La Universidad Nacional aplazó por seis meses la aplicación de la reforma

La próxima semana iniciará labores la sede de Bogotá que tuvo que cerrar antes de culminar el semestre por las protestas en contra del proyecto.

Con el compromiso de que será discutida la manera en que se aplicará la reforma académica y administrativa, el próximo lunes regresarán a clase los estudiantes de la sede de Bogotá de la U. Nacional. Esta institución tuvo que cerrar el 22 de noviembre, antes de terminar el semestre, debido a los bloqueos que hicieron algunos estudiantes. Las protestas se presenta-ron por el inconformismo de varios alumnos, profesores y trabajadores con la reforma que realiza la Nacional desde hace dos años y medio.

Con los cambios, según las directivas, se busca modernizar y mejorar la calidad de la institución. Así como dar un mayor énfasis a los posgrados y doctorados. Quienes no están de acuerdo con ella sostienen que ocurrirá todo lo contrario, pues el pasar a créditos (sistema para medir el número de materias) se reduce el tiempo de las carreras y eso va en detrimento de la calidad.

Desde que Marco Palacios, anterior rector, anunció la reforma, se han presentado manifestaciones en contra, pero ninguna había sido tan fuerte como las que se dieron a finales del año pasado. Ello llevó al cierre de la sede de Bogotá, que no ocurría hace cinco años, e incluso el aplazamiento de la aplicación de la reforma, pues solo comenzará a partir de agosto.

Según Fernando Viviescas, vicerrector de la sede de Bogotá, la idea es que durante este semestre se «reflexione sobre cómo debe implementarse». Para ello se recurrirá a la figura que propuso la comisión de profesores designada por el Consejo Superior: claustros y colegiaturas, que son órganos de reflexión creados por la `U’. La propuesta es que en esta semana se defina un cronograma de reuniones que no interfiera con las clases.

El primer mes estará dedicado a recuperar las tres semanas que quedaron del semestre pasado y a realizar los exámenes. «El 6 de marzo comenzaremos semestre, desde mediados de febrero hasta ese día se realizarán inscripciones y matrículas. El segundo semestre lo iniciaremos el 8 de agosto», explicó Viviescas.

Los profesores, estudiantes y trabajadores que se oponen a la reforma proponen que no se realicen clases durante los claustros y colegiaturas, y que estos encuentros se lleven a cabo hasta el 4 de febrero. Del 6 de ese mes al 4 de marzo sugieren terminar las clases que quedaron pendientes del 2005. «También pedimos que se suspenda la aplicación de la reforma y que podamos hacer modificaciones. No que la convocatoria sea solo para reflexionar sobre la forma como se va aplicar», señaló Alejandro Franco, representante de los estudiantes ante del Consejo Superior.

Pedro Hernández, presidente de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (Aspu), asegura que los directivos deben reconocer que la reforma fracasó porque no fue consultada. Por eso asegura que la única manera de que vuelva la normalidad académica es hacer una nueva reforma en la que participen todos los estamentos de la universidad. Del otro lado están los alumnos, que aunque no comparten la reforma, piden que se respete su derecho a la educación. «Los que hacen los bloqueos son 300, cuando en Bogotá somos 30 mil», dice Óscar Cañón, representante de Medicina.

Los principales cambios:

Crear planes de estudios para carreras. Eso permitirá que cuando un
alumno llegue a la universidad no entre a un programa específico
sino a un área de conocimiento. Por ejemplo, ingresará a ciencias
económicas, cursará en los primeros semestres un plan de estudios
común, y luego optará por seguir economía, administración de
empresas o finanzas.

Aplicar el sistema de créditos académico. Las materias serán medidas
con esa unidad que ya existe en la mayoría de universidades del país
y el mundo. Las carreras, como máximo, tendrán 160 créditos, con
excepción de medicina y veterinaria – en estas carreras el número de
créditos está siendo estudiado–. Eso permitirá que un alumno termine
su carrera en cuatro años si decide cursar créditos en vacaciones.

Aplicar el nuevo estatuto docente. Se espera que los 700 maestros
que se vincularán próximamente hayan cursado un doctorado, pues
solamente el 20 por ciento de los profesores de la Nacional cuenta
con Ph. D. También se hará que los docentes adscritos a los
institutos de investigación pasen a las facultades.

El Tiempo, enero 13 2006