El artículo de Guillermo Vanegas es a todas luces la reflexión de alguien que sigue muy de cerca este foro y que -he aquí lo más valioso- propone una mirada inédita sobre esta comunidad. Una mirada inmersa en el ruido que define dinámicas, tácticas, actitudes, idiosincracia, mecanismos de defensa y toda una serie de aspectos a los que se les otorga un nombre, capta una función y un lugar en la esfera. Ejercicio difícil, dado que el autor parece mirar desde «fuera», cuando en realidad es uno de los dos mil centros de esta esfera. Me queda la duda de si un espacio de discusión debe proveer soluciones a los problemas que discute. Y lo digo pues las instituciones aquí criticadas o reconocen «ajustes» a sus programas dadas las críticas «de los artistas» o deciden discretamente ajustar aspectos y mecanismos cuestionados desde esta esfera -por ejemplo se deja de seleccionar los jurados «a dedo» y se hace por convocatoria.
No sé tampoco si este foro «debe» tener una función consensuada. Creo más bien que los encargados de implementar las soluciones podrían estar atentos a lo que se discute en este espacio, y tenerlo en cuenta como referente para construir sus decisiones. No sólo corresponde a funcionarios e instituciones. Corresponde también a los artistas trabajar individual o colectivamente en soluciones que consideren necesarias y oportunas. Y varios de esos funcionarios, artistas y agentes del campo implementan estas soluciones a diario, algunos de forma silenciosa, otros con amplia difusión.
En un debate anterior Jose Roca -el único curador que trabaja en una institución que tiene voz en este foro- proponía que esferapública debería pasar a la acción y diseñar curadurías. ¿A quien de este foro le interesa realizar una curaduría a nombre de Esfera Pública? ¿A quien una próxima versión del salón? Por lo que he leído y visto, propuestas para modelos curatoriales emergen de alguna forma a lo largo de las discusiones, del acto mismo de dialogar, debatir, confrontar. Luego el curador, el artista y el funcionario las implementan si es el caso. Obviamente no quiero decir que las curadurías se gestan en este espacio, pero si creo que lo que aquí se debate incide en aquellos modelos de curaduría institucionales que se someten a discusión. En esa medida hay «soluciones»
En cuanto a las miradas de «fuera» anexo los siguientes mensajes que encontré navegando por la esferacruda. El primero, de un espacio en Brasil que destaca el artículo de William López y para el que esfera es un «colectivo». El segundo, de un blog de crítica en Lima, que retoma una particpación de «los amigos de esferapública» para plantear una reflexión sobre la crítica.
anexos >
De Canal Contemporáneo, Rio de Janeiro:
http://www.canalcontemporaneo.art.br
«Coletivo colombiano questiona o papel da crítica de arte e o lugar da Modernidade»
[esferapública] avalia a transformação do ambiente crítico na rede
«A transformação mais profunda da prática crítica exercida por meio das redes telemáticas é a modificação substancial da relação entre o crítico e seus leitores. Da relação vertical, e, por isso mesmo, elitista, natural da crítica de arte surgida com a imprensa escrita àquela divulgada no meio eletrônico, passamos a um tipo de relação mais horizontal. Se com a crítica de arte associada à imprensa escrita assistíamos à reprodução das exclusões sociais típicas das sociedades fundadas sob o controle da gramática, na rede somos testemunhas da emergência de um outro tipo de cidadania artística. Os sujeitos do discurso sobre a arte já não respondem à definição canônica do cidadão da arte, ocidental, ilustrado e cosmopolita, que partilha com seus iguais alguns referenciais do que poderíamos chamar «alta cultura». Contudo, este processo não significou necessariamente a democratização absoluta dos discursos públicos sobre a arte, dado que o acesso à Internet está mediado econômica e socialmente.»
«La transformación más profunda de la práctica crítica implícita en el cambio de escenario público es la modificación sustancial de la relación entre el crítico y sus lectores. De la relación vertical y, por lo mismo, elitista, connatural en la crítica de arte aparecida en la prensa escrita, con la crítica de arte «electrónica», se ha pasado a una relación horizontal entre pares. Si bien es cierto, este proceso no ha significado necesariamente la democratización absoluta de la interlocución pública sobre el arte, dado que el acceso a Internet está mediado económica y socialmente, sí se trata de la superación de las relaciones de clase y de los intereses de grupo que determinaban el acceso a las páginas de los diarios capitalinos y regionales; es decir, la superación de las estructuras de poder del periodo del Frente Nacional, que perpetuaron el arte moderno como el arte legítimo a lo largo de las últimas cuatro décadas en Colombia.»
Professor do Instituto de Investigações Estéticas da Universidade Nacional da Colômbia
Leia a íntegra do texto de William López, em espanhol, no sítio [esferapública]
De Arte-Nuevo, Lima:
«Sobre la necesidad de una reinstalación crítica»
Una reflexión crítica bastante pertinente han colgado pocos días atrás los amigos de Esfera Pública en relación a la presencia de Luis Camnitzer en Chile para la reconstrucción de la obra conceptual Masacre en Puerto Montt (que he comentado en el post anterior), pero fundamentalmente infiriendo sobre el carácter ‘político’ del arte. Su bien orientada especulación señala implícitamente la obra del uruguayo como una oportunidad de preguntarnos sobre dónde reside el auténtico carácter ético del arte actual. El comentario de Esfera Pública enfatiza en que uno de los grandes desaciertos de gran parte de la producción contemporánea es el aprovechamiento y uso indiscriminado que se hace de una situación y/o personas en desgracia -o de la imagen del pobre, del oprimido, de la víctima- bajo la bandera del compromiso ético. Inspeccionando así la propia obra de Camnitzer en relación a sus comentarios en una entrevista realizada días atrás para el diario El Mercurio de Chile.
Y mientras leía aquel post recordé de pronto la conversación que sostuve con el crítico español José Luis Brea la semana pasada, y donde él ponía en duda justamente la necesidad de realizar algún tipo de ‘rescate’ histórico, y en cambio instaba a participar y reactivar sólo aquellos discursos que puedan aportar de modo relevante a la discusión contemporánea. Esto último así dicho parece resultar evidente, sin embargo, una de las cosas que en aquel momento le dije fue que me parecía difícil calcular el efecto real de una determina dinamización del sentido de una obra ‘rescatada’, y por otro lado que había una necesidad bien grande de articulación histórica debido a la fragilidad discursiva que muchos de nuestros países latinoamericanos ostentan.
Menciono estas dos cosas porque creo que conviene intentar re-situar el espacio de análisis sobre no sólo la obra de Camnitzer, sino alrededor de los procedimientos de articulación epistemológica que se deberían siempre de poner en juego frente a una recuperación como ésta. Esto quiere decir, advertir el modo en el cual un determinado fenómeno estético o cultural se insertó en un momento particular de la historia, y qué redes teje ahora frente a un panorama completamente disímil. De lo contrario se estaría asumiendo tácitamente una nueva forma de autonomía del arte, y que en el caso del arte conceptual es quizá la más peligrosa ingenuidad.
http://arte-nuevo.blogspot.com/2006/06/sobre-la-necesidad-de-una-re.html