Preguntas a la manera de una voz aleatoria que interviniera la reciente conversación entre Julia Buenaventura y Jaime Iregui a propósito del arte como valor de cambio.
¿Desaparece el arte como trabajo, máximo valor encarnado, tal como sugiere Goethe en Fausto. Para transformarse mefistofélicamente en puro tráfico de valor?
Si aceptamos que el arte es mercancía. Es decir, si aceptamos que es puro valor de cambio. ¿Qué sucede con el valor de uso del arte. Con su valor significación. Con su productividad. Significará esto que la obra como tal queda completamente despojada de cualquier poder que ella encarnara. Cualquier verdad? En este sentido se hablaría de la obra de arte como la plusvalía de las plusvalías. Entendida como la sustracción total de todo valor de significar algo para encaminarse a devenir en el valor especulativo por excelencia. Al lado de las drogas como señala Julia Buenaventura en la conversación.
¿Qué piensan del modelo de división del trabajo creado por la artista Doris Salcedo en su taller de Bogotá, en especial del caso reciente del monumento a las víctimas donde las mujeres víctimas de violencia sexual fueron las encargadas de golpear a martillazos las láminas con que se realizó el monumento? Láminas que además fueron fabricadas con las armas que entregaron los miembros de las FARC en su reciente desmovilización y que fueron fundidas en un taller de fundición por operarios para que otros artesanos hicieran esas láminas.
El modelo de Marx acerca de la mercancía como valor de uso y valor de cambio es traducible al modelo del signo lingüístico de Saussure, significado y significante, cuya relación produce la significación que en términos marxistas es la productividad encarnada por esa mercancía. Cuando Derrida en su gramatología deconstruye ese signo señalando que todo es significante, es decir, que todo es escritura . ¿Cómo entender en este modelo la transmutación del arte en dinero?
¿Puede algo tocar el valor? En cualquier caso es un intangible que lo ha contaminado todo.
El valor arte pareciera tener que sustraerse de si. En tanto todo su lugar ha sido avasallado por el valor y la consiguiente especulación de cualquier tipo que encuentra los canales de mutación en las bambalinas de toda revolución para cada tanto reaparecer bajo la máscara de artistas sin rostro que juegan a usurpar el valor de la anarquía para encarnar un nuevo valor.
¿Se requerirá de un arte que desdiga incluso de la resistencia. De la marginalidad? Valores estropeados por esas pseudo disidencias del valor.
¿Quedará sólo la deriva de uno que obstinadamente prefiere no hacer nada?
Claudia Díaz, octubre del año 2018
1 comentario
O que prefiere seguir resistiendo a través del arte, en la marginalidad, porque el valor es subjetivo y la practica del ejercicio artístico resulta vital…?