Quizás nunca antes podrá usted ver el conflicto colombiano desde este ángulo tan agudo y conmovedor. Son las tremendas experiencias de 35 ex guerrrilleros, ex paramilitares y también de soldados heridos en recuperación, recreadas a través de la expresión artística. Sus 90 obras de arte, escenas pintadas en acrílico en pequeñas tabletas de madera que van construyendo una paisaje mayor, estarán exhibidas a partir del próximo miércoles 14 de octubre, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá con el apropiado nombre de “La guerra que no hemos visto”.
Convocados por la Fundación Puntos de Encuentro, impulsada por el reconocido fotógrafo y artista Juan Manuel Echavarría, decenas de ex combatientes participaron en talleres de expresión artística durante dos años. La muestra que se verá en el Mambo, recoge las mejores obras de varios de ellos y ellas (porque también hay mujeres entre los expositores). «La idea de los talleres no era enseñarles a pintar, ni tampoco era un ejercicio terapéutico. Era simplemente proveerles los materiales, el espacio, y la confianza, para que ellos pudieran expresar lo que vivieron y lo que sintieron mientras estuvieron combatiendo», explicó Echavarría a Verdad Abierta. Es en este sentido, el más auténtico tratamiento artístico del tema del conflicto armado colombiano.
La exposición sorprende por muchas razones, la calidad o la fuerza de algunas obras, la intensidad narrativa de otras y sobre todo, la capacidad de plasmar los sentimientos frente a sus víctimas, y frente a su propio papel en el conflicto. Con seguridad, el visitante detallista y sensible, realmente descubrirá en esta exhibición la guerra que no ha visto. Nada, ni el realismo de la TV, ni la crudeza de las noticias, ni las largas confesiones de Justicia y Paz, puede resultar tan revelador para comprender el conflicto que hemos vivido, y seguimos sufriendo, en Colombia.
Por decisión de la curadora de la exposición, la uruguaya Ana Tiscornia, “La guerra que no hemos visto” será una muestra silenciosa: no se sabrá el nombre del autor, a qué grupo armado perteneció o qué hecho cuenta. De esta manera será el público el que complete el sentido de la obras con su propia mirada desprevenida, sin los prejucios o, incluso los odios, con que suelen anteceder las opiniones de hoy, en un Colombia de crecientes pasiones ideológicas extremas. En este sentido, la exposición será así mismo, remanso de paz y de reflexión. El documentalista Gabriel Ossa presentará allí videos mudos que viajan por las obras.
Con el mismo espíritu de la exhibición, Verdad Abierta presenta una selección de pinturas, sin explicación alguna. E invitamos a todos a contribuir con un comentario para cada obra, según sus diversas interpretaciones. Hemos numerado las obras para que los lectores puedan ponerle así el pie de foto a las obras de su escogencia. Durante los próximos días, hasta la fecha de la inauguración de la exposición, publicaremos un conjunto diferente de fotografías de las obras. Queremos sumarnos así, a esta iniciativa valiosa que hasta ahora comienza a explorar lo que promete ser un largo, fructífero e innovador recorrido por las emociones y los sentidos de los colombianos frente al conflicto.