El curador como artista

Las criticas al papel excesivo que cumplen actualmente los curadores en el mundo del arte, se me vino a la cabeza visitando (30.06.09) la exposición Ineditos en la Casa Encendida de Madrid. Como se sabe Ineditos es un programa destinado a elegir y a premiar a aquellos curadores jóvenes que, a juicio del jurado de cada edición, presenten el mejor proyecto de exposicion. Los beneficiarios en esta oportunidad han sido los equipos formados por Emma Brasó y Héctor Sanz Castaño – en primer lugar – y por Beatriz Alonso y Victoria Gil Delgado – en segundo lugar. La cubana Direlia Lazo, completa el terceto de los elegidos. Las exposicones que han curado llevan los titulos de SIN-TAG. Anónimos, Pseudónimos y Alter Egos, Como diría Roland Barthes, ni te cases ni te embarques y A la vuelta de la esquina. Y las tres merecen la pena tanto por la calidad de las obras expuestas en cada una de ellas como porque, a mi juicio, ratifican la actual importancia de los curadores y dejan claro que los curadores pueden ser artistas. O meta artistas: artistas que hacen arte con el arte de otros artistas, como los poetas que según Walt Whitman, que harían poesia con la poesia de otros poetas. O como lo anticipó John Cage, cuando hizo una obra que, en realidad, era una exposicion de cuadros de otros tantos artistas. A mi cada una de las exposiciones de la Casa Encendida me ha parecido una suerte de concierto en donde todas las piezas se suman para producir un efecto de conjunto equiparable al que produce una orquesta sinfónica. O una banda de jazz, de rock o de salsa para ser mas precisos, en los que cada musico pone de su parte para que la composicion funcione.
De los tres ´conciertos ´ el que mas me atrajo, sin embargo, fue el titulado Como diría Barthes… por el humor con el que los integrantes del mismo cuestionan las condiciones institucionales y de marketing a las que hoy estan sometidos los artistas contemporaneos, entre las que sobresale el inevitable tributo que ellos deben rendir a las teorías sobre el arte, la cultura y la sociedad contemporánea. De alli el titulo de la exposicion, que satiriza esa servidumbre mentando a uno de los mas grandes mentores de los discursos estéticos actuales. Y que remite, además, al cumplimiento al pronóstico que formulo Hegel en sus Lecciones de Estetica: el fin del arte o si se quiere su supervivencia despues de la muerte de la religión del arte griega y del cristianismo, es el pensamiento sobre el mismo. Hoy los comitentes de los aristas, asi como los directores de museos y los criticos de arte que los consagran, se han desdoblado en filosofos. Y los curadores son, probablemente, quienes mejor encarnan actualmente la figura del artista filósofo.