La muerte de un bacán

La muerte de un ‘bacán’ que murió sin saber por qué
«El miedo más grande que tenía Alfredo Correa de Andreis no era que lo mataran, como efectivamente hicieron el 17 de septiembre de 2004. El terror que lo acompañaba a diario, que le quitaba el sueño y lo mantenía en zozobra en el último mes de su vida, era que lo volvieran a llevar preso.» […] «La sensación en la ciudad en la mañana del 18 de septiembre, día del sepelio en Jardines de la Eternidad, era justamente esa: ¿Por qué matar a un ‘bacán’? ¿Por qué asesinar a un ser humano que no sumaba ni un solo enemigo conocido, que ni siquiera era militante de algo, ni tenía intereses más allá de ser buen profesor, excelente papá, y de que lo dejaran escribir sus libros y hacer sus investigaciones sociológicas?»
http://www.elheraldo.com.co/ELHERALDO/BancoConocimiento/O/olvidobacan/olvidobacan.asp


Proceso contra profesor Correa de Andreis era un montaje del DAS: CTI
«El investigador del CTI, por su parte, señaló que la investigación que concluyó en la captura del profesor se produjo mediante la recolección ilegal de elementos de prueba, pues, aparentemente, se trataba de un montaje dirigido por el detective Valla [sic], ya que el proceso se inició sin la existencia de una orden judicial y los testigos que lo identificaban como «Eulogio» no existían. A pesar de estas irregularidades y de la salida de prisión del profesor Correa por falta de pruebas, cinco meses después del asesinato del catedrático, el ex director del DAS, Jorge Noguera Cotes, lo nombró como jefe del organismo en Santa Marta, Magdalena, lo cual era cuestionable para la Fiscalía, en virtud de lo ocurrido en este caso.»
http://www.elespectador.com/noticias/judicial/articulo201808-proceso-contra-profesor-correa-de-andreis-era-un-montaje-del-das-ct


Alba Glen, esposa del profesor Alfredo Correa D’Andreis
«Desde entonces lo único que hizo fue temblar. A pesar de que había sido ateo toda su vida, después de la detención orábamos cada día. Pensábamos que la dimensión divina podría corregir la injusticia humana. Durante semanas vivimos una persecución insoportable. Las amenazas contra su vida eran claras. El dilema diario era pensar si nos debíamos ir del país, pero no teníamos plata. No teníamos a dónde ir. Él tenía miedo pero trataba de ocultarlo porque veía cómo sufríamos todos. Pero también confiaba demasiado. Decía: ‘Si no la debo, cómo me voy a ir, no tengo nada oscuro detrás de mí’. Tocó todas las puertas, le envió dos cartas al Presidente para que lo escuchara y no lo atendieron. Lo que pretendía era que le resolvieran su situación jurídica. Durante el tiempo que estuvo libre, lo dejó todo, su proyecto de vida como investigador, su forma de pensar; por sus principios y sus ideas, él volaba por encima de lo normal, por eso pensamos que a él lo querían encarcelar o matar».
http://www.verdadabierta.com/nunca-mas/asesinatos/periodistas/1841-alba-glen-esposa-del-profesor-alfredo-correa-dandreis

Nunca más – Asesinatos selectivos
«Un testimonio que reposa en la Fiscalía señala a Édgar Ignacio Fierro alias ‘Don Antonio‘ como el directo responsable de la muerte del prestigiosos profesor barranquillero. En la declaración, el abogado explicó que «el malestar de los miembros de las autodefensas era que el señor Correa tiraba más para el lado de la guerrilla que para el de los paramilitares y también les causaba molestia que siempre le reclamaba a la Red de Solidaridad lo mejor para los desplazados».
http://www.verdadabierta.com/nunca-mas/42-asesinatos-selectivos/254-iordeno-jorge-40-el-asesinato-de-correa-de-andreis-


Alfredo Correa de Andreis, 2004 – septiembre 17 – 2009, 5 años de ausencia ¿por culpa de quién?
«En esa diligencia el Detective VALLE ANAYA manifiesta: «[…]El señor Correa estuvo detenido ahí, durante un tiempo, pero le cuento que eso fue una odisea. Ah, lo fuimos a buscar a Barranquilla, la orden la emitió el Fiscal de Cartagena, y lo fuimos a capturar a Barranquilla, lo llevamos para Cartagena y, al señor Correa no lo metimos en un calabozo, lo dejaron normalmente en las oficinas y él hablaba mucho con los compañeros, hablaba con todos nosotros…, estaba sentado, jugaba billar, a veces comía con nosotros…, me parecía una persona muy intelectual, muy brillante, con mucho carisma. Y, él me decía: “Javier, ¿tu si crees que yo soy guerrillero?, por qué a mí… ¿tu si crees que yo soy guerrillero?”, Yo le decía: “profesor Correa eso no lo digo yo, los reinsertados son los que están diciendo eso y lo que determine la Fiscalía. Yo no tengo nada contra usted, le juro que si no fuera porque esos reinsertados se aparecieron aquí de pronto, usted no estuviera ni aquí, pero se aparecieron aquí…”
[…]
«Desde el momento en que recobró su libertad, y contradictoriamente, ésta se le convirtió en un problema, pues ahora, nadie le garantizaba su vida ni la de su familia, por otra parte, debió asumir el peso de la discriminación por una culpa no probada. En frecuentes ocasiones sus amigos y familiares le sugerían que abandonara el país. Pasaron los días y exactamente 3 meses después de su captura, hacia las 2.20 de la tarde del 17 de septiembre de 2004, cuando caminaba cerca a su apartamento en Barranquilla, hombres encapuchados que se movilizaban en moto le dispararon cegándole la vida y la de su escolta, Edelberto Ochoa Martínez. Esto ocurrió en el mismo momento en que el Detective Javier Alfredo Valle Anaya se encontraba en el aeropuerto de Barranquilla, saludando emotivamente a otros funcionarios del DAS, cuando viajaba vía aérea de de Cartagena a Valledupar, con escala en aquella ciudad. El efusivo saludo le fue interrumpido por una llamada telefónica que le hacía otro agente del DAS a su teléfono celular, quien le dijo después de saludarlo: “…coge aire…, coge aire…, coge aire hombre…” y yo le digo: “qué pasó”, y me dice, “…coge aire, coge aire…, acaban de quebrar a Alfredo Correa de Andreis en Barranquilla…”.
[…]
«Es probable que las preocupaciones sigan acompañando al Detective VALLE ANAYA en el lugar de su asilo político, Nueva York. Con este historial, se quiere hacer memoria de un hombre de academia vilmente asesinado; se busca que se superen plenamente los espacios a la impunidad con la sanción a todos los implicados en el crimen; acompañar a la familia brindándole solidaridad y, al Detective, ayudarle a que también él resuelva esta oscura encrucijada del alma, la que logrará seguramente confesando la verdad. La demora de la Fiscalía General de la Nación en pedir su repatriación, es incomprensible ante tanta evidencia. ¿Cómo logró salir del país el Detective, bajo el amparo de este instrumento de derecho internacional? ¿Quién le hizo los estudios de seguridad y quién asumió los costos de esta protección amparada por el Gobierno de los Estados Unidos?»
www.nocheyniebla.org/files/u1/40/02presentacion_40.pdf


Amenazan al abogado de la familia Correa de Andreis
“En la agenda de Edgar Ignacio Fierro Flórez, alias “don Antonio”, incautada el día que lo capturaron en poder del famoso computador de Jorge 40, había una anotación que decía: “José H Torres, abogado”, y una línea debajo la dirección de su residencia. Meses después en una audiencia pública ante la fiscal Deyci Jaramillo, el abogado, parte civil en representación de la familia del asesinado profesor Alfredo Correa De Andreis, le preguntó al exjefe paramilitar sobre esa anotación y este contestó: “teníamos orden de matarlo, no se pudo ejecutar porque viajaba mucho”»
http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=111419


«Aún faltan más responsables»: Familia de Andreis
«No es el hecho de que Jorge Noguera le pasó los listados a los paramilitares, es quién le ordenó a Noguera que hiciera eso, hay que seguir escarbando hasta encontrar a los verdaderos autores intelectuales», puntualizó.»
http://www.wradio.com.co/nota.aspx?id=809649


La muerte del hombre caimán
“A principios de septiembre del 2004, en la parte exterior del coliseo de la Universidad del Norte, el artista Álex García se encontraba dándole los últimos toques a una escultura suya cuando apareció el profesor Alfredo Correa D’Andreis. Solo para mostrársela a su amigo, García armó a medias la escultura. Correa la elogió y al final ambos se despidieron con aire casual. Tres días después, García se enteraba de la noticia que conmocionaba a la ciudad: en una concurrida calle de Barranquilla, Correa había sido asesinado de dos balazos” […] “Sentipensante era una de las palabras favoritas de Alfredo para referirse a la aspiración de llegar a ser hombres cabales que pudieran combinar en la vida, con la misma validez y trascendencia, las dimensiones de la razón y la emoción; y conjurar así esa escisión esquizoide que acusa a nuestra cultura desde siempre. Esa era sin más la meta de su programa. Y Álex García poseído de esa portentosa fuerza expresiva que siempre lo ha caracterizado, supo lograr en sólo unos rápidos y precisos trazos la imagen terrible de un hombre-caimán debatiéndose en la agonía de la muerte, tendido en la inmensa soledad del blanco, levantando la cabeza herida hacia un cielo turbulento, y derramando, a la orilla de un mar y un río apenas sugerido, una lágrima azul y un solo hilo de sangre de la mano inocente.”
http://www.eltiempo.com/culturayocio/lecturas/originalesoctubre/ARTICULO-WEB-PLANTILLA_NOTA_INTERIOR-4565934.html


El caimán que no se fue
“En efecto Correa De Andreis murió suplicando por su vida, con un tiro en la cabeza y otro en la mano. Y murió de cara al sol, tal como lo retrata la estremecedora obra de arte, la cual es imposible ver sin conmoverse, aun sin necesidad de saber la historia que la antecede.”
http://www.laesquinadelcine.com/periodicos/el-caiman-que-no-fue.html