistas provienen de Brasil: Ricardo Basbaum, Iole de Freitas y Mauricio Dias. Y cierra la representación latinoamericana el peruano Luis Jacob.
De ellos y desde antes de iniciarse la muestra, la prensa germana especializada ha destacado la obra ‘Eclipse’, del chileno Gonzalo Díaz, creada para la Documenta y que consiste en una cámara oscura que atrae al espectador a su interior para enfrentarlo a una experiencia simbólica, que al final lo despide con la frase: «Has llegado al corazón de Alemania solo para leer la palabra arte bajo tu propia sombra».
Así mismo, hay mucha expectativa por la obra de su compatriota Juan Dávila, que integra la cruz esvástica nazi con la bandera estadounidense y conjuga símbolos de la cristiandad con los que significan violencia.
Colombia está representada en este espacio por ‘Esfera Pública’ de Bogotá, que se define como un «espacio independiente de exhibición y discusión», creado por Jaime Iregui, artista y profesor del Departamento de Artes de la Universidad de Los Andes.
Con los 113 artistas del mundo, se armó una exposición de 500 obras que dan sustento a la discusión en torno a tres interrogantes capitales: ¿Es la modernidad nuestra antigüedad? ¿Qué es la vida en sí? y ¿Qué se puede hacer, qué tenemos que aprender para hacerle frente espiritual e intelectualmente a la globalización?
Al respecto, el curador Buergel explicó que convocó a la antigüedad porque «nadie puede entender el arte contemporáneo si no conoce su procedencia» y anunció que la obra más antigua que muestra la Documenta es una pintura persa del Siglo XIV, creada con motivo de la visita de artistas persas a la casa de un emperador chino, donde se puede apreciar cómo los artistas intentaron apropiarse del estilo oriental.
«Es que en materia de arte moderno, todos somos unos idiotas», sentencia también el curador y agrega que su aspiración consiste en darle una nueva profundidad a la exposición de modo que el público novato tenga la oportunidad de contextualizar el arte del momento.
«La Documenta triunfa en la medida en que el espectador traslade los interrogantes, la muestra y lo que sucede en los eventos asociados a su propia vida. Nada aquí, ni en el arte, tiene que ver con conocimiento sino con disposición», concluye Buergel.
Participantes fueron revelados a última hora
El curador de la Documenta de Kassel también desató una gran polémica en Alemania, al negarse a revelar con tres meses de anticipación la lista de participantes, contrariando la tradición del evento.
Roger Buergel sólo la dio a conocer en la rueda de prensa inaugural, el miércoles de la semana pasada, tres días antes de la apertura de la muestra.
«La sed de nombres, la espera de bombazos estéticos acaba corrompiendo la forma en que uno se acerca al arte. No se trata de artistas puntuales, sino de la exposición en su conjunto. Cada obra crea su propia dinámica y contexto dentro del mismo servicio y eso es en lo que el público debe concentrarse».
Sedes alternas
Otra novedad en Documenta, que siempre se realiza en el pabellón de arte llamado Fridericianum de Kassel, es que se descentralizó la sede de la exposición, utilizando como espacios alternos de la Documenta, otra superficie de exhibición, en la misma ciudad, de 12 mil metros cuadrados, construida en un pabellón de vidrio fabricado con los módulos que se utilizan en los invernaderos industriales.
Esto, además del restaurante El Bulli, de Barcelona, desde donde el genial cocinero experimental Ferrán Adriá atenderá a algunos visitantes seleccionados en Kassel, durante cada uno de los 100 días que dura la muestra.
Adriá aspira a iniciar a los privilegiados en sus «performances culinarios», como los Bombones de aceite de oliva, que lo han hecho muy famoso en su país.
Aparte de ello, este año, la muestra no se contentará con el hecho de que cada versión rompa el récord de visitantes locales con respecto a la anterior, sino que su curador ha asegurado la ampliación del público y participantes en las discusiones estéticas y sociales, a través de una red mundial en Internet que conecta a 80 magazines y blogs de arte.
Patricia Salazar
especial para El Tiempo
Kassel
1 comentario
bueno, y para informar a todos los periodistas latinoamericanos que no se han enterado, en Documenta12 somos mas los artistas de su tierra. Bailando para la coreografa Trisha Brown somos cuatro argentina/os y una cubana que todos los dias, durante los 100 dias de Documenta somos bombardeados con flashes de camaras fotograficas y camaras de video, pero nadie aun nos ha reconocido como artistas , como si en la danza la unica artista fuera la coreografa. Estos bailarines y bailarinas procedentes de asia, africa, europa, y todo el continente americano somos testigos cotidianos del publico de documenta y su comportamiento, lo cual es increiblemente interesante. nosotros absorvemos en nuestros cuerpos lo que el resto recolecta en sus camaras de foto y video y probablemente un poco mas que eso. gracias por este espacio. Valeria