Agradezco a Pablo Batelli la dedicatoria que me hace de su texto. Pero para ser sincera, no lo entiendo a cabalidad.
Mi intención era que las argumentaciones siguieran y al parecer en su caso, cumplí con mi objetivo.
Los dos últimos párrafos que escribí los envié después de la circulación del texto de Bucher, y en realidad, a veces en Esfera Pública se desencadenan «tonos» melodramáticos…
Sobre las divisiones dicotómicas entre lo «institucional» y lo «no-institucional», con las cuales no estoy deacuerdo, pido a Esfera que envíen la respuesta que dí sobre el tema en la entrevista que se me hizo,
pero que fue editada (anexa abajo).
Por otro lado, creo que ya no tengo nada mas que decir y mi posición sobre estos asuntos la he desarrollado en otros textos de este espacio.
Y sí, al igual que a Carlos Salazar, me encanta tener a José Ignacio Roca como interlocutor, al igual que a quienes escriben en Esfera y desarrollan argumentos sólidos.
Un abrazo y un beso para Batelli,
Gloria Posada
respuesta >
¿Qué sentido crees que tiene para un espacio como Esfera Pública –donde generalmente se asume una posición crítica ante las instituciones- participar en un evento como la Documenta a través del proyecto Documenta 12 Magazine?
Gloria Posada: Bueno, yo he participado en diversos debates en Esfera Pública y precisamente he puesto en entredicho las oposiciones binarias asumidas en algunas discusiones sobre lo “institucional” y lo “no institucional”. No porque sea una abanderada de lo que en esas páginas se entiende por “institucional”, sino porque no me interesan las generalizaciones y los lugares comunes que restringen las posibilidades significativas de los conceptos.
El abordamiento de lo “institucional” lo he asumido desde nociones antropológicas amplias que van del lenguaje a la familia, e incluso involucran al conocimiento y a la enseñanza universitaria. He escogido un concepto expandido cercano a la definición de Émile Durkheim sobre los hechos sociales que preexisten al individuo y de alguna manera lo rebasan.
Asimismo, creo que en la cultura occidental cuando algo se difunde y se conoce empieza a institucionalizarse, y la sociedad tiene muchas estrategias no sólo para negar sino también para asimilar divergencias y singularidades. Por ello me es difícil asumir y precisar qué sería lo no-institucional pues con el solo uso del lenguaje estamos inscritos en una comunidad, en sus creencias, valores, ideologías, intereses de supervivencia y de perpetuación. Esto no quiere decir que las sociedades no cambien o no puedan ser cuestionadas, pero los cambios y los cuestionamientos también llegan a institucionalizarse, la “subversión” por ejemplo tiene heterogéneos mecanismos de instauración y estrategias de reproducción, propaganda, consecución de recursos, al igual que las ONG.
Las tensiones entre lo supuestamente “institucional” y “no institucional” están constantemente redefiniéndose en sus posibilidades y sus límites, como todo lo dinamizado por la cultura. Lo uno puede mutar en lo otro sin que exista necesariamente un dilema moral. Por ello es tan importante la labor de la crítica que podría señalar abusos u omisiones.
Todas las sociedades y mucho mas las complejas o estatales, requieren instituciones para que la política, la economía, la ciencia o la ética, no dependan del libre albedrío o del capricho de cada individuo, y entre las articulaciones entre familia y colectividad exista el sentido de comunidad.
Me parece que en las discusiones en Esfera Pública, se ha confundido muchas veces lo institucional con lo burocrático, y la burocratización de la cultura que se vuelve inmanejable, incuestionable y omnipotente es una práctica terrible. Pero al mismo tiempo hay quienes realizan de manera respetuosa y profesional su trabajo, y amplían las perspectivas de creación, difusión e interpretación de las artes.
Para no divagar más sobre un tema que podría ser infinito, me ocupo de la otra dimensión de la pregunta. Participar en el proyecto Documenta 12 Magazine es un reto interesante para Esfera Pública en tanto es un espacio de diálogo, comunicación y argumentación. Además, ser asumido como interlocutor es un ejemplo más de la incesante redefinición entre lo global y lo local, pues no sólo los mapas geográficos y políticos se transforman, sino las relaciones culturales. Personalmente respeto y apoyo todos los espacios que se abran para debatir las problemáticas contemporáneas del arte.