La Belleza Bajo Fuego: Vermeer en Bosnia

Para Weschler, la lente humanista de Vermeer nos proporciona un modo de ver al criminal Tadić y entender el trabajo de los tribunales. Al ser procesado, Tadić no era «un suplente de alguien distinto a él sino un individuo perfectamente específico en toda su sublime autosuficiencia.»

bosnia

Por  Claire Schaeffer-Duffy

En el otoño 1995, el corresponsal de New Yorker está en la Haya observando las audiencias preliminares del Tribunal de Crímenes de Guerra yugoslavo contra Dusko Tadić. Considerado «una presa de poca monta» entre los criminales de guerra bosnios, Tadić fue sin embargo acusado de delitos atroces, algunos de los cuales son contados a Weschler por el jurista italiano Antonio Cassese. Además de varias violaciones y asesinatos, el serbio bosnio es «acusado por haber supervisado la tortura y tormento de un grupo particular de presos Musulmanes, incluso forzando en cierta ocasión a  uno de los prisioneros a castrar a otro con sus dientes. El hombre murió, y el prisionero que lo mordió se volvió loco,» dice Cassese. Sabiendo que el recuento de las atrocidades son la labor diaria de este juez, el periodista quiere saber cómo no enloquece.

«Ah!» contesta el jurista italiano, «Camino hasta Museo Mauritshuis en el centro de ciudad para dedicar un rato a los Vermeers». A partir de ahí sus palabras se elevan hacia una reflexión sublime sobre el pintor holandés, descrito por Weschler como un artista heroico que pintó la serenidad en tiempo de guerra(1).»Es casi como si Vermeer puediera ser visto, en medio de los horrores de su época, como afirmando o inventando la misma idea de la paz,» escribe.

La guerra bosnia, cree Weschler, nos devolvió «al universo moral de la poesía épica» dónde los individuos han adoptado papeles en una historia que construye «venganza para la venganza para la venganza… ¿Quién sabe cuanto tiempo más»? «El heroísmo de Vermeer está en su voluntad de vivir libre de tal depersonalizacion. La gente en sus pinturas, en particular las mujeres, no son «un tipo, un tropos o una alegoría»; si están ahí sin objetivo alguno, están «por la condición de ser un ser humano individual y único, digno de nuestra respuesta individual única.»

Para Weschler, la  lente humanista  de Vermeer nos proporciona un modo de ver al criminal Tadić y entender el trabajo de los tribunales.  Al ser procesado, Tadić no era «un suplente de alguien distinto a él sino un individuo perfectamente específico en toda su sublime autosuficiencia.» Rechazando los hábitos «épicos» de encasillar al culpable en  líneas de juicio étnicas, los tribunales en la Haya, como Vermeer, inventaban la paz.»

http://findarticles.com/p/articles/mi_m1141/is_15_41/ai_n10299262/

(1) Se refiere a la Primera, Segunda y Tercera guerras Anglo-Holandesas bajo las que transcurrió la vida de Vermeer.
http://en.wikipedia.org/wiki/Anglo-Dutch_Wars

Lawrence Weschler. VERMEER IN BOSNIA: CULTURAL COMEDIES AND POLITICAL TRAGEDIES. Pantheon Books. 2004

Jonah Raskin. Beauty and the Beastliness. Lawrence Weschler shows how brutality has existed side by side with incredible artistry throughout history in ‘Vermeer in Bosnia’
http://www.metroactive.com/papers/cruz/09.22.04/weschler-0439.html

(enviado a esferapublica por Carlos Salazar)