Transcripción:
Las instituciones públicas o privadas ya constituidas tendrán solamente dos opciones frente a la amenaza crítica de una pseudoinstitución: empujarla hasta el borde de la institucionalización, o destruirla. Las vías para iniciar un proceso de institucionalización de una pseudoinstitución son el reconocimiento –de opinión y monetario-, y la presión para establecer jerarquías internas y para generar la preocupación por la autoconservación. El poder de las redes instituidas, agrupadas en una red institucional de redes institucionales –es decir, instituciones complejas de segundo y mayor nivel-, dejará por fuera de toda oportunidad de acceso a los mecanismos de amplificación a la función crítica pseudoinstitucional: le cerrará todos los canales posibles hasta lograr que su relato crítico sea enteramente silencioso y de esta forma, dará el privilegio de amplificar las interpretaciones –o relatos críticos- a nodos en redes instituidas previamente seleccionadas.
Pablo Batelli