La recordada sala curva de la Galería Santa Fe será, desde enero de 2012, una extensión del Museo de Ciencias y, a su vez, del Planetario Distrital. Dicen que la galería se va a un lugar más amplio, una casona de Teusaquillo. Hablan, en todo caso y para mayor incertidumbre, de un lugar provisional.
Pero, a diferencia de la emoción que tantas veces se siente por iniciar una nueva vida en un nuevo espacio, en este caso la sensación es de melancolía. Y de fracaso. Esa incómoda certeza de dirigirnos hacia la muerte. El Premio Luis Caballero, ícono de la Santa Fe, corre peligro de desaparecer.
Es verdad que no tiene la tradición del Salón Nacional de Artistas, que ya cuenta con seis décadas. Pero el Luis Caballero, nacido en 1996, llenó un vacío abismal: ser el único escenario no comercial para artistas en plena madurez conceptual. A modo de concurso, cada invitado tenía el reto de montar una obra, justamente, para esa enorme y compleja sala. Fue un laboratorio de ingenio en donde el espacio determinaba el resultado.
Darle un nuevo aire, en donde «la ciudad será el escenario» es modificar las reglas del juego y exigirle al artista cierto exhibicionismo si pretende que veamos su trabajo. Y no se trata de una resistencia al cambio. Es intuición por ese eufemismo del adiós decorado con la promesa de una mejor bolsa de trabajo. El Luis Caballero no es ¿Quién quiere ser millonario?, sino un ejercicio de pensamiento, disímil y necesario.
No se pueden cambiar las cosas que funcionan solo por un afán de renovación. Es como cuando rompen una calle en buen estado para reparcharla, cuando a tres cuadras hay una realmente dañada. Mientras abundan los concursos, exposiciones y galerías para los artistas más jóvenes, esta generación importante de creadores, de nuevo, quedará a la deriva.
Dominique Rodriguez
publicado en El Tiempo
4 comentarios
Yo comparto esa nostalgia y esos temores que, ruego a los dioses, terminen siendo infundados.
Resistencia a la improvisación e infantilismo burocrático. Lucas Ospina comentaba recientemente aquí, que lo bueno de leer a quienes comparten con nosotros un mismo interés común, consiste en que nos hace ver cosas que antes no habíamos dilucidado. Ospina me hizo ver lo siguiente: al director del Planetario Distrital se le metió en la cabeza que a Bogotá le convenía más que una Sala de Exposiciones para Artistas Contemporáneos interesados en pensar nuestra realidad, una salita de juegos para recrearse con los niños. Tenía a su alcance dos espacios elegibles: la apuñaleada por la espalda y actual Galería Santa Fe, y el restaurante del primer piso. Su decisión de hace cuatro años tenía que tener en cuenta, o el interés público o el interés privado. Como en Colombia hablar de interés público sólo sirve para reírse a carcajadas, como le gustaba satirizar a Jaime Garzón al respecto, optó por favorecer lo privado, a una empresa comercial que necesita sacar del Estado su rentica mensual, proporcionándole a nuestra elite gerencial un relax sensorial para su endemoniado ajetreo administrativo.
Hoy Dominique Rodríguez con un fino sarcasmo me hace pensar otra cosa. Bien le quedaría al premio Luis Caballero cambiar su actual denominación, toda vez que muchos todavía no comprenden por qué este estímulo lleva este nombre. Esta es una buena opción: ¿quién quiere ser artista millonario? Finalmente, ¿no esto es lo que cuenta hoy en día en el Estado para las mercancías? ¿Qué diablos es eso de pensar cuando todo está dispuesto para que lo consumamos? ¿No es esto con lo que soñamos día y noche? ¿No es por esto que nos develamos por alcanzar la dirección las instituciones públicas, como el Ideartes, o medio-privadas como la G.A.A.? Para esta época que se solaza en su infantilismo y todo tipo de cirugías estéticas, la emancipación es un asunto de “pésimo gusto”.
Bienvenidas pues las innovaciones pos-pos-modernas del Ideartes para todas sus manifestaciones Al Parque. Con eficiencia, este cambio de denominación saca del escenario a los artistas y académicos inoficiosos, obstinados, que no hacen sino especular acerca de “lo contemporáneo”. Sí señores y señoras: ¡no botemos más corriente! ¡Lo contemporáneo es quién quiere ser artista millonario! El Ideartes le tiene la respuesta: ¡sólo tiene que pasar la pruebita de la corrupción! ¡El rey ha muerto! ¡Viva el rey!
Pero el asunto no para aquí. El infantilismo crece en nuestro amado país. Si el director del Planetario Distrital está pataleando por su Salita de Juegos, tan de moda en las nuevas arquitecturas para clase media, al director del Ideartes le dio también por tener su Salita de Juegos para niños, allá en la improvisada y futura Galería Santa Fe del barrio La Magdalena. Da ternura el proyecto. En efecto, director on gerente que se respete, debe tener su Salita de Juegos o corre el riesgo de desprestigiarse ante la no-opinión pública. Algún crítico pos-pos-moderno puede imaginar que sus ratos de ocio los dedica al subversivo acto de pensar. Queda una pregunta: ¿de dónde irá el director del Ideartes a sacar prestados los niños? ¿Quizá de la Ludoteca del Parque Nacional? No creo, pues, allí todo se está pudriendo y ya no hay niños.
Todo esto para decir que estoy de acuerdo con Dominique Rodríguez: no tenemos ningún temor por los cambios. Lo que todo artista serio desprecia es la improvisación.
ESTIMADO CARLOS, ESOS TEMORES SON VERDADERAMENTE INFUDADOS. HAY CIERTO, UNA REFORMA DEL PREMIO LUIS CABALLERO, QUE TENDRA QUE CONTAR COMO TODOS LO SABEMOS CON EL TRANSLADO A SU NUEVA SEDE, LA CUAL CONTO CON LA ASESORIA DE PERSONAJES COMO JOSE ROCA, JAIME CERON, ENTRE OTROS.
DE AHORA EN ADELANTE NO HABRA PREMIO COMO EN LOS REINADOS DE BELLEZA, ES DECIR QUE NO HABRA REINA, VIREINA, NI PRINCESAS. DICHO DE OTRA MANERA LOS NOMINADOS YA ENTRAN PREMIADOS CON UNA BOLSA DE TRABAJO QUE AUMENTA EN VALOR, ES DECIR QUE TODOS LOS ARTISTAS QUE PARTICIPEN EN EL PREMIO TENDRAN CORONA.
ADEMAS HAY PROYECTADO UN SEMINARIO CON CURADORES INTERNACIONALES LO QUE GARANTIZA UNA APERTURA Y PROYECCION INTERACIONAL DE LOS QUE PARTICIPEN EN EL PREMIO.
AUNQUE NO SOY VOCERO DE IDARTES, ME VEO EN LA OBLIGACION DESPEJAR CIERTOS RUMORES Y TEMORES, PUES, ASISTI A VARIAS REUNIONES CON OTROS PROTAGONISTAS DEL CAMPO DEL ARTE. LOS LLAMADOS A DESPEJAR ESOS TEMORES SON SIN DUDA LOS DE IDARTES QUE OJALA SE MANIFIESTEN AQUI.
El IDARTES acaba de publicar este video promocional de la Gerencia de Artes. Se hace énfasis en los 15 años del Premio Luis Caballero. Curioso que lo publiquen en pleno empalme con Petro…